/ viernes 13 de mayo de 2022

El Mediador Interdisciplinar

Delia Pérez / Blas Jasso*

A mi madre, María de los Ángeles, un ejemplo de una Mediadora Interdisciplinar, y a todas las madres donde se encuentren.

Mi madre no estudio CULTURA DE PAZ, "pero me enseñó a evitar la xenofobia, el racismo y el sexismo, alentándome el respeto al prójimo y los sentimientos de comprensión", no estudió PSICONÁLISIS , pero sabe dónde comenzaron mis "problemas Inconscientes", no estudió HUMANISMO , pero sabe cómo hacerme sentir "Importante", no estudió GESTALT , pero sabe cómo "Confrontarme", no estudió CONDUCTISMO", pero sabe cómo aplicar "Reforzadores" "Positivos y Negativos", no estudió CONSTELACIONES FAMILIARES , pero sabe cómo hacer Vínculos Familiares y sanar Heridas del pasado, no estudió COACHING pero sabe cómo "Modelarme", no estudió PROGRAMACIÓN NEUROLINGÜÍSTICA pero sabe "cuál es mi canal predominante de comunicación", No estudió teorías COGNITIVAS pero de alguna manera inexplicable para mi comprensión, aprendí a desarrollar "la Atención, la Memoria y el Razonamiento" , no estudió PSICOLOGÍA SOCIAL, pero sabe cómo regular los Procesos Sociales, no estudió MDIACIÓN pero sabe respetar la "Voluntariedad" de las partes... por eso digo, " Madre solo hay una", gracias a Dios...!!!...Blas Jasso

Un perfil profesional completo codiciado para quienes ejercen la mediación, es que no solamente se reduzca su ámbito a un interventor observante de conflictos o redactor de convenios. Baste un botón de muestra: ¿Quién y cómo dan seguimiento a dichos convenios? Día a día, la demanda de mejores mediadores es evidente. De este reclamo a múltiples voces, partimos para sugerir un cúmulo de destrezas que extiendan y perfeccionen su ejercicio. La intencionalidad no es dificultar sino enriquecer su labor, la naturaleza de los mismos conflictos nos conllevan a intentar describirlos. Veamos algunas características.

En la temática jurídica serían el conocimiento legal del hecho jurídico, los límites y alcances constitucionales, las herramientas técnicas de la mediación y sus modelos de intervención y las teorías de gestión de conflictos.

En el rubro psicológico serían la educación emocional, el control de las emociones, competencias emocionales, inteligencia emocional, intervención en crisis, el manejo de la transferencia y contratransferencia, la programación neurolingüística, el manejo de la frustración, el control de impulsos, la empatía, la escucha activa, el manejo de la entrevista, el conocimiento de teorías en psicología, bases en neurociencias, asesoría psicoterapéutica, manejo del autoconocimiento y del autocuidado, claridad en la sexualidad propia y ajena que inhiban incurrir en conductas homofóbicas o misóginas, relaciones sociales estables y cordiales y técnicas de comunicación.

En el tema filosófico estaría una profunda convicción de la filosofía de la paz, sustentados en un pensamiento holístico y deontológico de la concepción del mundo y del ser humano y una gran apertura intelectual.

También debemos sumar aquellas competencias que ya se vislumbran conforme a los próximos e inminentes descubrimientos científicos, tecnológicos, sociológicos, culturales, que invariablemente impactarán, tales como videograbaciones, videoconferencias, digitalización de expedientes. Por lo tanto, esta tipología de mediador es la de un profesional completo y competente, una nueva profesión para un nuevo mundo.

Como puede apreciarse, no solamente son habilidades propias de un abogado, psicólogo o trabajador social, pues convergen conocimientos terapéuticos, antropológicos, neurológicos, médicos, científicos, de sexología, comunicación, tecnología, biología, calculando que podrían coincidir un mínimo de quince, veinte promedios o más disciplinas, lo que implicaría varios años adquirirlos por separado. Nuestra intencionalidad no es sugerir que se cursen todas estas carreras, por eso la propuesta se encamina a un concentrado de conocimientos a delinear una profesión factible y en ciernes.

