/ domingo 8 de marzo de 2020

Cuando Guadalajara entró a la modernidad


Abel Campirano Marín


A partir de ese día estaría conectada con la Capital y empezaba a abandonar sus aires provincianos

A las cinco de la tarde del lunes 14 de mayo de 1888, en la Estación Central una concurrencia se aglomeraba en torno a un grupo distinguido de casi trescientas personas que realizarían el histórico primer viaje en ferrocarril entre la Ciudad de México y la Ciudad de Guadalajara, enlazarían la Ciudad de los Palacios y el Alcázar de Occidente.


Foto: Cortesía | Ayuntamiento de Guadalajara


Guadalajara a partir de ese día estaría conectada con la Capital de la República y empezaba a abandonar sus aires provincianos para incorporarse al desarrollo socioeconómico del País que encabezaba la llamada "Región más transparente del aire" como la llamó en 1804 Alexander Von Humboldt, y que en 1958 Carlos Fuentes haciéndole honor, intituló así su primera novela "La región más transparente".

Sin embargo al menos 20 años atrás nuestra Ciudad ya contaba con un servicio de Tranvías que habían complementado a las Diligencias y coches de sitio.

Con la llegada del ferrocarril a nuestra Ciudad, su fisonomía cambió. Adolfo Dollero en su obra "Guadalajara a través de los tiempos" escribía en 1910: "El mismo día de nuestra llegada a Guadalajara, recorrimos en tranvía eléctrico casi toda la ciudad, quedando sorprendidos por sus espléndidas colonias que son barrios moderno, llenos de edificios elegantes con amplios y bellísimos jardines, en donde las palmas y los plátanos alternan con las plantas de ornato de mil especies".

Agrega Dollero: " Hemos visitado también un barrio distante media hora en tranvía eléctrico en donde muchas familias acomodadas pasan los meses más cálidos: San pedro Tlaquepaque".

Hablar del transporte tapatío, implica hacer referencia a los Tranvías. Un medio de transporte que no contaminaba y conectaba no solo a la Ciudad sino a sus poblaciones mas cercanas como las antiguas Villas de Zapopan y San Pedro.

Los primeros tranvías fueron los de mulitas y vinieron a substituir en el sistema de transporte a los Trenes de Carretas, Las Diligencias y Los Coches de Providencia llamados también Coches o Carros de Sitio denominación que permaneció cuando aparecieron los vehículos automotores de alquiler y que comúnmente les llamamos Taxis.


Foto: Cortesía | Ayuntamiento de Guadalajara


En realidad los tranvías de tracción animal fueron los primeros que aparecieron a finales del siglo XIX en nuestra Ciudad y el plan inicial contemplaba una ruta por demás ambiciosa que partía lo que hoy es el Parque de la Revolución -no se porqué la gente se empeña en decirle Parque Rojo- donde se encontraba en aquel entonces la antigua Penitenciaría de Escobedo, y la cercana Villa de San Pedro Tlaquepaque, en donde se encontraban muchas fincas de descanso de acaudaladas familias tapatías.

La Penitenciaría de Escobedo que por cierto fue un modelo de penitenciaría que si se replicara modificaría la geografía nacional en el sistema de reinserción social, y sería un ejemplo a seguir, era el lugar de donde partía un tranvía que llevaba a las personas hasta orillas del río San Juan de Dios.

Cruzaba la Ciudad de Poniente a Oriente y llegaba justo a los márgenes de ese río que desafortunadamente nunca fue debidamente aprovechado y se convirtió en un canal de desagüe y después fue entubado en tiempos del Gobernador Guadalupe Zuno.

Ese río de San Juan de Dios corría desde los veneros del Agua Azul hacia el norte y desembocaba en la Barranca de Oblatos; relatos de la época y algunas fotografías muy antiguas nos muestran las fuentes que se alimentaban de dicho río para surtir a la Ciudad de Agua, ya que los veneros del Agua Azul generaban agua limpia y cristalina.

