/ lunes 8 de julio de 2019

Pensar en el futuro

Sucesión es una serie de elementos, finita o infinita, que se siguen unos detrás de los otros en el tiempo o en el espacio obedeciendo un orden; se refiere también al reemplazo o la sustitución de alguien en el desempeño de una función o cargo. Jurídicamente hablando, el derecho de sucesión es el conjunto de bienes, derechos y obligaciones que los sucesores heredan tras la muerte de alguien, de tal manera que, en este caso, es sinónimo de herencia.

Pretender abordar la naturaleza jurídica del Derecho de Sucesiones o la Sucesión sugiere, antes que nada, comprender el amplio campo de un sistema jurídico como una totalidad, es por ello que la problemática no puede sino dirigirse a llamar a los sistemas que han prevalecido en la Historia del Derecho, para poder ser tratada de manera justa, como se estudia en el Derecho Romano que se enfoca a la sucesión en la persona en su patrimonio y el Germano que se refiere a la sucesión en los bienes, en cuanto se refiere a los herederos del Derecho continental o europeo.

La sucesión en sí, se puede comprender desde varios aspectos como en la ecología, numérica, matemática, aritmética, en la que cada una despliega vital y particular definición y campo geopolítico.

Ahora bien, las organizaciones empresariales, del tamaño que sean, tienen riesgos de fracasar o desaparecer, cuando van pasando (en el mejor de los casos), de una generación a otra, en virtud de que la sucesión es la etapa más crítica en la etapa familiar, ya que los expertos en estos temas aseguran que para la sobrevivencia y trascendencia de la organización, debe elegirse al sucesor idóneo a efecto de que se siga conservando y acrecentando el patrimonio, la empresa y consecuentemente de los socios.

El Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), en los censos económicos de 2014, publica que en México existen aproximadamente 3´724,019 empresas familiares, se concentran en comercio 49.9%, servicios 36.7% e industrias manufactureras 11.7%. De acuerdo a las estadísticas recientes el 70% de los negocios familiares desaparecen después de la muerte de su fundador, solo entre un 10 y un 15% consiguen llegar a la tercera generación, que, por lo general, disuelve el patrimonio creado. Gran parte de la productividad, está asentada en las empresas familiares, pues ellas representan el 83% de la totalidad y la aportación del 53% del Producto Interno Bruto (PIB).

Existen estudios e investigaciones que reflejan que las principales causas del fracaso de la empresa familiar van desde: deficiencias de planeación, faltas en procesos de análisis, faltas de indicadores para controlar qué es lo que está sucediendo con los fondos que se están mal administrando y en problemas de ejecución, finanzas, mercadotecnia, recursos humanos, administración y lo más importante, que los sucesores no se pongan de acuerdo en cómo trabajar para que su empresa no fracase.

En otro orden de ideas, la importancia de la empresa familiar en el desarrollo económico de un país es un hecho indiscutible, aún más si son analizadas las consecuencias de sus actividades empresariales en el desarrollo integral de una sociedad. Con las siguientes cifras de participación de las empresas familiares en la economía mundial que proporciona el Instituto de la Empresa Familiar, podemos hacernos una idea de la importancia económica de este tipo de organizaciones: tres círculos de la empresa familiar; familia, empresa y propiedad, dándoles importancia también a los antepasados.

En conclusión, una empresa familiar es aquella en la que la propiedad y/o la dirección de la empresa se encuentran en manos de una familia que tienen vocación de continuidad, ya que desean que la empresa continúe en un futuro en manos de sus descendientes (Barroso, et al., 2012).

Estimado lector, usted tiene la mejor opinión al respecto, estoy convencido que las empresas en general deben pensar en el futuro de la misma para sobrevivir en estos tiempos y los venideros, ya que no es fácil controlarlas sin una misión, visión y valores. Gracias por sus aportaciones y comentarios.


*Rector General del Centro Universitario UTEG.

