/ lunes 14 de septiembre de 2020

El Himno Nacional Mexicano

Los himnos son composiciones solemnes de carácter poético y musical en alabanza de personajes, cosas o sucesos extraordinarios, predominando la función poética del lenguaje, viéndose robustecida, además, por la fuerza expresiva que le añade la musicalidad al ser interpretados. Los autores o compositores de los himnos recogen en sus letras los valores, sentimientos, esperanzas o sueños que identifican a un grupo de personas o colectividades.

Una composición del himno nacional es necesaria para que un pueblo se identifique con su nación y en muchos casos, a través de esas composiciones se conoce y se siente la historia por la que ha pasado el país.

En el caso de nuestro México, ha habido varios himnos nacionales que por diferentes causas y motivos quedaron en el olvido, tal es el primero que se tiene documentado por los historiadores, el compuesto por José Torrescano el 28 de julio de 1821, dedicado a Agustín de Iturbide, un año después aquella composición fue sustituida por José María Garmendia, que también se lo había dedicado a Iturbide, ya emperador de México, que cuando el régimen monárquico llegó a su fin, prevaleciendo entonces un gobierno republicano, esta composición también fue desechada, pasando a realizar himnos que no tuvieron eco como los de Francisco Manuel Sánchez de Tagle, Mariano Elizaga, José María Heredia y otros sin éxito, en la exaltación de virtudes sobre políticos y héroes del momento, o bien, según el bando que imperaba entonces.

La difícil situación en que quedó México después de la invasión estadounidense (1846-1848), que incluyó la pérdida de más de la mitad del territorio nacional, pareció ser una razón más que poderosa para hacer un llamado a la creación de conciencia sobre la unidad nacional, la Academia de San Juan de Letrán en 1849, lanzó una convocatoria para elegir un himno que unificara a todos los mexicanos bajo un sentido patriótico según las palabras del entonces presidente Antonio López de Santa Anna.

Sin encontrar mucho eco en aquella convocatoria, cuatro años después, el gobierno mexicano todavía encabezado por López de Santa Anna, convocó a un concurso para escribir un himno a la patria en un término de veinte días.

Entre otros, participó Francisco de Paula González Bocanegra, conocido como Francisco González Bocanegra, oriundo de San Luis Potosí, quien fue un poeta lírico, dramaturgo, crítico teatral, orador y articulista, quien finalmente ganó dicho concurso declarándose como tal el 3 de febrero de 1854. Ahora bien, la letra ya estaba aprobada, faltaba la música, se lanzó un concurso para tal efecto, cuando se llevó a cabo la elección, resultó ganador Giovanni Bottesini, pero fue rechazada por su estética y esto provocó un segundo concurso nacional para encontrar la música adecuada para la letra, entre los concursantes, la música que fue elegida para el trabajo de González, fue la compuesta por el español Jaime Nonó Roca, más conocido como Jaime Nunó, quien fue un compositor, concertista, director de orquesta y director de óperas, también era líder de varias bandas militares mexicanas.

Finalmente, el Himno Nacional Mexicano, con música de Jaime Nunó y letra de Francisco González Bocanegra, fue interpretado por primera vez en público el 15 de septiembre de 1854 en el otrora Teatro Santa Anna, hoy Teatro Nacional de México.

Es oportuno mencionar que la composición y música del himno nacional, no quedó totalmente saldada como hoy lo conocemos, entre los vaivenes y tribulaciones políticas, como el derrocamiento de López de Santa Anna y otros acontecimientos históricos, llevaron a que se realizaran cambios en la letra porque a decir de los liberales, ensalzaba mucho a los conservadores y así ante esta inestabilidad política que imperaba en México, sería hasta el mandato de Porfirio Díaz (José de la Cruz Porfirio Díaz Mori), que el Himno volvería a ser tomado en cuenta para ser interpretado en las ceremonias oficiales, aunque con el tiempo las 10 estrofas que conformaban la composición original de González Bocanegra habían ido sufriendo diversas supresiones y modificaciones.

