La luz que nos da el sol, es la generadora de la energía que requerimos todos los entes vivos que estamos sobre la faz de la tierra y es gratuita, incluso para quienes ya la están usando para generar la energía renovable, claro con fines de lucro. En cuanto a la energía eléctrica que requerimos los humanos para vivir y que es producto de investigaciones científicas de los tres pasados siglos.
En nuestro país se convirtió en un botín de inversionistas extranjeros, principalmente de Inglaterra quienes la generaban y comercializaban exclusivamente con fines de explotación comercial, sacando todas las ganancias del país teniendo a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) que creó el Gral. Lázaro Cárdenas totalmente en ruinas porque nunca les interesó cumplir con el objetivo social de la CFE que era y es proporcionar el servicio privilegiando el interés colectivo con precios accesibles, después a los sectores industrial y comercial.
Por esta especulación, el pueblo, la salida de capital y la falta de inversión el Presidente López Mateos nacionalizó la luz el 27 de septiembre de 1960 (día de su cumpleaños) con estas palabras: “Pueblo de México, les devuelvo la energía eléctrica que es de la exclusiva propiedad de la Nación; pero no se confíen porque en años futuros algunos malos mexicanos, identificados con las peores causas, intentarán con medios sutiles, entregar de nuevo el petróleo y nuestros recursos naturales a los inversionistas extranjeros”.
Les dejo la misión de no permitir que vuelvan a caer en manos extranjeras”. A 46 años del discurso nacionalista de López Mateos, llegó a la presidencia Calderón del PAN y como antipatriota inicia la entrega de las concesiones a Iberdrola para exportar la energía solar y eólica por encima de la CFE. A 52 años de la nacionalización de la luz, llega Peña Nieto del PRI, quien asesorado por un selecto equipo del clan Salinista y por el mismo Salinas, y en su calidad de presidente electo hace una gira por Europa, vista a los empresarios y banqueros de las industrias petroleras comprometiéndose a darles las concesiones para la explotación del petróleo, gas y electricidad; les expresa que tiene mayoría en el Congreso y también se compromete a cambiar la Constitución lográndolo, a través de un pacto, que le aprueban el PAN, PRI y PRD, pacto que le redactaron los grandes despachos de las empresas trasnacionales, con asesores Salinistas y que le aprueba el poder Legislativo a las 48 hrs.
El fondo del pacto era la Reforma Energética que Salinas mencionó y que le quedó pendiente hasta que llegó su hijo putativo Peña Nieto, así por medio de concesiones leoninas, entregó los negocios de PEMEX y de la CFE convirtiéndose en el traidor a la Patria a que se refirió López Mateos.
A 58 años del discurso de López Mateos, llega López Obrador y encuentra que lo previsto por López Mateos se había cumplido al entregar los recursos naturales y así se da a la tarea de rescatarlos, la tarea ahora es más compleja, ya no se trata de nacionalizar y pagar, ahora hay un manto protector jurídico para los inversionistas extranjeros por los tratados internacionales y convenios, con quienes hay que negociar, además están organismos cúpulas empresariales de aquí y de acullá, protectores de empresarios sátrapas que tienen medios de comunicación a su servicio, lo que hace más complicado el rescate de la CFE y del mismo PEMEX. El Presidente Andrés Manuel López Obrador se apoya en la ideología nacional de Lázaro Cárdenas y de López Mateos y lanza un ristre, va por la CFE y PEMEX – México vale más que estas empresas extranjeras.