A los conocedores de la política no les ha causado ninguna sorpresa que Pablo Lemus haya sido declarado como gobernador electo del estado de Jalisco, ya que conforme a los cálculos hechos por los expertos en política, esto era de esperarse. Tal y como se anticipó también en una de nuestra columnas recientes, que se tituló “Los Compromisos y Lemus”.
Desde aquel entonces, el escenario se veía favorable a un triunfo de Movimiento Ciudadano que de esta forma, seguiría teniendo como una posición política a esta entidad federativa. (No debemos olvidar que vivimos una democracia, pero pintadita de partidocracia).
Alguien se atrevió a pensar que en un gesto extremo de pragmatismo, inclusive AMLO no vería con malos ojos un apoyo popular al abanderado emecista. Cuando menos eso e lo que se decía en los corrillos, en las plazas, en los cafés y en algunos hogares.
Porque lo que importaba era el triunfo de Morena con Claudia Sheinbam, que es de alcances nacionales y en que está de por medio la supervivencia de la Cuarta Transformación. Tarea en la cual el Partido Movimiento Ciudadano habría puesto su grano de arena, al postular un tercer candidato a la presidencia, que fue Jorge Alvarez Máynez, con lo cual –opinaron observadores agudos- restarían votos a la candidatura de Xóchitl Gálvez.
Volviendo al caso de Lemus, lo que ha sido notorio es la avalancha de apoyos que ha recibido tras las elecciones del 2 de Junio, en que se incluyen no sólo todos los sectores de su partido, del empresariado y de sus simpatizantes, sino inclusive del Gobernador Enrique Alfaro, de la Universidad de Guadalajara, y ahora hasta del presidente López Obrador. Todos ellos reconocen la victoria electoral de Lemus, pese a la airada impugnación del Partido Morena, cuyo presidente nacional, Mario Delgado, se encuentra en Jalisco con el propósito de dar fuerza a las protestas.
Pero bueno, tal parece que Claudia Delgadillo, Mario y sus huestes, no llevan las de ganar y finalmente podrían quedarse solos al final del cuento.
AMLO anda “que pone huevo” con el triunfo de Sheimbaum; dicen que asemeja a “un niño con juguete nuevo”, por el encumbramiento de Claudia y el amplio triunfo que su partido ha tenido a nivel nacional. Por ello, Jalisco tal vez no cuente mucho a la hora de un balance. Faltaría sólo esperar lo que diga Sheinbaum al respecto. Sin olvidar que también anda entusiasmada con todo lo que está a su favor y no le importaría mucho un prietito en el arroz.
Resulta pues, después de todo esto, que la figura de Pablo Lemus como gobernador electo ha crecido y de llegar a la gubernatura del estado, tal como se prevé, lo que se espera es que ahora el apoyo directo que tenga sea básicamente de los ciudadanos. Y que no haya enfrentamientos en Jalisco, que son nocivo para la población. Mejor que haya cooperación, entendimiento, unidad, por el bien de todos.
Conviene aclarar que el buen ambiente, de trabajo y convivencia, durante los próximos años, depende principalmente de Pablo, que deberá acercarse al pueblo, para atender sus necesidades. Mientras que la oposición podrá hacer su parte, aceptando el diálogo y respaldando los buenos programas de gobierno.
Pablo es considerado una persona responsable y por lo tanto respetable. No necesita de corifeos de dudoso prestigio para trabajar con firmeza. Sólo deben dejarlo trabajar; ya es mayor de edad.
En todo caso, la sociedad auténtica es la que debe ayudarlo a hacer un buen gobierno.
