/ lunes 21 de enero de 2019

Desde mi óptica / Marido o esposo

Durante siglos, en algunas culturas, la finalidad del matrimonio no fue la de ratificar el lazo amoroso. Los nobles se desposaban con la burguesía para obtener dinero y los burgueses con los nobles para lograr títulos. En el lado de las clases más desfavorecidas ir al altar era una garantía para tirar adelante, tener descendencia y que los hijos cuidaran de los padres cuando llegasen a la tercera edad.

La psicóloga Gabriela Mejía Rosales, en una tertulia, enfocaba su disertación acerca de lo que el hombre significa para la mujer y resaltó; “en la creación, fue primero el hombre y luego la mujer, por consiguiente, el hombre pudo adquirir experiencia en la vida antes que fuera creada la mujer, una vez hecha su esposa, esa experiencia debería transmitírsela, dándole libertad para usar su iniciativa”.

Sigue platicando que, en la vida personal de una mujer, el matrimonio es un regalo que tanto el esposo como la esposa reciben, que en ese regalo vienen ciertos privilegios y derechos, pero también vienen ciertas responsabilidades, obligaciones, tareas, etc., no hay guías que especifiquen cuales tareas le corresponden al hombre y cuales a la mujer, el marido se convierte en el pilar principal y cimiento de la familia ya que el hombre es definido como el proveedor de todo lo necesario, la mujer por su parte es la que debe atender al esposo. Y fue satisfactorio responder cuando le preguntaron; ¿en estas fiestas decembrinas qué regalo te dieron? ¡Un marido que me cuida!

Al término de aquella reunión académica, me resultó una duda, la diferencia que existe entre marido y esposo, de tal manera que ello me inspiró a investigar al respecto.

La palabra, novio y novia viene del latín “novus” que significa, nuevo, los novios son, entonces, personas nuevas en la vida de alguien, por supuesto que, en una relación de años, ya no son nuevos ni recién llegados en la vida del uno o del otro; es bastante sabido que cuando dos personas se casan se convierten en marido y mujer asumiendo un compromiso mutuo de fidelidad en lo bueno y en lo malo, y que están transitando el camino hacía una vida entera juntos.

Durante siglos, en algunas culturas, la finalidad del matrimonio no fue la de ratificar el lazo amoroso. Los nobles se desposaban con la burguesía para obtener dinero y los burgueses con los nobles para lograr títulos. En el lado de las clases más desfavorecidas ir al altar era una garantía para tirar adelante, tener descendencia y que los hijos cuidaran de los padres cuando llegasen a la tercera edad.

La Real Academia Española, define la palabra marido, como al hombre casado con relación a su cónyuge. Otra aseveración al respecto de la definición resalta del verbo apondere latino, que significa “prometer, dar palabra, empeñarla”, viene la palabra “sponsus” que es aquel que promete formalmente contraer matrimonio, y así se llama “sponsales” al acto de celebrar y cumplir la promesa, y esposos a los que la han celebrado y cumplido. A manera de conclusión se ve que en su sentido etimológico es más extensa la connotación de marido que la de esposo, pues se entiende enteramente cuando es completado el matrimonio.

Ahora bien, en Derecho, se denomina cónyuge a cualquiera de las personas físicas que forman parte de un matrimonio, aquel término es de género en común, es decir, se puede usar para referirse a un hombre o a una mujer, si de alguna manera el sexo es desconocido normalmente se dice el cónyuge, aunque también es válido decir el o la cónyuge. Como sinónimo de cónyuge, se una también la palabra esposo o esposa, aunque técnicamente no son equivalentes, pues son esposos también quienes han celebrado los esponsales, pero aún no el matrimonio.

Desde luego que, en la actualidad, hay voces que de acuerdo a un estudio nuevo que se hizo en el número de Febrero de “Journal of a Marriage and a Family”, el matrimonio ofrece pocos beneficios sobre las parejas que viven juntos en buenos términos, como la salud, autoestima y estar contento psicológicamente. No encuentran diferencia entre marido y esposo.

Al respecto, apreciable lector, usted tiene la mejor opinión para poder diferenciar aquel concepto, agradezco sus comentarios que me envía semanalmente.

