/ domingo 29 de septiembre de 2019

Cambio climático y el enojo social  

Óscar Ábrego


En medio de una nueva crisis, ahora de salud pública, el ingeniero Enrique aseguró en un video ampliamente difundido en las redes sociales, que el cambio climático es la causa de los brotes masivos de dengue en Jalisco. “Esto no es más que consecuencia del cambio climático que enfrenta nuestro planeta y que se refleja con la elevación de la temperatura. Esta realidad, sumada a las intensas precipitaciones pluviales que hemos tenido, ha generado un escenario muy complejo de enfrentar”, sostuvo.

Pero más aún, fiel a su peculiar estilo, en esa producción audiovisual Alfaro Ramírez acusó –otra vez- a sus adversarios de politizar el tema: “Como siempre, hay quienes tratan de difundir miedo y sacar raja política. Los mismos de siempre han querido generar la percepción de que el gobierno ha tenido responsabilidad en este asunto. En que ha sido omiso. Han acusado falta de fumigación cuando se ha invertido lo que nunca antes en la historia”.

Sobre lo anterior, vale la pena hacer algunas consideraciones. En primer lugar, aún si fuera cierto que la amplia afectación que ha provocado el dengue en la ciudadanía es un efecto del cambio climático, tenemos que lanzar una pregunta clave: ¿cuál es la información científica que respalda lo dicho por el gobernador? La realidad es que nadie la conoce.

Más bien, toda la evidencia confirma que a casi un año de ocupar el puesto, no ha logrado comprender que la población espera buenos resultados de sus autoridades, no pretextos ni bravatas. Las campañas terminaron hace mucho tiempo. De ahí que no deba extrañarle a nadie la reacción colérica por parte de los cibernautas al escuchar el tono y la narrativa de quien carece de la disposición para entender y atender una epidemia que ha saturado los centros de salud.

Cuando las familias más requieren del apoyo gubernamental, no hay nada que justifique que el titular del poder ejecutivo salga a deslindarse de su responsabilidad para incluso endilgársela a la misma gente. Ya lo dijo este fin de semana el alcalde de Zapopan, Pablo Lemus Navarro, “no hay tiempo para repartir culpas, sino de atender a la ciudadanía”.

Y es que si el cambio climático es el responsable de que miles de jaliscienses padezcan dengue, entonces Alfaro y sus asesores tendrán que explicar por qué en otras entidades del país lograron contener el avance de dicha enfermedad y en la nuestra no.

Pero eso no es todo, hay que denunciar que detrás de la molestia del líder de Movimiento Ciudadano, se esconde una negligencia gigantesca. Y es que existe evidencia contundente de que organismos internacionales anunciaron lo que se venía si no se tomaban las medidas protocolarias que aplican para este tipo de escenarios. En el portal RUMBOMX, el periodista Julio Ríos dio cuenta de ello. De manera textual, escribió el pasado 25 de septiembre: “El dengue es una enfermedad ‘reemergente’. Desde noviembre de 2018, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtieron que venía una ola de botes en México. Y Jalisco aparecía en ese documento”.

Así pues, yo no sé en qué medida el cambio climático ocasionó que miles de niños, jóvenes y adultos hayan sido contagiados por un mosquito portador de un serotipo más agresivo, como lo asevera Enrique Alfaro; sin embargo, lo único que me queda claro es que si este gobierno insiste en inculpar a otros de sus propias incompetencias, muy pronto -quizás antes de lo que imaginamos- el enojo social se saldrá de control.


Óscar Ábrego


En medio de una nueva crisis, ahora de salud pública, el ingeniero Enrique aseguró en un video ampliamente difundido en las redes sociales, que el cambio climático es la causa de los brotes masivos de dengue en Jalisco. “Esto no es más que consecuencia del cambio climático que enfrenta nuestro planeta y que se refleja con la elevación de la temperatura. Esta realidad, sumada a las intensas precipitaciones pluviales que hemos tenido, ha generado un escenario muy complejo de enfrentar”, sostuvo.

Pero más aún, fiel a su peculiar estilo, en esa producción audiovisual Alfaro Ramírez acusó –otra vez- a sus adversarios de politizar el tema: “Como siempre, hay quienes tratan de difundir miedo y sacar raja política. Los mismos de siempre han querido generar la percepción de que el gobierno ha tenido responsabilidad en este asunto. En que ha sido omiso. Han acusado falta de fumigación cuando se ha invertido lo que nunca antes en la historia”.

Sobre lo anterior, vale la pena hacer algunas consideraciones. En primer lugar, aún si fuera cierto que la amplia afectación que ha provocado el dengue en la ciudadanía es un efecto del cambio climático, tenemos que lanzar una pregunta clave: ¿cuál es la información científica que respalda lo dicho por el gobernador? La realidad es que nadie la conoce.

Más bien, toda la evidencia confirma que a casi un año de ocupar el puesto, no ha logrado comprender que la población espera buenos resultados de sus autoridades, no pretextos ni bravatas. Las campañas terminaron hace mucho tiempo. De ahí que no deba extrañarle a nadie la reacción colérica por parte de los cibernautas al escuchar el tono y la narrativa de quien carece de la disposición para entender y atender una epidemia que ha saturado los centros de salud.

Cuando las familias más requieren del apoyo gubernamental, no hay nada que justifique que el titular del poder ejecutivo salga a deslindarse de su responsabilidad para incluso endilgársela a la misma gente. Ya lo dijo este fin de semana el alcalde de Zapopan, Pablo Lemus Navarro, “no hay tiempo para repartir culpas, sino de atender a la ciudadanía”.

Y es que si el cambio climático es el responsable de que miles de jaliscienses padezcan dengue, entonces Alfaro y sus asesores tendrán que explicar por qué en otras entidades del país lograron contener el avance de dicha enfermedad y en la nuestra no.

Pero eso no es todo, hay que denunciar que detrás de la molestia del líder de Movimiento Ciudadano, se esconde una negligencia gigantesca. Y es que existe evidencia contundente de que organismos internacionales anunciaron lo que se venía si no se tomaban las medidas protocolarias que aplican para este tipo de escenarios. En el portal RUMBOMX, el periodista Julio Ríos dio cuenta de ello. De manera textual, escribió el pasado 25 de septiembre: “El dengue es una enfermedad ‘reemergente’. Desde noviembre de 2018, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtieron que venía una ola de botes en México. Y Jalisco aparecía en ese documento”.

Así pues, yo no sé en qué medida el cambio climático ocasionó que miles de niños, jóvenes y adultos hayan sido contagiados por un mosquito portador de un serotipo más agresivo, como lo asevera Enrique Alfaro; sin embargo, lo único que me queda claro es que si este gobierno insiste en inculpar a otros de sus propias incompetencias, muy pronto -quizás antes de lo que imaginamos- el enojo social se saldrá de control.