(Continuará)


Abel Campirano Marín


A partir de ese día estaría conectada con la Capital y empezaba a abandonar sus aires provincianos

A las cinco de la tarde del lunes 14 de mayo de 1888, en la Estación Central una concurrencia se aglomeraba en torno a un grupo distinguido de casi trescientas personas que realizarían el histórico primer viaje en ferrocarril entre la Ciudad de México y la Ciudad de Guadalajara, enlazarían la Ciudad de los Palacios y el Alcázar de Occidente.


Foto: Cortesía | Ayuntamiento de Guadalajara


Guadalajara a partir de ese día estaría conectada con la Capital de la República y empezaba a abandonar sus aires provincianos para incorporarse al desarrollo socioeconómico del País que encabezaba la llamada "Región más transparente del aire" como la llamó en 1804 Alexander Von Humboldt, y que en 1958 Carlos Fuentes haciéndole honor, intituló así su primera novela "La región más transparente".

Sin embargo al menos 20 años atrás nuestra Ciudad ya contaba con un servicio de Tranvías que habían complementado a las Diligencias y coches de sitio.

Con la llegada del ferrocarril a nuestra Ciudad, su fisonomía cambió. Adolfo Dollero en su obra "Guadalajara a través de los tiempos" escribía en 1910: "El mismo día de nuestra llegada a Guadalajara, recorrimos en tranvía eléctrico casi toda la ciudad, quedando sorprendidos por sus espléndidas colonias que son barrios moderno, llenos de edificios elegantes con amplios y bellísimos jardines, en donde las palmas y los plátanos alternan con las plantas de ornato de mil especies".

Agrega Dollero: " Hemos visitado también un barrio distante media hora en tranvía eléctrico en donde muchas familias acomodadas pasan los meses más cálidos: San pedro Tlaquepaque".

Hablar del transporte tapatío, implica hacer referencia a los Tranvías. Un medio de transporte que no contaminaba y conectaba no solo a la Ciudad sino a sus poblaciones mas cercanas como las antiguas Villas de Zapopan y San Pedro.

Los primeros tranvías fueron los de mulitas y vinieron a substituir en el sistema de transporte a los Trenes de Carretas, Las Diligencias y Los Coches de Providencia llamados también Coches o Carros de Sitio denominación que permaneció cuando aparecieron los vehículos automotores de alquiler y que comúnmente les llamamos Taxis.


Foto: Cortesía | Ayuntamiento de Guadalajara


En realidad los tranvías de tracción animal fueron los primeros que aparecieron a finales del siglo XIX en nuestra Ciudad y el plan inicial contemplaba una ruta por demás ambiciosa que partía lo que hoy es el Parque de la Revolución -no se porqué la gente se empeña en decirle Parque Rojo- donde se encontraba en aquel entonces la antigua Penitenciaría de Escobedo, y la cercana Villa de San Pedro Tlaquepaque, en donde se encontraban muchas fincas de descanso de acaudaladas familias tapatías.

La Penitenciaría de Escobedo que por cierto fue un modelo de penitenciaría que si se replicara modificaría la geografía nacional en el sistema de reinserción social, y sería un ejemplo a seguir, era el lugar de donde partía un tranvía que llevaba a las personas hasta orillas del río San Juan de Dios.

Cruzaba la Ciudad de Poniente a Oriente y llegaba justo a los márgenes de ese río que desafortunadamente nunca fue debidamente aprovechado y se convirtió en un canal de desagüe y después fue entubado en tiempos del Gobernador Guadalupe Zuno.

Ese río de San Juan de Dios corría desde los veneros del Agua Azul hacia el norte y desembocaba en la Barranca de Oblatos; relatos de la época y algunas fotografías muy antiguas nos muestran las fuentes que se alimentaban de dicho río para surtir a la Ciudad de Agua, ya que los veneros del Agua Azul generaban agua limpia y cristalina.

(Continuará)