/ sábado 15 de diciembre de 2018

Choque de Poder Ejecutivo contra Poder Judicial

De acuerdo a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que rige en todo el país, ese documento que teóricamente entendemos que contiene los anhelos, aspiraciones, valores, deberes y derechos que regulan la vida de todos los mexicanos y sus instituciones, establece atribuciones, como simples ciudadanos y también, cuando son funcionarios o servidores públicos; igual que como trabajadores del sector privado, como mexicanos y sus derechos humanos.

En México desde hace años, no existe una monarquía, de hecho, desde tiempos pre coloniales los emperadores tenochcas y luego durante la colonia, estuvimos sujetos a la corona de España a través de un virreinato, los monarcas o reyes acumulaban tres poderes que ejercían como funciones, administrar el reino (función ejecutiva) dictar leyes (legislativa) y judicial (impartir justicia) gracias a la república los poderes se distribuyen. Cada uno de esos poderes, tiene su ámbito de influencia y el respeto entre ellos garantiza el equilibrio y frena el abuso de los poderes.

México ha propugnado por transitar en un marco legal de instituciones, entendidas estas por estructuras que le den vida, forma y cause a las decisiones que direccionan al país, al margen de los hombres y sus ideologías, la institucionalidad bien entendida, interpretada y consolidada, blinda al país de modas, ocurrencias y medidas circunstanciales o temporales sujetas al devenir de lo cotidiano. Aunque a las instituciones las hacen los hombres estos fallan las instituciones no.

Al rendir protesta, los responsables de cada poder, llámense, diputados y senadores en el Congreso de la Unión que integran al poder legislativo federal, los ministros de la Suprema Corte y jueces integrantes del Poder Judicial, y el presidente de la República jefe del Ejecutivo federal, deben conocer sus facultades, esto es lo que tienen permitido y lo que tienen prohibido, para no extralimitarse en sus funciones o invadir las de otros, que eso sería violentar la constitución y atropellar a otros poderes, lo mismo sucede con los estados de la federación o entidades federativas, para no atropellar funciones del Poder federal pero también para no ser atropellados por otros funcionarios, cada uno tiene su ámbito de acción, su competencia. Un presidente de la república como los gobernadores son jefes solamente y exclusivamente del Poder ejecutivo federal o estatal y no son más, pero tampoco son menos, que los miembros de los demás poderes, a pesar de que en México quienes lo ignoran, desconocen que no tienen poderes como en su momento tenían los reyes, su poder es limitado por las funciones de los otros poderes.

Desde la creación de nuestras constituciones más importantes, la de 1824, la de 1857, y la de 1910, la aspiración es consolidar un México de instituciones no de hombres.

El enfrentamiento del Poder Ejecutivo contra el Poder Judicial es un hecho inocultable, la campaña propagandística desatada contra sus miembros azuzada por un lenguaje violento que nada abona en beneficio de México, el Poder judicial en alguna época, se ha subordinado a la voluntad del presidente, igualmente que el poder Legislativo, pero ni está bien, ni es lo que los mexicanos esperamos con los cambios, mientras un vecino o un niño amenace con “te voy a demandar” el Poder Judicial tiene credibilidad. Es imperativo serenarse y respetarse entre los poderes de la nación. El respeto al derecho ajeno fue la bandera de justicia que hizo grande a Juárez y a México.


sadot16@hotmail.com


De acuerdo a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que rige en todo el país, ese documento que teóricamente entendemos que contiene los anhelos, aspiraciones, valores, deberes y derechos que regulan la vida de todos los mexicanos y sus instituciones, establece atribuciones, como simples ciudadanos y también, cuando son funcionarios o servidores públicos; igual que como trabajadores del sector privado, como mexicanos y sus derechos humanos.

En México desde hace años, no existe una monarquía, de hecho, desde tiempos pre coloniales los emperadores tenochcas y luego durante la colonia, estuvimos sujetos a la corona de España a través de un virreinato, los monarcas o reyes acumulaban tres poderes que ejercían como funciones, administrar el reino (función ejecutiva) dictar leyes (legislativa) y judicial (impartir justicia) gracias a la república los poderes se distribuyen. Cada uno de esos poderes, tiene su ámbito de influencia y el respeto entre ellos garantiza el equilibrio y frena el abuso de los poderes.

México ha propugnado por transitar en un marco legal de instituciones, entendidas estas por estructuras que le den vida, forma y cause a las decisiones que direccionan al país, al margen de los hombres y sus ideologías, la institucionalidad bien entendida, interpretada y consolidada, blinda al país de modas, ocurrencias y medidas circunstanciales o temporales sujetas al devenir de lo cotidiano. Aunque a las instituciones las hacen los hombres estos fallan las instituciones no.

Al rendir protesta, los responsables de cada poder, llámense, diputados y senadores en el Congreso de la Unión que integran al poder legislativo federal, los ministros de la Suprema Corte y jueces integrantes del Poder Judicial, y el presidente de la República jefe del Ejecutivo federal, deben conocer sus facultades, esto es lo que tienen permitido y lo que tienen prohibido, para no extralimitarse en sus funciones o invadir las de otros, que eso sería violentar la constitución y atropellar a otros poderes, lo mismo sucede con los estados de la federación o entidades federativas, para no atropellar funciones del Poder federal pero también para no ser atropellados por otros funcionarios, cada uno tiene su ámbito de acción, su competencia. Un presidente de la república como los gobernadores son jefes solamente y exclusivamente del Poder ejecutivo federal o estatal y no son más, pero tampoco son menos, que los miembros de los demás poderes, a pesar de que en México quienes lo ignoran, desconocen que no tienen poderes como en su momento tenían los reyes, su poder es limitado por las funciones de los otros poderes.

Desde la creación de nuestras constituciones más importantes, la de 1824, la de 1857, y la de 1910, la aspiración es consolidar un México de instituciones no de hombres.

El enfrentamiento del Poder Ejecutivo contra el Poder Judicial es un hecho inocultable, la campaña propagandística desatada contra sus miembros azuzada por un lenguaje violento que nada abona en beneficio de México, el Poder judicial en alguna época, se ha subordinado a la voluntad del presidente, igualmente que el poder Legislativo, pero ni está bien, ni es lo que los mexicanos esperamos con los cambios, mientras un vecino o un niño amenace con “te voy a demandar” el Poder Judicial tiene credibilidad. Es imperativo serenarse y respetarse entre los poderes de la nación. El respeto al derecho ajeno fue la bandera de justicia que hizo grande a Juárez y a México.


sadot16@hotmail.com