/ lunes 1 de agosto de 2022

Desde mi óptica | Ignorancia o conveniencia

La ignorancia proviene del latín ignorare, que significa no saber, es la ausencia de conocimiento o información sobre un asunto o materia, o como también, la falta de cultura o instrucción de la persona que no ha recibido formación o enseñanza. La ignorancia es considerada como elemento intrínseco de la condición humana, donde la inteligencia esta privada de una cognición o conocimiento debida.

Es importante referir que unas de las tareas constantes de la humanidad ha sido la de despejar la ignorancia, de tal manera que el avance de la ciencia ha supuesto siempre un retroceso a la ignorancia, pero no son pocos los casos en que lo que se descubre aún mucha más ignorancia. Ser ignorantes por ausencia de pensamiento crítico significa que nos convertimos en partidarios o cómplices de toda clase de injusticias, perpetuando un sistema que nos esclaviza a través de la deuda, donde el individuo ya no es el ciudadano de un país, sino la garantía de los bancos.

Ahora bien, constantemente utilizamos la palabra ignorante como ofensa, para infravalorar a los demás, la persona ignorante no solo no sabe nada, sino que tampoco quiere saber nada. En vez de valorar los hechos y los conocimientos, cultiva, por sobrexigencia o por comodidad, vagos prejuicios, de tal manera, se vuelve insensible a los argumentos, por lo que no se le puede enseñar más allá de lo que cree saber.

Hasta aquí, el empleo común del término, sin embargo, los psicólogos y los científicos cognitivos acostumbran a usarlo solo con fines descriptivos, según indican, existe ignorancia cuando las personas niegan datos, los reprimen, evitan, no los aceptan, los minimizan o se tapan los ojos ante ellos. Una actitud que puede resultar perjudicial, aunque no necesariamente.

Cuando la ignorancia se disfraza de conocimiento, desde la psicología se define como síndrome de superioridad ilusoria, no importa cuál sea el nivel de educación, salario o capacitación, siempre uno podrá aprender de cualquier persona, incluso de la que se pueda considerar “inferior, es así como la ignorancia humana es un tema de estudio bastante extendido, desde Sócrates hasta Darwin han intentado explicar por qué las personas más ignorantes se sienten superiores a los demás.

Es así como las personas que padecen este síndrome están seguras de que su inteligencia y sus habilidades son superiores a la media, o al menos, son extremadamente buenos en lo que hacen, cuando la verdad es que pueden ser bastante mediocres. Es precisamente la ceguera de creer que ya lo saben todo lo que les impide aprender desde cero y ganar realmente más o mejor conocimiento.

En otro orden de ideas, el concepto de conveniencia, es originado en el término latino convenientia que se compone por el prefijo de unión con y por el verbo venireen el sentido de venir y, por el suflijo de cualidad ia, la conveniencia es la cualidad de ser útil, provechoso y adecuado, también puede ser vista como una oportunidad.

Hay diversas formas de interpretar la conveniencia desde el punto de vista que se trate, Haces todo a tu conveniencia, nunca piensas en los demás o Eres mi amigo por conveniencia, solo me buscas cuando me necesitas etcétera.

Los matrimonios de conveniencia ocurren cuando uno o ambos cónyuges contraen enlace no por amor sino por otros motivos, como puede ser el dinero, el estatus social, o adquirir a través de ese matrimonio, la nacionalidad del cónyuge, en este último caso, en ocasiones, hay acuerdo entre la pareja y el matrimonio no se consuma, y solo es usado como trampa legal.

Finalmente, existen investigaciones de carácter psicológico que determinan que un convenenciero es aquel que pretende congraciarse con alguien por conveniencia propia o por tener temor, de tal manera que por ello actúa con una amabilidad fingida o exagerada, buscando la aprobación del otro, sea alguna persona especial u otra cualquiera, todo esto es habitualmente o más marcado que la obsecuencia (sinónimo de conveniencia), aparezca en el ámbito político o laboral y más aún queriendo quedar bien con el nuevo jefe.

*Rector general del Centro Universitario Uteg.

