/ lunes 1 de enero de 2024

Deseos ¿Compartidos?

Inicia un año nuevo, lleno de esperanzas, con energía y animo renovados, con deseos de mejorar y de ser mejores como personas, de dar más a nuestras familias, de aquilatar a nuestras amistades, de mejorar nuestra salud, de cambiar nuestros malos hábitos, de disfrutar de la vida, que ahora es un año más corta, de dejar de creer en las y los políticos que intentan robarnos nuestras convicciones, nuestras ilusiones de ver un México fuerte, prospero, pujante y equitativo, de construir una mente colectiva, una cultura, una raza mexicana integra, esforzada, ética y solidaria.

En las primeras hojas del calendario anual, aún arrancamos despacio, saliendo de las vacaciones, esperando los últimos festejos de la temporada navideña con la llegada de los reyes y las roscas que vendrán a darle la puntilla a la dieta de millones de mexicanos que culminan así el maratón Guadalupe – Reyes. Transitamos un invierno con sus frentes fríos en espera de que la primavera culmine con las elecciones del domingo 2 de junio venidero, que marcará nuestras posibilidades de desarrollo y de crecimiento, pues la sucesión presidencial debiera de ser una oportunidad de aplicar un escrupuloso ciclo de calidad, revisar lo ya hecho, corregir, volver a planear y ejecutar lo que el país necesita.

Las elecciones presidenciales es el acontecimiento cumbre de 2024 para los mexicanos, pues de ese hecho depende la construcción de futuro, la renovación de planes de gobierno, el diseño, modificación e implementación de políticas públicas que a todos nos benefician o podrían perjudicarnos. La reflexión catastrófica es que seguimos dejando el futuro de nuestras vidas, de nuestras familias y de nuestra comunidad, en manos de muy pocas personas, algunas capaces, la mayoría no, que dirigen el gasto público y la gestión gubernamental sobre la base de sus intereses personales, facciosos, partidistas o incluso, de camarillas de crimen organizado. Ese pequeño y poderoso grupo de mexicanos recibe el calificativo de “los políticos”, (los y las, por supuesto).

Vivimos en un México dividido, confrontado, polarizado, conformista, desidioso, que prefiere culpar a los políticos a participar activamente y redirigir a los gobiernos. Nos hace falta una profunda sacudida para forzarnos a cambiar nuestra actitud, a dejar de lado a la apatía, el desgano, la incredulidad y la falta de compromiso social. Una nueva cultura política debería de sembrarse e inculcarse en los mexicanos de bien. Por supuesto que soy de los que creemos que si se puede. Que no podemos dejar que muy pocos decidan por toda la sociedad.

Este año nuevo sigo creyendo que si se puede que tengamos buenos gobiernos; que los ciudadanos debemos de quitarles poder a los políticos e involucrarnos para mejorar a nuestra sociedad; que podemos cambiar México, empezando por uno mismo; que podemos formar parte de una nueva cultura; que podemos recuperar México; que podemos ser mejores cada día y salir adelante si trabajamos UNIDOS; que necesitamos acabar con la corrupción, contener al crimen organizado, alejar a los jóvenes y a la niñez del mundo de las drogas y que debemos exigirle cuentas a los gobernantes, hacerlos sentir vigilados, para evitar que abusen del poder y usen nuestro presupuesto en lujos, caprichos y búsqueda de sus beneficios y privilegios. ¿Compartes conmigo estos deseos? Te deseo un 2024 lleno de luz, amor, trabajo, salud y alegrías. Visita mi canal de YouTube y sigamos en contacto.

www.youtube.com/c/carlosanguianoz

Inicia un año nuevo, lleno de esperanzas, con energía y animo renovados, con deseos de mejorar y de ser mejores como personas, de dar más a nuestras familias, de aquilatar a nuestras amistades, de mejorar nuestra salud, de cambiar nuestros malos hábitos, de disfrutar de la vida, que ahora es un año más corta, de dejar de creer en las y los políticos que intentan robarnos nuestras convicciones, nuestras ilusiones de ver un México fuerte, prospero, pujante y equitativo, de construir una mente colectiva, una cultura, una raza mexicana integra, esforzada, ética y solidaria.

En las primeras hojas del calendario anual, aún arrancamos despacio, saliendo de las vacaciones, esperando los últimos festejos de la temporada navideña con la llegada de los reyes y las roscas que vendrán a darle la puntilla a la dieta de millones de mexicanos que culminan así el maratón Guadalupe – Reyes. Transitamos un invierno con sus frentes fríos en espera de que la primavera culmine con las elecciones del domingo 2 de junio venidero, que marcará nuestras posibilidades de desarrollo y de crecimiento, pues la sucesión presidencial debiera de ser una oportunidad de aplicar un escrupuloso ciclo de calidad, revisar lo ya hecho, corregir, volver a planear y ejecutar lo que el país necesita.

Las elecciones presidenciales es el acontecimiento cumbre de 2024 para los mexicanos, pues de ese hecho depende la construcción de futuro, la renovación de planes de gobierno, el diseño, modificación e implementación de políticas públicas que a todos nos benefician o podrían perjudicarnos. La reflexión catastrófica es que seguimos dejando el futuro de nuestras vidas, de nuestras familias y de nuestra comunidad, en manos de muy pocas personas, algunas capaces, la mayoría no, que dirigen el gasto público y la gestión gubernamental sobre la base de sus intereses personales, facciosos, partidistas o incluso, de camarillas de crimen organizado. Ese pequeño y poderoso grupo de mexicanos recibe el calificativo de “los políticos”, (los y las, por supuesto).

Vivimos en un México dividido, confrontado, polarizado, conformista, desidioso, que prefiere culpar a los políticos a participar activamente y redirigir a los gobiernos. Nos hace falta una profunda sacudida para forzarnos a cambiar nuestra actitud, a dejar de lado a la apatía, el desgano, la incredulidad y la falta de compromiso social. Una nueva cultura política debería de sembrarse e inculcarse en los mexicanos de bien. Por supuesto que soy de los que creemos que si se puede. Que no podemos dejar que muy pocos decidan por toda la sociedad.

Este año nuevo sigo creyendo que si se puede que tengamos buenos gobiernos; que los ciudadanos debemos de quitarles poder a los políticos e involucrarnos para mejorar a nuestra sociedad; que podemos cambiar México, empezando por uno mismo; que podemos formar parte de una nueva cultura; que podemos recuperar México; que podemos ser mejores cada día y salir adelante si trabajamos UNIDOS; que necesitamos acabar con la corrupción, contener al crimen organizado, alejar a los jóvenes y a la niñez del mundo de las drogas y que debemos exigirle cuentas a los gobernantes, hacerlos sentir vigilados, para evitar que abusen del poder y usen nuestro presupuesto en lujos, caprichos y búsqueda de sus beneficios y privilegios. ¿Compartes conmigo estos deseos? Te deseo un 2024 lleno de luz, amor, trabajo, salud y alegrías. Visita mi canal de YouTube y sigamos en contacto.

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