Rector General del Centro Universitario UTEG*

e-mail. joseroque@uteg.edu.mx

Durante siglos, en algunas culturas, la finalidad del matrimonio no fue la de ratificar el lazo amoroso. Los nobles se desposaban con la burguesía para obtener dinero y los burgueses con los nobles para lograr títulos. En el lado de las clases más desfavorecidas ir al altar era una garantía para tirar adelante, tener descendencia y que los hijos cuidaran de los padres cuando llegasen a la tercera edad.

La psicóloga Gabriela Mejía Rosales, en una tertulia, enfocaba su disertación acerca de lo que el hombre significa para la mujer y resaltó; “en la creación, fue primero el hombre y luego la mujer, por consiguiente, el hombre pudo adquirir experiencia en la vida antes que fuera creada la mujer, una vez hecha su esposa, esa experiencia debería transmitírsela, dándole libertad para usar su iniciativa”.

Sigue platicando que, en la vida personal de una mujer, el matrimonio es un regalo que tanto el esposo como la esposa reciben, que en ese regalo vienen ciertos privilegios y derechos, pero también vienen ciertas responsabilidades, obligaciones, tareas, etc., no hay guías que especifiquen cuales tareas le corresponden al hombre y cuales a la mujer, el marido se convierte en el pilar principal y cimiento de la familia ya que el hombre es definido como el proveedor de todo lo necesario, la mujer por su parte es la que debe atender al esposo. Y fue satisfactorio responder cuando le preguntaron; ¿en estas fiestas decembrinas qué regalo te dieron? ¡Un marido que me cuida!

Al término de aquella reunión académica, me resultó una duda, la diferencia que existe entre marido y esposo, de tal manera que ello me inspiró a investigar al respecto.

La palabra, novio y novia viene del latín “novus” que significa, nuevo, los novios son, entonces, personas nuevas en la vida de alguien, por supuesto que, en una relación de años, ya no son nuevos ni recién llegados en la vida del uno o del otro; es bastante sabido que cuando dos personas se casan se convierten en marido y mujer asumiendo un compromiso mutuo de fidelidad en lo bueno y en lo malo, y que están transitando el camino hacía una vida entera juntos.

Durante siglos, en algunas culturas, la finalidad del matrimonio no fue la de ratificar el lazo amoroso. Los nobles se desposaban con la burguesía para obtener dinero y los burgueses con los nobles para lograr títulos. En el lado de las clases más desfavorecidas ir al altar era una garantía para tirar adelante, tener descendencia y que los hijos cuidaran de los padres cuando llegasen a la tercera edad.

La Real Academia Española, define la palabra marido, como al hombre casado con relación a su cónyuge. Otra aseveración al respecto de la definición resalta del verbo apondere latino, que significa “prometer, dar palabra, empeñarla”, viene la palabra “sponsus” que es aquel que promete formalmente contraer matrimonio, y así se llama “sponsales” al acto de celebrar y cumplir la promesa, y esposos a los que la han celebrado y cumplido. A manera de conclusión se ve que en su sentido etimológico es más extensa la connotación de marido que la de esposo, pues se entiende enteramente cuando es completado el matrimonio.

Ahora bien, en Derecho, se denomina cónyuge a cualquiera de las personas físicas que forman parte de un matrimonio, aquel término es de género en común, es decir, se puede usar para referirse a un hombre o a una mujer, si de alguna manera el sexo es desconocido normalmente se dice el cónyuge, aunque también es válido decir el o la cónyuge. Como sinónimo de cónyuge, se una también la palabra esposo o esposa, aunque técnicamente no son equivalentes, pues son esposos también quienes han celebrado los esponsales, pero aún no el matrimonio.

Desde luego que, en la actualidad, hay voces que de acuerdo a un estudio nuevo que se hizo en el número de Febrero de “Journal of a Marriage and a Family”, el matrimonio ofrece pocos beneficios sobre las parejas que viven juntos en buenos términos, como la salud, autoestima y estar contento psicológicamente. No encuentran diferencia entre marido y esposo.

Al respecto, apreciable lector, usted tiene la mejor opinión para poder diferenciar aquel concepto, agradezco sus comentarios que me envía semanalmente.

Rector General del Centro Universitario UTEG*

e-mail. joseroque@uteg.edu.mx