Correo. joseroque@uteg.edu.mx

La ignorancia proviene del latín ignorare, que significa no saber, es la ausencia de conocimiento o información sobre un asunto o materia, o como también, la falta de cultura o instrucción de la persona que no ha recibido formación o enseñanza. La ignorancia es considerada como elemento intrínseco de la condición humana, donde la inteligencia esta privada de una cognición o conocimiento debida.

Es importante referir que unas de las tareas constantes de la humanidad ha sido la de despejar la ignorancia, de tal manera que el avance de la ciencia ha supuesto siempre un retroceso a la ignorancia, pero no son pocos los casos en que lo que se descubre aún mucha más ignorancia. Ser ignorantes por ausencia de pensamiento crítico significa que nos convertimos en partidarios o cómplices de toda clase de injusticias, perpetuando un sistema que nos esclaviza a través de la deuda, donde el individuo ya no es el ciudadano de un país, sino la garantía de los bancos.

Ahora bien, constantemente utilizamos la palabra ignorante como ofensa, para infravalorar a los demás, la persona ignorante no solo no sabe nada, sino que tampoco quiere saber nada. En vez de valorar los hechos y los conocimientos, cultiva, por sobrexigencia o por comodidad, vagos prejuicios, de tal manera, se vuelve insensible a los argumentos, por lo que no se le puede enseñar más allá de lo que cree saber.

Hasta aquí, el empleo común del término, sin embargo, los psicólogos y los científicos cognitivos acostumbran a usarlo solo con fines descriptivos, según indican, existe ignorancia cuando las personas niegan datos, los reprimen, evitan, no los aceptan, los minimizan o se tapan los ojos ante ellos. Una actitud que puede resultar perjudicial, aunque no necesariamente.

Cuando la ignorancia se disfraza de conocimiento, desde la psicología se define como síndrome de superioridad ilusoria, no importa cuál sea el nivel de educación, salario o capacitación, siempre uno podrá aprender de cualquier persona, incluso de la que se pueda considerar “inferior, es así como la ignorancia humana es un tema de estudio bastante extendido, desde Sócrates hasta Darwin han intentado explicar por qué las personas más ignorantes se sienten superiores a los demás.

Es así como las personas que padecen este síndrome están seguras de que su inteligencia y sus habilidades son superiores a la media, o al menos, son extremadamente buenos en lo que hacen, cuando la verdad es que pueden ser bastante mediocres. Es precisamente la ceguera de creer que ya lo saben todo lo que les impide aprender desde cero y ganar realmente más o mejor conocimiento.

En otro orden de ideas, el concepto de conveniencia, es originado en el término latino convenientia que se compone por el prefijo de unión con y por el verbo venireen el sentido de venir y, por el suflijo de cualidad ia, la conveniencia es la cualidad de ser útil, provechoso y adecuado, también puede ser vista como una oportunidad.

Hay diversas formas de interpretar la conveniencia desde el punto de vista que se trate, Haces todo a tu conveniencia, nunca piensas en los demás o Eres mi amigo por conveniencia, solo me buscas cuando me necesitas etcétera.

Los matrimonios de conveniencia ocurren cuando uno o ambos cónyuges contraen enlace no por amor sino por otros motivos, como puede ser el dinero, el estatus social, o adquirir a través de ese matrimonio, la nacionalidad del cónyuge, en este último caso, en ocasiones, hay acuerdo entre la pareja y el matrimonio no se consuma, y solo es usado como trampa legal.

Finalmente, existen investigaciones de carácter psicológico que determinan que un convenenciero es aquel que pretende congraciarse con alguien por conveniencia propia o por tener temor, de tal manera que por ello actúa con una amabilidad fingida o exagerada, buscando la aprobación del otro, sea alguna persona especial u otra cualquiera, todo esto es habitualmente o más marcado que la obsecuencia (sinónimo de conveniencia), aparezca en el ámbito político o laboral y más aún queriendo quedar bien con el nuevo jefe.

*Rector general del Centro Universitario Uteg.

Correo. joseroque@uteg.edu.mx