* Rector General del Centro Universitario UTEG

Email: joseroque@uteg.edu.mx

Los himnos son composiciones solemnes de carácter poético y musical en alabanza de personajes, cosas o sucesos extraordinarios, predominando la función poética del lenguaje, viéndose robustecida, además, por la fuerza expresiva que le añade la musicalidad al ser interpretados. Los autores o compositores de los himnos recogen en sus letras los valores, sentimientos, esperanzas o sueños que identifican a un grupo de personas o colectividades.

Una composición del himno nacional es necesaria para que un pueblo se identifique con su nación y en muchos casos, a través de esas composiciones se conoce y se siente la historia por la que ha pasado el país.

En el caso de nuestro México, ha habido varios himnos nacionales que por diferentes causas y motivos quedaron en el olvido, tal es el primero que se tiene documentado por los historiadores, el compuesto por José Torrescano el 28 de julio de 1821, dedicado a Agustín de Iturbide, un año después aquella composición fue sustituida por José María Garmendia, que también se lo había dedicado a Iturbide, ya emperador de México, que cuando el régimen monárquico llegó a su fin, prevaleciendo entonces un gobierno republicano, esta composición también fue desechada, pasando a realizar himnos que no tuvieron eco como los de Francisco Manuel Sánchez de Tagle, Mariano Elizaga, José María Heredia y otros sin éxito, en la exaltación de virtudes sobre políticos y héroes del momento, o bien, según el bando que imperaba entonces.

La difícil situación en que quedó México después de la invasión estadounidense (1846-1848), que incluyó la pérdida de más de la mitad del territorio nacional, pareció ser una razón más que poderosa para hacer un llamado a la creación de conciencia sobre la unidad nacional, la Academia de San Juan de Letrán en 1849, lanzó una convocatoria para elegir un himno que unificara a todos los mexicanos bajo un sentido patriótico según las palabras del entonces presidente Antonio López de Santa Anna.

Sin encontrar mucho eco en aquella convocatoria, cuatro años después, el gobierno mexicano todavía encabezado por López de Santa Anna, convocó a un concurso para escribir un himno a la patria en un término de veinte días.

Entre otros, participó Francisco de Paula González Bocanegra, conocido como Francisco González Bocanegra, oriundo de San Luis Potosí, quien fue un poeta lírico, dramaturgo, crítico teatral, orador y articulista, quien finalmente ganó dicho concurso declarándose como tal el 3 de febrero de 1854. Ahora bien, la letra ya estaba aprobada, faltaba la música, se lanzó un concurso para tal efecto, cuando se llevó a cabo la elección, resultó ganador Giovanni Bottesini, pero fue rechazada por su estética y esto provocó un segundo concurso nacional para encontrar la música adecuada para la letra, entre los concursantes, la música que fue elegida para el trabajo de González, fue la compuesta por el español Jaime Nonó Roca, más conocido como Jaime Nunó, quien fue un compositor, concertista, director de orquesta y director de óperas, también era líder de varias bandas militares mexicanas.

Finalmente, el Himno Nacional Mexicano, con música de Jaime Nunó y letra de Francisco González Bocanegra, fue interpretado por primera vez en público el 15 de septiembre de 1854 en el otrora Teatro Santa Anna, hoy Teatro Nacional de México.

Es oportuno mencionar que la composición y música del himno nacional, no quedó totalmente saldada como hoy lo conocemos, entre los vaivenes y tribulaciones políticas, como el derrocamiento de López de Santa Anna y otros acontecimientos históricos, llevaron a que se realizaran cambios en la letra porque a decir de los liberales, ensalzaba mucho a los conservadores y así ante esta inestabilidad política que imperaba en México, sería hasta el mandato de Porfirio Díaz (José de la Cruz Porfirio Díaz Mori), que el Himno volvería a ser tomado en cuenta para ser interpretado en las ceremonias oficiales, aunque con el tiempo las 10 estrofas que conformaban la composición original de González Bocanegra habían ido sufriendo diversas supresiones y modificaciones.

* Rector General del Centro Universitario UTEG

Email: joseroque@uteg.edu.mx