No obstante abrigar aspectos muy importantes para la vida nacional, la actual precampaña -electoral se caracteriza por la manera, a veces teatral, de realizar las cosas.
Mucha gente está atenta al curso de los acontecimientos políticos para estar bien informada, pero al mismo tiempo, con la intención de pasar un buen rato con los chismes cotidianos en que se ven envueltos los protagonistas. Ya que, de que esto es un show, a nadie le queda la menor duda.
O sea que con este estilo de hacer pre-campaña se consiguen dos objetivos: aparte de buscar el triunfo en la lucha por el poder, entretener a la población y mantenerla alejada de “los malos pensamientos”.
Y vaya que el enfrentamiento tiene sus detalles. Uno de ellos es la coincidencia de que en tres de los partidos principales se han presentado problemas de división.
En Morena se dijo primero que en la elección de precandidato al gobierno de la ciudad de México, hubo choque de influencias entre Claudia Sheinbaum, que tenía como favorito a Omar García Harfuch, y el presidente López Obrador, que de alguna manera respaldó a Clara Brugada para alcanzar la posición.
Y eso no fue todo, porque luego ha venido la reincorporación al partido de Marcelo Ebrard, que en principio fue tomada como un gesto de reunificación, pero luego ha sido denunciada como un diferendo, por el hecho de que Ebrard ha considerado que se le deben otorgar posiciones a él y a su gente. Pero Claudia no ha estado de acuerdo con ello.
Por el otro lado, en el Frente Amplio, la precandidata Xochitl Gálvez volvió a meter el choclo al descalificar públicamente Alito, presidente del PRI, para después corregir desangeladamente su acusación, ya que el tricolor es uno de los partidos que la sostiene.
Aparte de que en Movimiento Ciudadano no cantan mal las rancheras, puesto que en un principio, el Gobernador de Jalisco pretendía que el MC se uniera al Frente Amplio para que la figura de Xóchitl Gálvez adquiriera mayor fuerza y aumentaran sus posibilidades de realmente hacerle frente a Claudia Sheinbaum en el combate por la presidencia de México. Aunque de inmediato se encontró con la negativa del presidente del propio instituto, Dante Delgado, quien hizo saber que no habría tal integración, ya que MC apoyaría su propio candidato. Como lo ha hecho postulando a Samuel García
Todo un panorama de desacuerdos y ambiciones personales es lo que se ha observado en el tiempo que lleva la actual precampaña electoral.
Además del show de dimes y diretes que se está dando entre los contendientes de los diferentes partidos. Lo que obviamente repercute en que se dé menos espacio a las propuestas concretas en beneficio de la población.
Y el resultado de todo este embrollo es una situación de incertidumbre entre la población, que no alcanza a entender quién podrá ser el ganador en la batalla política que se está librando, y menos lo que le espera para los próximos 6 años.
