/ miércoles 2 de septiembre de 2020

Claroscuros de la Línea 3

Abel Campirano Marin

A lo largo de 21 kilómetros, la Línea ferroviaria de transporte público número tres de la Ciudad de Guadalajara, transportará diariamente a casi 233 mil pasajeros interconectando los Municipios de Zapopan, Guadalajara y Tlaquepaque y no cabe duda que atenuará los problemas de vialidad en nuestra atribulada Ciudad.

Después que el 7 de agosto de 2014 comenzara su construcción, a lo largo de seis años ha sido objeto de numerosas discusiones sobre diversos tópicos que van entre el tener dos tramos elevados y uno subterráneo, cuando debiera ser al contrario, su elevado costo, su diseño, los daños directos y colaterales al medio ambiente y a comercios que se vieron obligados a cerrar y las inacabables discusiones acerca de si las columnas de sostén deben tener vegetación que las cubra o deben ser pintarrajeadas con arte urbano, que si la inaugura o no el Presidente en turno pese a una pre-inauguración que no lo fue; en fin, ha estado envuelta en la polémica.

De 17 mil millones arribó hasta los 31 mil millones de pesos; se excedió casi al doble del presupuesto y a la fecha de su conclusión, pareciese que no quedó tan adelantada a las necesidades del transporte público de los habitantes de la zona metropolitana de la Ciudad, aunque sin duda coadyuvará enormemente a disminuir los grandes problemas de transportación de un extremo a otro de la Ciudad pero a estas alturas parece rebasada además de trunca ya que en mi opinión debió llegar hasta Tesistán porque dejó muchas colonias y núcleos poblacionales incomunicados.

Dentro del jolgorio que se armará con motivo del controvertido corte de listón y las ansias de cientos o miles de citadinos que ya quieren subirse al tren, no hay que perder de vista cuestiones de suma importancia.

No ha quedado debidamente resuelta la problemática relativa a los daños causados a algunas de las más de 300 fincas que pasa por debajo, así como las fisuras causadas a la antigua Casa de los Perros, a la Catedral, al antiguo Edificio Plaza en el portal que está frente a Palacio de Gobierno, y sobre todo al Templo de San Francisco, uno de los íconos de la Ciudad.

Hay problemas en las torres de concreto que soportan su estructura sobre todo en el Viaducto 2, en el tramo elevado que cruza la Avenida Francisco Silva Romero allá por el rumbo de la estación CUCEI; en algunos tramos sobre la Avenida Avila Camacho se aprecian filtraciones y goteras; de todo esto la Secretaría de Comunicaciones y Transportes ha dicho que no representan riesgo pese a la advertencia en sentido contrario por parte del Colegio de Ingenieros Civiles de Jalisco; No sabemos en definitiva si se cambiaron o no la totalidad de los neoprenos del viaducto que fueron sustituidos en el mes de mayo de 2019, año en el que también se detectaron fisuras en las dovelas. (los arcos que soportan el tren subterráneo)

La Auditoría Superior de la Federación detectó en el tercero informe del avance de obra en el año 2018 que la calidad de los materiales empleados no era buena, y no solo eso sino que se encontraron irregularidades cercanas a los 200 millones de pesos. Quién será responsable de reembolsar al erario ese daño?

En días pasados estuvo en la Ciudad el Secretario de Comunicaciones y Transportes, Jorge Arganis Díaz leal, supervisando las obras, acompañado del Subsecretario de Transporte, el titular de Administración y Finanzas, el Director General de Desarrollo Ferroviario y Multimodal y el Director Deneral del Centro SCT de Jalisco. Vamos a ver que tan bien revisaron porque serán solidariamente responsables de todas las consecuencias de una mala entrega/recepción de la tan llevada y traída como retrasada magna obra de la Línea 3 del Tren Ligero.

* Doctor en Derecho

Twitter: @CampiranoWolf

Abel Campirano Marin

A lo largo de 21 kilómetros, la Línea ferroviaria de transporte público número tres de la Ciudad de Guadalajara, transportará diariamente a casi 233 mil pasajeros interconectando los Municipios de Zapopan, Guadalajara y Tlaquepaque y no cabe duda que atenuará los problemas de vialidad en nuestra atribulada Ciudad.

Después que el 7 de agosto de 2014 comenzara su construcción, a lo largo de seis años ha sido objeto de numerosas discusiones sobre diversos tópicos que van entre el tener dos tramos elevados y uno subterráneo, cuando debiera ser al contrario, su elevado costo, su diseño, los daños directos y colaterales al medio ambiente y a comercios que se vieron obligados a cerrar y las inacabables discusiones acerca de si las columnas de sostén deben tener vegetación que las cubra o deben ser pintarrajeadas con arte urbano, que si la inaugura o no el Presidente en turno pese a una pre-inauguración que no lo fue; en fin, ha estado envuelta en la polémica.

De 17 mil millones arribó hasta los 31 mil millones de pesos; se excedió casi al doble del presupuesto y a la fecha de su conclusión, pareciese que no quedó tan adelantada a las necesidades del transporte público de los habitantes de la zona metropolitana de la Ciudad, aunque sin duda coadyuvará enormemente a disminuir los grandes problemas de transportación de un extremo a otro de la Ciudad pero a estas alturas parece rebasada además de trunca ya que en mi opinión debió llegar hasta Tesistán porque dejó muchas colonias y núcleos poblacionales incomunicados.

Dentro del jolgorio que se armará con motivo del controvertido corte de listón y las ansias de cientos o miles de citadinos que ya quieren subirse al tren, no hay que perder de vista cuestiones de suma importancia.

No ha quedado debidamente resuelta la problemática relativa a los daños causados a algunas de las más de 300 fincas que pasa por debajo, así como las fisuras causadas a la antigua Casa de los Perros, a la Catedral, al antiguo Edificio Plaza en el portal que está frente a Palacio de Gobierno, y sobre todo al Templo de San Francisco, uno de los íconos de la Ciudad.

Hay problemas en las torres de concreto que soportan su estructura sobre todo en el Viaducto 2, en el tramo elevado que cruza la Avenida Francisco Silva Romero allá por el rumbo de la estación CUCEI; en algunos tramos sobre la Avenida Avila Camacho se aprecian filtraciones y goteras; de todo esto la Secretaría de Comunicaciones y Transportes ha dicho que no representan riesgo pese a la advertencia en sentido contrario por parte del Colegio de Ingenieros Civiles de Jalisco; No sabemos en definitiva si se cambiaron o no la totalidad de los neoprenos del viaducto que fueron sustituidos en el mes de mayo de 2019, año en el que también se detectaron fisuras en las dovelas. (los arcos que soportan el tren subterráneo)

La Auditoría Superior de la Federación detectó en el tercero informe del avance de obra en el año 2018 que la calidad de los materiales empleados no era buena, y no solo eso sino que se encontraron irregularidades cercanas a los 200 millones de pesos. Quién será responsable de reembolsar al erario ese daño?

En días pasados estuvo en la Ciudad el Secretario de Comunicaciones y Transportes, Jorge Arganis Díaz leal, supervisando las obras, acompañado del Subsecretario de Transporte, el titular de Administración y Finanzas, el Director General de Desarrollo Ferroviario y Multimodal y el Director Deneral del Centro SCT de Jalisco. Vamos a ver que tan bien revisaron porque serán solidariamente responsables de todas las consecuencias de una mala entrega/recepción de la tan llevada y traída como retrasada magna obra de la Línea 3 del Tren Ligero.

* Doctor en Derecho

Twitter: @CampiranoWolf