Email: joseroque@uteg.edu.mx


Sucesión es una serie de elementos, finita o infinita, que se siguen unos detrás de los otros en el tiempo o en el espacio obedeciendo un orden; se refiere también al reemplazo o la sustitución de alguien en el desempeño de una función o cargo. Jurídicamente hablando, el derecho de sucesión es el conjunto de bienes, derechos y obligaciones que los sucesores heredan tras la muerte de alguien, de tal manera que, en este caso, es sinónimo de herencia.

Pretender abordar la naturaleza jurídica del Derecho de Sucesiones o la Sucesión sugiere, antes que nada, comprender el amplio campo de un sistema jurídico como una totalidad, es por ello que la problemática no puede sino dirigirse a llamar a los sistemas que han prevalecido en la Historia del Derecho, para poder ser tratada de manera justa, como se estudia en el Derecho Romano que se enfoca a la sucesión en la persona en su patrimonio y el Germano que se refiere a la sucesión en los bienes, en cuanto se refiere a los herederos del Derecho continental o europeo.

La sucesión en sí, se puede comprender desde varios aspectos como en la ecología, numérica, matemática, aritmética, en la que cada una despliega vital y particular definición y campo geopolítico.

Ahora bien, las organizaciones empresariales, del tamaño que sean, tienen riesgos de fracasar o desaparecer, cuando van pasando (en el mejor de los casos), de una generación a otra, en virtud de que la sucesión es la etapa más crítica en la etapa familiar, ya que los expertos en estos temas aseguran que para la sobrevivencia y trascendencia de la organización, debe elegirse al sucesor idóneo a efecto de que se siga conservando y acrecentando el patrimonio, la empresa y consecuentemente de los socios.

El Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), en los censos económicos de 2014, publica que en México existen aproximadamente 3´724,019 empresas familiares, se concentran en comercio 49.9%, servicios 36.7% e industrias manufactureras 11.7%. De acuerdo a las estadísticas recientes el 70% de los negocios familiares desaparecen después de la muerte de su fundador, solo entre un 10 y un 15% consiguen llegar a la tercera generación, que, por lo general, disuelve el patrimonio creado. Gran parte de la productividad, está asentada en las empresas familiares, pues ellas representan el 83% de la totalidad y la aportación del 53% del Producto Interno Bruto (PIB).

Existen estudios e investigaciones que reflejan que las principales causas del fracaso de la empresa familiar van desde: deficiencias de planeación, faltas en procesos de análisis, faltas de indicadores para controlar qué es lo que está sucediendo con los fondos que se están mal administrando y en problemas de ejecución, finanzas, mercadotecnia, recursos humanos, administración y lo más importante, que los sucesores no se pongan de acuerdo en cómo trabajar para que su empresa no fracase.

En otro orden de ideas, la importancia de la empresa familiar en el desarrollo económico de un país es un hecho indiscutible, aún más si son analizadas las consecuencias de sus actividades empresariales en el desarrollo integral de una sociedad. Con las siguientes cifras de participación de las empresas familiares en la economía mundial que proporciona el Instituto de la Empresa Familiar, podemos hacernos una idea de la importancia económica de este tipo de organizaciones: tres círculos de la empresa familiar; familia, empresa y propiedad, dándoles importancia también a los antepasados.

En conclusión, una empresa familiar es aquella en la que la propiedad y/o la dirección de la empresa se encuentran en manos de una familia que tienen vocación de continuidad, ya que desean que la empresa continúe en un futuro en manos de sus descendientes (Barroso, et al., 2012).

Estimado lector, usted tiene la mejor opinión al respecto, estoy convencido que las empresas en general deben pensar en el futuro de la misma para sobrevivir en estos tiempos y los venideros, ya que no es fácil controlarlas sin una misión, visión y valores. Gracias por sus aportaciones y comentarios.


*Rector General del Centro Universitario UTEG.

Email: joseroque@uteg.edu.mx