/ miércoles 20 de enero de 2021

Chantaje electoral

En medio de la creciente crisis mundial, empujada cada vez con mayor fuerza por la propia humanidad, los desesperados y crecientes gritos que piden ayuda se multiplican. Unos más, unos menos, pero todos queremos y exigimos la ayudad de los demás, pero ¿qué hacemos nosotros para buscar, hallar y dar soluciones o al menos atenuantes a la difícil situación? El presidente López ha pregonado que México tiene un pueblo bueno y que es feliz…feliz. ¿Usted cree? La felicidad es vivir de manera anárquica, al menos en torno a las medidas preventivas frente a la pandemia?

Solamente los políticos y quienes tienen seguro el salario, al menos de manera temporal, pueden sentirse relativamente felices, pero quienes llegan al poder gubernamental son émulos de los quelonios: bien protegidos por el duro caparazón soportado por la demagogia, la indiferencia, la mentira, el abuso, la impunidad y el cinismo. Algunos poco, otros mucho, pero todos tenemos responsabilidad de la difícil situación por la que atraviesa el mundo. Faltaría espacio para señalar las omisiones del gobierno y de la sociedad. A fin de cuentas nuevamente queda “como anillo al dedo”, la frase de que “Estamos como estamos porque somos como somos”. Tampoco se puede hablar de una plena pureza. La mayoría en la humanidad, obedece más a los instintos que tienden más a la perversión.

Así como en otras épocas de la Historia Universal, ahora esta pandemia pone a prueba a la gente. Queda claro que el dolor y la desgracia, acrisolan esfuerzos. Lamentablemente, cuando el hombre sale de la crisis o de sus momentos críticos, vuelve a las andadas, pasando sobre los demás. Las guerras mundiales lo ejemplifican.

Sin embargo, nunca sobran las reflexiones y los llamados al trabajo en unidad. Ahora Jalisco se debate en medio de una vorágine que golpea la salud, la economía y lo que de ahí se deriva. Es problema de seguridad estatal, nacional y mundial y la sociedad. En la entidad, el gobernador, en coordinación con todos los sectores sociales, nuevamente ha dictado medidas que nunca dejarán contentos a todos. Aplica el refrán: “La cobija tapa una parte pero destapa otra”. Y en estos momentos no hay de otra. Es ahí donde el “gandalla” saca sus garras y hace lo suyo.

No está, por demás tomar en cuenta y acatar las medidas sanitarias dictadas a nivel mundial y en Jalisco tampoco hay dejar de lado el esfuerzo gubernamental. Al apoyar lo anterior, en un mensaje a través de redes sociales, el dirigente de la FROC CONLABOR en la entidad, Antonio Álvarez Esparza hizo un llamado a los trabajadores a cumplir con las medidas preventivas ante el Covi 19 y dijo que a pesar de este problema, los empresarios y los trabajadores deben reagruparse y trabajar, dentro de las posibilidades para que la producción y la productividad se mantengan a flote y, mientras no se cumplan las medidas sanitarias, el problema aumentará y no habrá recursos que soporten.

Reconoció que alrededor del 60 por ciento de las empresas tienen crisis económicas lo cual dificulta la revisión de contratos colectivos de trabajo, pero también debe haber acuerdos y convenios (que ya los hay) para cumplir con las normas correspondientes y responder laboralmente a los trabajadores que tampoco pueden recibir incrementos menores a las cifras inflacionarias.

Lamentó Álvarez Esparza la existencia de “resistencias políticas, económicas y sociales que entorpecen recobrar la salud” pero insistió en que “la unidad obrero empresarial y gubernamental debe fortalecerse de manera perdurable”. Es lamentable que la pandemia sea “el anillo” que le cayó bien a ese “dedo transformador” para reutilizar el presupuesto gubernamental y la vacuna, como un chantaje electoral. La perversión social manifestada tiene a Jalisco en semáforo rojo y la gente sigue con gran displicencia y culpando a los demás de la situación. Y…qué pasa?