Este profesionista podrá actuar revestido de fortalezas singulares, las llamadas competencias, vocablo proveniente de tendencias constructivistas, pedagógicas y educativas del siglo pasado, que enunciaron y concentraron habilidades llamadas actitudes, valores y conocimientos. Estas cualidades son extraordinarias al perfil de mediadores tradicionales, pero indudablemente son potencialidades que permitirán enfrentar con mejor estatura ética y profesional las problemáticas inter personales y organizacionales. La cultura de paz, por destacar una de estas destrezas, es un saber indispensable de un mediador en la construcción de una sociedad justa, meta suprema e inexorable de los gobiernos en sus tres ámbitos de jurisdicción.

Ahora bien, estas diversas personalidades desde un enfoque profesional, son la sumatoria de habilidades para incidir en una sociedad sumamente violenta y conflictiva. Se precisan de entes sapientes con visión holística y alternativas estratégicas, los problemas se agudizan, intrincan de tal manera, que difícilmente un psicólogo o un abogado, por sí solos, podrían resolver satisfactoriamente una controversia multifactorial, al carecer de la erudición y preparación adecuada para afrontar y resolver conflictos que reclaman la participación de varias cualidades concentradas en un personaje, el mediador contemporáneo, el profesionista del Siglo XXI. Incluso, si un problema multifactorial fuera abordado por varios especialistas, aun así, sería una faena de magnas proporciones, costos y tiempos incalculables. Por tales motivos, invitamos a esta generación de mediadores modernos que, en su ejercicio profesional, fortalezcan la interdisciplinariedad en su trabajo profesional, como fin ulterior para lograr mejorar la profesionalización de la mediación y lo mediadores en México.

*Delia Pérez Guerrero. Psicoterapeuta y mediadora certificada por el IJA y CONOCER

Correo: psic.deliaperez@gmail.com


*Blas Sergio Jasso Hinojosa. Miembro Integrante del Observatorio sobre seguridad y justicia, Centro de Investigación del CUCSH de la Universidad de Guadalajara.

Correo: blasjaso@yahoo.com.mx

Delia Pérez / Blas Jasso*

A mi madre, María de los Ángeles, un ejemplo de una Mediadora Interdisciplinar, y a todas las madres donde se encuentren.

Mi madre no estudio CULTURA DE PAZ, "pero me enseñó a evitar la xenofobia, el racismo y el sexismo, alentándome el respeto al prójimo y los sentimientos de comprensión", no estudió PSICONÁLISIS , pero sabe dónde comenzaron mis "problemas Inconscientes", no estudió HUMANISMO , pero sabe cómo hacerme sentir "Importante", no estudió GESTALT , pero sabe cómo "Confrontarme", no estudió CONDUCTISMO", pero sabe cómo aplicar "Reforzadores" "Positivos y Negativos", no estudió CONSTELACIONES FAMILIARES , pero sabe cómo hacer Vínculos Familiares y sanar Heridas del pasado, no estudió COACHING pero sabe cómo "Modelarme", no estudió PROGRAMACIÓN NEUROLINGÜÍSTICA pero sabe "cuál es mi canal predominante de comunicación", No estudió teorías COGNITIVAS pero de alguna manera inexplicable para mi comprensión, aprendí a desarrollar "la Atención, la Memoria y el Razonamiento" , no estudió PSICOLOGÍA SOCIAL, pero sabe cómo regular los Procesos Sociales, no estudió MDIACIÓN pero sabe respetar la "Voluntariedad" de las partes... por eso digo, " Madre solo hay una", gracias a Dios...!!!...Blas Jasso

Un perfil profesional completo codiciado para quienes ejercen la mediación, es que no solamente se reduzca su ámbito a un interventor observante de conflictos o redactor de convenios. Baste un botón de muestra: ¿Quién y cómo dan seguimiento a dichos convenios? Día a día, la demanda de mejores mediadores es evidente. De este reclamo a múltiples voces, partimos para sugerir un cúmulo de destrezas que extiendan y perfeccionen su ejercicio. La intencionalidad no es dificultar sino enriquecer su labor, la naturaleza de los mismos conflictos nos conllevan a intentar describirlos. Veamos algunas características.

