/ martes 12 de octubre de 2021

Lozoya y la cena de la discordia

El pasado fin de semana circularon en redes sociales una serie de imagines de Emilio Lozoya cenando en un restaurante en la Ciudad de México lo que indignó a una parte de la población, pero contrariamente en lugar de cuestionar el roll y la postura de la Fiscalía General de la República o el actuar del mismo Lozoya, hubo cierta parte de la población que cuestionaron al restaurante, que posiblemente sería lo menos importante.

Debemos recordar que Emilio Lozoya es parte de un proceso judicial por la corrupción que existió en la administración pasada y algunos personajes relacionados con la empresa Odebretch, pero se ha convertido en el personaje encargado de revelar información no sólo de ese caso de corrupción sino de otros más que han puesto a temblar a muchos, por ejemplo, personajes que participaron en la aprobación de la Reforma Energética.

Lo preocupante no es que el restaurante le haya permitido la entrada, o las personas que lo acompañaban, lo realmente importante es el acto, el mensaje que se manda a la población de preocupación nula ante el proceso que enfrente y ahí es donde podemos hablar del nivel de impunidad o corrupción que vive México en el que la justicia y su certeza pueden ser cuestionadas.

Para ello tenemos le índice de Percepción de la Corrupción, que en 2020 México mejoró dos puntos y seis lugares respecto a 2019 y su calificación es de 31 puntos (donde 0 sería la evaluación más baja y 100 la mejor evaluación posible), eso no significa que vamos bien, significa que hay mucho por hacer en la materia y ahora serán los hechos los que hagan avanzar a México.

Con esta calificación, México se ubica ahora en el lugar 124 de 180 países evaluados y continúa siendo el país con la calificación más baja entre los países que integran la OCDE.

El avance que se logró se da por la puesta en marcha de algunas modificaciones en el marco legal y la creación de instituciones que tienen como objetivo combatir la corrupción, como el Sistema Nacional Anticorrupción, las Fiscalía en la materia, pero hoy el gran reto es que funcionen y hagan bien su trabajo, de eso dependerá que México avance y logre alcanzar los niveles que paradójicamente se tenían en 2014-2015 año en que México obtuvo 35 puntos, el número más alto del país en los últimos años.

Lamentablemente con ejemplos como el de Lozoya no sólo se pone a prueba el combate a la corrupción sino la certeza jurídica y la calidad en la impartición de justicia, factores que son claves para el desarrollo económico del país, ya que México al ser una economía que necesita de la llegada de inversiones al país no se puede dar el lujo de perderlas por la falta de certeza jurídica.

El riesgo país para la inversión en México hoy está latente, por decisiones que se han tomado en materia económica durante la pandemia, es decir, la falta de apoyos a más de un millón de empresas que tuvieron que cerrar sus puertas, o la inseguridad que se vive en el país.

Es por eso que, aunque se diga que es legal pero inmoral que Lozoya vaya a cenar a uno de los restaurantes más lujosos en la Ciudad de México, el problema es la percepción y el mensaje que se manda a la población, al sector empresarial y al resto de los países.

Hoy el reto es combatir la corrupción, recordemos que en otros países por el mismo caso Odebretch han caído presos ex presidentes, aquí lamentablemente el "preso" con arraigo domiciliario puede ir a cenar tranquilamente.

* Académico Universidad Panamericana.

@alfredocejar

El pasado fin de semana circularon en redes sociales una serie de imagines de Emilio Lozoya cenando en un restaurante en la Ciudad de México lo que indignó a una parte de la población, pero contrariamente en lugar de cuestionar el roll y la postura de la Fiscalía General de la República o el actuar del mismo Lozoya, hubo cierta parte de la población que cuestionaron al restaurante, que posiblemente sería lo menos importante.

Debemos recordar que Emilio Lozoya es parte de un proceso judicial por la corrupción que existió en la administración pasada y algunos personajes relacionados con la empresa Odebretch, pero se ha convertido en el personaje encargado de revelar información no sólo de ese caso de corrupción sino de otros más que han puesto a temblar a muchos, por ejemplo, personajes que participaron en la aprobación de la Reforma Energética.

Lo preocupante no es que el restaurante le haya permitido la entrada, o las personas que lo acompañaban, lo realmente importante es el acto, el mensaje que se manda a la población de preocupación nula ante el proceso que enfrente y ahí es donde podemos hablar del nivel de impunidad o corrupción que vive México en el que la justicia y su certeza pueden ser cuestionadas.

Para ello tenemos le índice de Percepción de la Corrupción, que en 2020 México mejoró dos puntos y seis lugares respecto a 2019 y su calificación es de 31 puntos (donde 0 sería la evaluación más baja y 100 la mejor evaluación posible), eso no significa que vamos bien, significa que hay mucho por hacer en la materia y ahora serán los hechos los que hagan avanzar a México.

Con esta calificación, México se ubica ahora en el lugar 124 de 180 países evaluados y continúa siendo el país con la calificación más baja entre los países que integran la OCDE.

El avance que se logró se da por la puesta en marcha de algunas modificaciones en el marco legal y la creación de instituciones que tienen como objetivo combatir la corrupción, como el Sistema Nacional Anticorrupción, las Fiscalía en la materia, pero hoy el gran reto es que funcionen y hagan bien su trabajo, de eso dependerá que México avance y logre alcanzar los niveles que paradójicamente se tenían en 2014-2015 año en que México obtuvo 35 puntos, el número más alto del país en los últimos años.

Lamentablemente con ejemplos como el de Lozoya no sólo se pone a prueba el combate a la corrupción sino la certeza jurídica y la calidad en la impartición de justicia, factores que son claves para el desarrollo económico del país, ya que México al ser una economía que necesita de la llegada de inversiones al país no se puede dar el lujo de perderlas por la falta de certeza jurídica.

El riesgo país para la inversión en México hoy está latente, por decisiones que se han tomado en materia económica durante la pandemia, es decir, la falta de apoyos a más de un millón de empresas que tuvieron que cerrar sus puertas, o la inseguridad que se vive en el país.

Es por eso que, aunque se diga que es legal pero inmoral que Lozoya vaya a cenar a uno de los restaurantes más lujosos en la Ciudad de México, el problema es la percepción y el mensaje que se manda a la población, al sector empresarial y al resto de los países.

Hoy el reto es combatir la corrupción, recordemos que en otros países por el mismo caso Odebretch han caído presos ex presidentes, aquí lamentablemente el "preso" con arraigo domiciliario puede ir a cenar tranquilamente.

* Académico Universidad Panamericana.

@alfredocejar

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