/ viernes 28 de septiembre de 2018

Futbol y rencor son mala combinación

Makalakesh


Desde hace décadas el futbol en México es el entretenimiento número uno y eso no parece que cambiará, este deporte une familias, crea lazos y lo más importante es que genera sentimientos, además de también generar hoy en día cantidades muy atractivas de dinero; no es fenómeno local, en todo el globo se viven las pasiones que libera este deporte inventado por los ingleses y que los gringos se aferran a llamarle soccer.

El pasado fin de semana se vivió uno de los capítulos más bochornosos y tristes de los últimos años en cuanto entretenimiento deportivo y sus aristas, los vídeos virales que explotaron en las redes, el grado de maldad salvajemente retratada en esas imágenes en donde un montón de pseudoaficionados atacan físicamente a un "rival" del equipo enemigo, en verdad que te quitaba el aliento, pero lo más triste es que pasa más seguido de lo que pensamos, en esta ocasión no hubo muertes que lamentar, sólo fue una muestra de lo que puede llegar a pasar si no se hace algo fuerte al respecto.

¿El futbol es el culpable de esto? Por supuesto que no, el futbol no tiene la culpa de generar tal pasión que en este caso convirtió a jóvenes mexicanos en lo que parecían un montón de bestias, muchos trataron de culpar a algunas personas y ciertos medios de comunicación hasta trataron de culpar a influencers por alimentar de mala manera la rivalidad entre estos dos equipos del norte. Los que dilapidaron a ese joven seguramente budistas no eran, ¿serán estudiantes?, ¿tendrán trabajo alguno?, ¿por qué son tan fanáticos al fútbol y a su equipo que hasta se tatúan el escudo en su pecho? La pasión es tan hermosa como peligrosa, peligrosa es la pasión en los corazones pequeños, yo miré a un montón de mexicanos con mucha pasión y corazones pequeños, tan pequeños que para mí dejaron de tener algo que se le pareciera.

Qué cosas motivan a la juventud como para degradarse de esa manera usando un estandarte muy endeble con la excusa de ser parte de una porra futbolera, yo creo que la mayoría pensamos en los papás de estos responsables de barbarie. No hay nadie más culpable por las acciones de estos seres que sus papás. Para empezar dudo que hayan tenido una buena familia, unos buenos padres y sin exagerar dudo que tengan la capacidad de empatía que todo humano decente que viene a este planeta trae bajo el brazo, qué o quienes criaron a tan espantosas personas violentas, imaginen que uno de esos sujetos sea tu vecino o pretenda salir con tu hija.

Obviamente después de los hechos las autoridades locales, las del estadio y las autoridades de los clubs acordaron medidas para tratar de evitar que algo parecido no vuelva a ocurrir. Una de las medidas que quiere analizar la Federación Mexicana de Futbol (FMF) es eliminar las porras visitantes en todos los estadios del país, no sabemos si vaya a servir pero por lo menos se están tomando cartas en el asunto ya que el juego por supuesto que tiene que continuar, esos cheques no se llenan solos.

El futbol y el rencor son mala combinación. Yo recuerdo haber llorado cuando tenía 10 años ya que las Chivas le habían ganado a las águilas del América. Recibí las burlas de mis hermanos mayores y eso me hizo enojar, sentir impotencia y llorar, tenía 10 años, ahora trato de imaginar qué sentían esas personas que arrojaron piedras a la cabeza de una persona, ¡el partido aún ni comenzaba! Nadie se rió de ellos, ¿tan grave es el asunto de estar en una porra futbolera que tienes que casi matar a los de la porra contraría?, ¿qué clase de club siniestro es esto? Lo único que sé es que ni loco llevaría a mis seres queridos al estadio a ver un Tigres vs Monterrey.


Makalakesh


Desde hace décadas el futbol en México es el entretenimiento número uno y eso no parece que cambiará, este deporte une familias, crea lazos y lo más importante es que genera sentimientos, además de también generar hoy en día cantidades muy atractivas de dinero; no es fenómeno local, en todo el globo se viven las pasiones que libera este deporte inventado por los ingleses y que los gringos se aferran a llamarle soccer.

El pasado fin de semana se vivió uno de los capítulos más bochornosos y tristes de los últimos años en cuanto entretenimiento deportivo y sus aristas, los vídeos virales que explotaron en las redes, el grado de maldad salvajemente retratada en esas imágenes en donde un montón de pseudoaficionados atacan físicamente a un "rival" del equipo enemigo, en verdad que te quitaba el aliento, pero lo más triste es que pasa más seguido de lo que pensamos, en esta ocasión no hubo muertes que lamentar, sólo fue una muestra de lo que puede llegar a pasar si no se hace algo fuerte al respecto.

¿El futbol es el culpable de esto? Por supuesto que no, el futbol no tiene la culpa de generar tal pasión que en este caso convirtió a jóvenes mexicanos en lo que parecían un montón de bestias, muchos trataron de culpar a algunas personas y ciertos medios de comunicación hasta trataron de culpar a influencers por alimentar de mala manera la rivalidad entre estos dos equipos del norte. Los que dilapidaron a ese joven seguramente budistas no eran, ¿serán estudiantes?, ¿tendrán trabajo alguno?, ¿por qué son tan fanáticos al fútbol y a su equipo que hasta se tatúan el escudo en su pecho? La pasión es tan hermosa como peligrosa, peligrosa es la pasión en los corazones pequeños, yo miré a un montón de mexicanos con mucha pasión y corazones pequeños, tan pequeños que para mí dejaron de tener algo que se le pareciera.

Qué cosas motivan a la juventud como para degradarse de esa manera usando un estandarte muy endeble con la excusa de ser parte de una porra futbolera, yo creo que la mayoría pensamos en los papás de estos responsables de barbarie. No hay nadie más culpable por las acciones de estos seres que sus papás. Para empezar dudo que hayan tenido una buena familia, unos buenos padres y sin exagerar dudo que tengan la capacidad de empatía que todo humano decente que viene a este planeta trae bajo el brazo, qué o quienes criaron a tan espantosas personas violentas, imaginen que uno de esos sujetos sea tu vecino o pretenda salir con tu hija.

Obviamente después de los hechos las autoridades locales, las del estadio y las autoridades de los clubs acordaron medidas para tratar de evitar que algo parecido no vuelva a ocurrir. Una de las medidas que quiere analizar la Federación Mexicana de Futbol (FMF) es eliminar las porras visitantes en todos los estadios del país, no sabemos si vaya a servir pero por lo menos se están tomando cartas en el asunto ya que el juego por supuesto que tiene que continuar, esos cheques no se llenan solos.

El futbol y el rencor son mala combinación. Yo recuerdo haber llorado cuando tenía 10 años ya que las Chivas le habían ganado a las águilas del América. Recibí las burlas de mis hermanos mayores y eso me hizo enojar, sentir impotencia y llorar, tenía 10 años, ahora trato de imaginar qué sentían esas personas que arrojaron piedras a la cabeza de una persona, ¡el partido aún ni comenzaba! Nadie se rió de ellos, ¿tan grave es el asunto de estar en una porra futbolera que tienes que casi matar a los de la porra contraría?, ¿qué clase de club siniestro es esto? Lo único que sé es que ni loco llevaría a mis seres queridos al estadio a ver un Tigres vs Monterrey.


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