* Periodista

mjimenezibanez@yahoo.com.mx

En medio de la creciente crisis mundial, empujada cada vez con mayor fuerza por la propia humanidad, los desesperados y crecientes gritos que piden ayuda se multiplican. Unos más, unos menos, pero todos queremos y exigimos la ayudad de los demás, pero ¿qué hacemos nosotros para buscar, hallar y dar soluciones o al menos atenuantes a la difícil situación? El presidente López ha pregonado que México tiene un pueblo bueno y que es feliz…feliz. ¿Usted cree? La felicidad es vivir de manera anárquica, al menos en torno a las medidas preventivas frente a la pandemia?

Solamente los políticos y quienes tienen seguro el salario, al menos de manera temporal, pueden sentirse relativamente felices, pero quienes llegan al poder gubernamental son émulos de los quelonios: bien protegidos por el duro caparazón soportado por la demagogia, la indiferencia, la mentira, el abuso, la impunidad y el cinismo. Algunos poco, otros mucho, pero todos tenemos responsabilidad de la difícil situación por la que atraviesa el mundo. Faltaría espacio para señalar las omisiones del gobierno y de la sociedad. A fin de cuentas nuevamente queda “como anillo al dedo”, la frase de que “Estamos como estamos porque somos como somos”. Tampoco se puede hablar de una plena pureza. La mayoría en la humanidad, obedece más a los instintos que tienden más a la perversión.

Así como en otras épocas de la Historia Universal, ahora esta pandemia pone a prueba a la gente. Queda claro que el dolor y la desgracia, acrisolan esfuerzos. Lamentablemente, cuando el hombre sale de la crisis o de sus momentos críticos, vuelve a las andadas, pasando sobre los demás. Las guerras mundiales lo ejemplifican.

Sin embargo, nunca sobran las reflexiones y los llamados al trabajo en unidad. Ahora Jalisco se debate en medio de una vorágine que golpea la salud, la economía y lo que de ahí se deriva. Es problema de seguridad estatal, nacional y mundial y la sociedad. En la entidad, el gobernador, en coordinación con todos los sectores sociales, nuevamente ha dictado medidas que nunca dejarán contentos a todos. Aplica el refrán: “La cobija tapa una parte pero destapa otra”. Y en estos momentos no hay de otra. Es ahí donde el “gandalla” saca sus garras y hace lo suyo.

No está, por demás tomar en cuenta y acatar las medidas sanitarias dictadas a nivel mundial y en Jalisco tampoco hay dejar de lado el esfuerzo gubernamental. Al apoyar lo anterior, en un mensaje a través de redes sociales, el dirigente de la FROC CONLABOR en la entidad, Antonio Álvarez Esparza hizo un llamado a los trabajadores a cumplir con las medidas preventivas ante el Covi 19 y dijo que a pesar de este problema, los empresarios y los trabajadores deben reagruparse y trabajar, dentro de las posibilidades para que la producción y la productividad se mantengan a flote y, mientras no se cumplan las medidas sanitarias, el problema aumentará y no habrá recursos que soporten.

Reconoció que alrededor del 60 por ciento de las empresas tienen crisis económicas lo cual dificulta la revisión de contratos colectivos de trabajo, pero también debe haber acuerdos y convenios (que ya los hay) para cumplir con las normas correspondientes y responder laboralmente a los trabajadores que tampoco pueden recibir incrementos menores a las cifras inflacionarias.

Lamentó Álvarez Esparza la existencia de “resistencias políticas, económicas y sociales que entorpecen recobrar la salud” pero insistió en que “la unidad obrero empresarial y gubernamental debe fortalecerse de manera perdurable”. Es lamentable que la pandemia sea “el anillo” que le cayó bien a ese “dedo transformador” para reutilizar el presupuesto gubernamental y la vacuna, como un chantaje electoral. La perversión social manifestada tiene a Jalisco en semáforo rojo y la gente sigue con gran displicencia y culpando a los demás de la situación. Y…qué pasa?


* Periodista

mjimenezibanez@yahoo.com.mx