En la temática jurídica serían el conocimiento legal del hecho jurídico, los límites y alcances constitucionales, las herramientas técnicas de la mediación y sus modelos de intervención y las teorías de gestión de conflictos.

En el rubro psicológico serían la educación emocional, el control de las emociones, competencias emocionales, inteligencia emocional, intervención en crisis, el manejo de la transferencia y contratransferencia, la programación neurolingüística, el manejo de la frustración, el control de impulsos, la empatía, la escucha activa, el manejo de la entrevista, el conocimiento de teorías en psicología, bases en neurociencias, asesoría psicoterapéutica, manejo del autoconocimiento y del autocuidado, claridad en la sexualidad propia y ajena que inhiban incurrir en conductas homofóbicas o misóginas, relaciones sociales estables y cordiales y técnicas de comunicación.

En el tema filosófico estaría una profunda convicción de la filosofía de la paz, sustentados en un pensamiento holístico y deontológico de la concepción del mundo y del ser humano y una gran apertura intelectual.

También debemos sumar aquellas competencias que ya se vislumbran conforme a los próximos e inminentes descubrimientos científicos, tecnológicos, sociológicos, culturales, que invariablemente impactarán, tales como videograbaciones, videoconferencias, digitalización de expedientes. Por lo tanto, esta tipología de mediador es la de un profesional completo y competente, una nueva profesión para un nuevo mundo.

Como puede apreciarse, no solamente son habilidades propias de un abogado, psicólogo o trabajador social, pues convergen conocimientos terapéuticos, antropológicos, neurológicos, médicos, científicos, de sexología, comunicación, tecnología, biología, calculando que podrían coincidir un mínimo de quince, veinte promedios o más disciplinas, lo que implicaría varios años adquirirlos por separado. Nuestra intencionalidad no es sugerir que se cursen todas estas carreras, por eso la propuesta se encamina a un concentrado de conocimientos a delinear una profesión factible y en ciernes.

Este profesionista podrá actuar revestido de fortalezas singulares, las llamadas competencias, vocablo proveniente de tendencias constructivistas, pedagógicas y educativas del siglo pasado, que enunciaron y concentraron habilidades llamadas actitudes, valores y conocimientos. Estas cualidades son extraordinarias al perfil de mediadores tradicionales, pero indudablemente son potencialidades que permitirán enfrentar con mejor estatura ética y profesional las problemáticas inter personales y organizacionales. La cultura de paz, por destacar una de estas destrezas, es un saber indispensable de un mediador en la construcción de una sociedad justa, meta suprema e inexorable de los gobiernos en sus tres ámbitos de jurisdicción.

Ahora bien, estas diversas personalidades desde un enfoque profesional, son la sumatoria de habilidades para incidir en una sociedad sumamente violenta y conflictiva. Se precisan de entes sapientes con visión holística y alternativas estratégicas, los problemas se agudizan, intrincan de tal manera, que difícilmente un psicólogo o un abogado, por sí solos, podrían resolver satisfactoriamente una controversia multifactorial, al carecer de la erudición y preparación adecuada para afrontar y resolver conflictos que reclaman la participación de varias cualidades concentradas en un personaje, el mediador contemporáneo, el profesionista del Siglo XXI. Incluso, si un problema multifactorial fuera abordado por varios especialistas, aun así, sería una faena de magnas proporciones, costos y tiempos incalculables. Por tales motivos, invitamos a esta generación de mediadores modernos que, en su ejercicio profesional, fortalezcan la interdisciplinariedad en su trabajo profesional, como fin ulterior para lograr mejorar la profesionalización de la mediación y lo mediadores en México.

*Delia Pérez Guerrero. Psicoterapeuta y mediadora certificada por el IJA y CONOCER

Correo: psic.deliaperez@gmail.com


*Blas Sergio Jasso Hinojosa. Miembro Integrante del Observatorio sobre seguridad y justicia, Centro de Investigación del CUCSH de la Universidad de Guadalajara.

Correo: blasjaso@yahoo.com.mx