/ martes 21 de noviembre de 2023

Tiempo de Mujeres

El mito del “macho mexicano” queda en el ayer y se convierte en un estereotipo que subsiste en literatura y cine de décadas anteriores. Hoy existe un “consenso de género” en el que se acepta y pide involucrar al 50% de la población y electorado.

El voto a las mujeres en México se logró en las elecciones federales del 3 de julio de 1955. Desde hace 7 décadas es constante la intensa movilización femenina luchando por espacios públicos, cargos directivos y órganos de decisión en igualdad de condiciones que el varón al grado que las últimas dos legislaturas federales contaron con paridad de género y por primera vez en la historia una mujer encabeza la lucha por las preferencias electorales y los sondeos de opinión pública la dan por ganadora.

Según encuestas y coaliciones formadas por partidos políticos, en Jalisco será similar la tónica: una mujer encabeza la lucha por la gubernatura. Y en Zapopan se aspira a que ocurra lo mismo: que una mujer sea la que abandere la causa y sobre todo, el proyecto de transformación del municipio.

Pero que una mujer ocupe un espacio de representación popular no necesariamente significa que tenga una agenda de género o que se preocupe por el resto de mujeres. En muchas de ellas subsiste un “machismo” heredado por sus condiciones de vida, con un “pacto subconsciente” con el sistema patriarcal que las lleva a repetir patrones de conducta y ofensas a mujer o varón por igual.

Lo que se trata ahora, con esa ola de mujeres al poder, es cambiar la forma de hacer política desde una consciencia plena de nuestros derechos, de desigualdades y de causas de origen que generan violencia estructural y, particularmente, de género.

Las mujeres progresistas debemos defender la causa y ocupar espacios públicos demostrando sororidad (solidaridad femenina en situaciones de discriminación sexual y actitudes y patrones machistas) y enarbolar una agenda de género que busque rescatar de la exclusión al resto de mujeres: pobres, indígenas, obreras, campesinas, amas de casa, trabajadoras, intelectuales y todas aquellas cuya forma de existencia las margina de una u otra forma de asuntos públicos o privados.

Uno de mis principales planteamientos es el del género que deberá ser incorporado de manera transversal vía un impulso del esquema legal hasta lo práctico, relacionando diagnóstico, evaluación y seguimiento e implementar un Observatorio para Prevenir la Violencia de Género y una amplia campaña de concientización a toda la población, iniciando por la administración municipal, órganos de justicia y buen gobierno.

¡Es tiempo de las mujeres!


Regidora de Morena Zapopan*

Mail: karla.diaz@zapopan.gob.mx

X: _KarlaDiaz_

FB: Karla Díaz

Instagram: _karladiaz_1

El mito del “macho mexicano” queda en el ayer y se convierte en un estereotipo que subsiste en literatura y cine de décadas anteriores. Hoy existe un “consenso de género” en el que se acepta y pide involucrar al 50% de la población y electorado.

El voto a las mujeres en México se logró en las elecciones federales del 3 de julio de 1955. Desde hace 7 décadas es constante la intensa movilización femenina luchando por espacios públicos, cargos directivos y órganos de decisión en igualdad de condiciones que el varón al grado que las últimas dos legislaturas federales contaron con paridad de género y por primera vez en la historia una mujer encabeza la lucha por las preferencias electorales y los sondeos de opinión pública la dan por ganadora.

Según encuestas y coaliciones formadas por partidos políticos, en Jalisco será similar la tónica: una mujer encabeza la lucha por la gubernatura. Y en Zapopan se aspira a que ocurra lo mismo: que una mujer sea la que abandere la causa y sobre todo, el proyecto de transformación del municipio.

Pero que una mujer ocupe un espacio de representación popular no necesariamente significa que tenga una agenda de género o que se preocupe por el resto de mujeres. En muchas de ellas subsiste un “machismo” heredado por sus condiciones de vida, con un “pacto subconsciente” con el sistema patriarcal que las lleva a repetir patrones de conducta y ofensas a mujer o varón por igual.

Lo que se trata ahora, con esa ola de mujeres al poder, es cambiar la forma de hacer política desde una consciencia plena de nuestros derechos, de desigualdades y de causas de origen que generan violencia estructural y, particularmente, de género.

Las mujeres progresistas debemos defender la causa y ocupar espacios públicos demostrando sororidad (solidaridad femenina en situaciones de discriminación sexual y actitudes y patrones machistas) y enarbolar una agenda de género que busque rescatar de la exclusión al resto de mujeres: pobres, indígenas, obreras, campesinas, amas de casa, trabajadoras, intelectuales y todas aquellas cuya forma de existencia las margina de una u otra forma de asuntos públicos o privados.

Uno de mis principales planteamientos es el del género que deberá ser incorporado de manera transversal vía un impulso del esquema legal hasta lo práctico, relacionando diagnóstico, evaluación y seguimiento e implementar un Observatorio para Prevenir la Violencia de Género y una amplia campaña de concientización a toda la población, iniciando por la administración municipal, órganos de justicia y buen gobierno.

¡Es tiempo de las mujeres!


Regidora de Morena Zapopan*

Mail: karla.diaz@zapopan.gob.mx

X: _KarlaDiaz_

FB: Karla Díaz

Instagram: _karladiaz_1