Lo que vivieron los miembros y simpatizantes del Partido de Morena (Movimiento de Regeneración Nacional), en ocho de los veinte Distritos Electorales en el Estado de Jalisco, para elegir a través del voto a sus representantes nacionales que una vez insaculados, los delegados decidirán el destino de su partido político en la Convención Nacional de esta institución política.
Esta acción bárbara no tiene precedente en la historia de la organización política de la vida partidista en el Estado de Jalisco, en el reventar con violencia y armas de fuego las reuniones electorales internas para lo que fueron convocados los miembros de esta institución política, donde MORENA se está distinguiendo en el Estado como un partido de izquierda renovada, donde no hay tendencias ideológicas, marxistas ni leninistas, solamente un partido de izquierda progresista al servicio de los intereses del pueblo y para el pueblo, la visión partidista se está transformando para seguir participando en las contiendas electorales y en la próxima que se avecina para elegir diputados locales, presidentes municipales, regidores y diputados federales.
El contexto político que se ha dado con los morenistas en el Estado, es por el control político de este partido, donde el poder presidencial sigue siendo la manzana de la discordia con los nombramientos de los delegados estatales que han transformado la administración pública federal, al centralizar el poder federal en delegados del gobierno federal en una sola persona.
En todos los Estados de la República, donde se rinden cuentas a la figura de súper delegado del gobierno federal y no tanto a las Secretarías de Estado que designa el Presidente de la República, convierte a los delegados federales en una figura de vicegobernador estatal.
La lucha por el poder político en el Estado de Jalisco no se debe de dar con golpes y armas de fuego, con robos y saqueos de boletas electorales y computadoras; la lucha por el poder de los morenistas se debe de dar en el convencer con la palabra y las acciones demostradas en el trabajo político electoral, ya que esta manifestación de violencia en un partido de izquierda no debe de prevalecer en las contiendas electorales internas, ni mucho menos en radicalismos individuales que ha manifestado su dirigente estatal que sin comprender los alcances de la contienda electoral trabaja para convencer a su dirigente nacional en la anulación del proceso electoral del sábado 12 de octubre.
No solo busca la anulación de los ocho distritos violentos, sino busca la anulación de los veinte distritos electorales, donde doce reuniones de asamblea interna electoral trabajaron sin incidente violento alguno.
El asunto a tratar de esta contienda electoral en los ocho distritos donde hubo heridos y golpeados se encuentra emplazado en el ¿quién está moviendo a los títeres partidistas en esta contienda electoral estatal?, ¿a quién o quienes benefician esos actos violentos partidistas? ¿porque tratar de anular las contiendas electorales distritales en el Estado de Jalisco?
Profesor de Derecho, Miembro del Observatorio sobre Justicia y Seguridad UdeG.
* Miembro fundador de la Asociación Nacional de Doctores en Derecho. Capítulo Jalisco
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