/ sábado 24 de noviembre de 2018

Desde FIL, desde el federalismo

"La voluntad nacional es una de las palabras de las que los bribones y los déspotas de todas las épocas han abusado más". -Alexis de Tocqueville en “La Democracia en América”.




En 1975, el connotado psicoanalista mexicano Santiago Ramírez escribió su magna obra “Infancia es destino”. En ella, habla acerca de que temprano en la vida del hombre, se imprimen sellos que marcan su comportamiento más tarde en su vida. En la discusión pública, hay una gran negación de esta ley de comportamiento, que parece arrojarnos en la cara que lo peor de la política nunca se va demasiado tiempo y siempre está presto a resurgir.


Para verlo, no basta más que viajar al Senado. El presidente de la Comisión de Defensa Nacional, Félix Salgado Macedonio amenazó con aplicar la “desaparición de poderes”, una facultad del Senado consagrada en el artículo 75 de la constitución que permite designar a un reemplazo del gobernador de un estado por circunstancias extraordinarias que afecten el orden social o legal.

Esto nos remite a los peores tiempos de nuestra república. La última aplicación fue en 1975 y es el sello de lo peor del régimen unipartidista. Docenas de gobernadores entre 1917 y 1975 fueron sustituidos por oponerse al presidente. En este período de tiempo hubo más de 62 aplicaciones de la desaparición de poderes.

Llevamos más de 40 años sin un solo intento de aplicar este artículo y nuestro país ha pasado por momentos muy difíciles, como cuando el gobernador Ángel Aguirre, de extracción perredista y de vieja cepa priista, se rehusaba a asumir su responsabilidad por la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa. Aún así, ni siquiera el PRI posterior a la transición democrática ha intentado hacer semejante cosa. Ha pasado tanto tiempo desde la última aplicación que, por eso, la mayoría de la gente desconoce dicho artículo. Es una reliquia de un tiempo pasado, que nos recuerda cómo se ejercía el control total del presidente. Incluso, los casos más recientes en 1961 y 1975 involucraron a gobernadores corruptos, no fueron simples desacuerdos con el presidente.

Causa alarma y desconcierto, tanto a quienes estamos en la política como a los ciudadanos que votaron, que un Senador amante de coleccionar motocicletas y autos clásicos, conocido por ser escandaloso y que gusta de estar en la farándula, se exprese así de los poderes constituidos del estado de Jalisco, o de cualquier estado.

Hemos caminado décadas hacia adelante para expresar nuestros desacuerdos de forma distinta y democrática. Hemos aprendido mucho en el camino y tenemos retos enormes por delante, como regular las consultas populares y aprender qué implica tener una alta legitimidad en las urnas cuando llevábamos 18 años sin tener un presidente que tuviera tanta aceptación. Hay valiosas lecciones en el camino y amenazar con aplicar la desaparición de poderes demuestra que quienes no han aprendido, son otros. Desterremos de la escena pública a políticos que se comportan como reliquias de otra era.

Hoy desde la FIL Guadalajara, desde nuestro Jalisco, un estado donde estamos decididos a seguir construyendo espacios de cultura, desarrollo en la reconstrucción del tejido social y la paz en nuestro país, concuerdo totalmente con el Licenciado Padilla López y las voces que se escuchan en estos pasillos, con reflexionar y alertar sobre las acciones de AMLO y su equipo que atentan contra la armonía del pacto federal, por la vía de superponer estructuras con atribuciones que vulneran la soberanía y autonomía de los Estados. “Una sociedad sin un campo intelectual vigoroso y libre, más temprano que tarde dejará de ser democrática” Raúl Padilla López.


Secretario General PAN Guadalajara.










"La voluntad nacional es una de las palabras de las que los bribones y los déspotas de todas las épocas han abusado más". -Alexis de Tocqueville en “La Democracia en América”.




En 1975, el connotado psicoanalista mexicano Santiago Ramírez escribió su magna obra “Infancia es destino”. En ella, habla acerca de que temprano en la vida del hombre, se imprimen sellos que marcan su comportamiento más tarde en su vida. En la discusión pública, hay una gran negación de esta ley de comportamiento, que parece arrojarnos en la cara que lo peor de la política nunca se va demasiado tiempo y siempre está presto a resurgir.


Para verlo, no basta más que viajar al Senado. El presidente de la Comisión de Defensa Nacional, Félix Salgado Macedonio amenazó con aplicar la “desaparición de poderes”, una facultad del Senado consagrada en el artículo 75 de la constitución que permite designar a un reemplazo del gobernador de un estado por circunstancias extraordinarias que afecten el orden social o legal.

Esto nos remite a los peores tiempos de nuestra república. La última aplicación fue en 1975 y es el sello de lo peor del régimen unipartidista. Docenas de gobernadores entre 1917 y 1975 fueron sustituidos por oponerse al presidente. En este período de tiempo hubo más de 62 aplicaciones de la desaparición de poderes.

Llevamos más de 40 años sin un solo intento de aplicar este artículo y nuestro país ha pasado por momentos muy difíciles, como cuando el gobernador Ángel Aguirre, de extracción perredista y de vieja cepa priista, se rehusaba a asumir su responsabilidad por la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa. Aún así, ni siquiera el PRI posterior a la transición democrática ha intentado hacer semejante cosa. Ha pasado tanto tiempo desde la última aplicación que, por eso, la mayoría de la gente desconoce dicho artículo. Es una reliquia de un tiempo pasado, que nos recuerda cómo se ejercía el control total del presidente. Incluso, los casos más recientes en 1961 y 1975 involucraron a gobernadores corruptos, no fueron simples desacuerdos con el presidente.

Causa alarma y desconcierto, tanto a quienes estamos en la política como a los ciudadanos que votaron, que un Senador amante de coleccionar motocicletas y autos clásicos, conocido por ser escandaloso y que gusta de estar en la farándula, se exprese así de los poderes constituidos del estado de Jalisco, o de cualquier estado.

Hemos caminado décadas hacia adelante para expresar nuestros desacuerdos de forma distinta y democrática. Hemos aprendido mucho en el camino y tenemos retos enormes por delante, como regular las consultas populares y aprender qué implica tener una alta legitimidad en las urnas cuando llevábamos 18 años sin tener un presidente que tuviera tanta aceptación. Hay valiosas lecciones en el camino y amenazar con aplicar la desaparición de poderes demuestra que quienes no han aprendido, son otros. Desterremos de la escena pública a políticos que se comportan como reliquias de otra era.

Hoy desde la FIL Guadalajara, desde nuestro Jalisco, un estado donde estamos decididos a seguir construyendo espacios de cultura, desarrollo en la reconstrucción del tejido social y la paz en nuestro país, concuerdo totalmente con el Licenciado Padilla López y las voces que se escuchan en estos pasillos, con reflexionar y alertar sobre las acciones de AMLO y su equipo que atentan contra la armonía del pacto federal, por la vía de superponer estructuras con atribuciones que vulneran la soberanía y autonomía de los Estados. “Una sociedad sin un campo intelectual vigoroso y libre, más temprano que tarde dejará de ser democrática” Raúl Padilla López.


Secretario General PAN Guadalajara.