/ lunes 22 de marzo de 2021

A favor de que rescatemos la CFE

La Reforma Energética de Peña Nieto fue para que las grandes empresas se quedaran con PEMEX y la CFE; estas empresas internacionales tienen abogados especializados que les redactaron los cambios que Peña Nieto le tenía qué hacer a la Constitución para que les entregara el sector energético como lo hizo, porque también le redactaron las Leyes Estructurales y por supuesto el Acuerdo que le aprobaron el PRI, PAN, PRD y el Verde en el Congreso para que todo aparentara ser legal.

Los contratos firmados colmados de beneficios a favor de estas empresas también fueron redactados por estas mismas empresas internacionales que contaron con la información de parte del gabinete de Salinas, mismo que le hicieron al candidato Peña Nieto el libro de su campaña “México la Gran Esperanza” en el que queda claro que Peña Nieto propuso entregar el sector energético y lo hizo.

Como presidente electo viajó a Europa y les expresó a los productores de energía de gas y petróleo que tenía mayoría en el Congreso y les iba a cumplir para hacer la reforma a la Constitución y entregar al sector porque romperá el paradigma y ya no tener monopolios de estado como la CFE y PEMEX.

En contraste, López Obrador en campaña nos dio a conocer su “Proyecto Alternativa de Nación” y en este nos habla de que hay qué construir nuevas refinerías, que se explote más el petróleo y se transforme en gasolina porque se exporta petróleo y luego lo importan en gasolina, lo que es contrario al desarrollo del país; de la misma manera entregar la producción de energía eólica a empresas internacionales, subsidiándoles parte de su producción para que nos la vendan más cara que en Estado Unidos, eso es traición a los mexicanos.

Estas empresas extranjeras tienen a la CFE en desaparición directa, por ello hay que revisar los contratos de productores de energía que le cuestan a la CFE 412 mil millones de pesos por subsidios. Estos contratos se dieron al amparo de la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica y no cumplen con el requisito de rentabilidad para el gobierno federal establecido en los Arts. 74 fracción IV de la Constitución, Art. 32 de la Ley Federal de Presupuesto Hacendario y el 18 de la Ley Federal de Deuda Pública, por estas razones de fondo, el presidente López Obrador envío al Congreso la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica para incrementar la producción de la hidroeléctrica que es energía limpia y está el ejemplo en todas las presas, como Laguna Verde, la geotérmica, la solar y eólica, y al aprobar el Congreso la reforma a la Ley, los despachos de las empresas internacionales reaccionaron como se esperaba, para ellos no es posible que AMLO les quite los privilegios, subsidios, canonjías y hasta el derecho Constitucional que Peña Nieto les dio y que plasmaron en sus contratos leoninos, antisociales y traidores a la Patria, y le dicen al juez: mira es un derecho Constitucional que otros le redactaron a Peña Nieto.

La Constitución es la ley suprema que los tres poderes deben cumplir siempre a favor del pueblo, pero es el Presidente de la República, el Poder Ejecutivo el que tiene la responsabilidad de su observancia y cumplimiento y, si esta Ley Suprema tiene elementos que un poder puede usar en contra del bien supremo de la nación, tiene el derecho de proponer su reforma como está pasando con la Ley de Energía Eléctrica.

Nos toca apoyar con todo a López Obrador con esta propuesta de rescatar a la CFE que fue creada por Lázaro Cárdenas y rescatar la luz eléctrica que fue nacionalizada por López Mateos que no tuvieron tanta presión de organismos cúpula empresariales ni internacionales extranjeras que no existían, sí fueron presionados por los gobiernos respectivos pero imperó la fuerza de la razón y el derecho constitucional del pueblo mexicano y vamos por la CFE.

mvrfundacion@gpovillamex.com

fundacion_clcs@gpovillamex.com

La Reforma Energética de Peña Nieto fue para que las grandes empresas se quedaran con PEMEX y la CFE; estas empresas internacionales tienen abogados especializados que les redactaron los cambios que Peña Nieto le tenía qué hacer a la Constitución para que les entregara el sector energético como lo hizo, porque también le redactaron las Leyes Estructurales y por supuesto el Acuerdo que le aprobaron el PRI, PAN, PRD y el Verde en el Congreso para que todo aparentara ser legal.

Los contratos firmados colmados de beneficios a favor de estas empresas también fueron redactados por estas mismas empresas internacionales que contaron con la información de parte del gabinete de Salinas, mismo que le hicieron al candidato Peña Nieto el libro de su campaña “México la Gran Esperanza” en el que queda claro que Peña Nieto propuso entregar el sector energético y lo hizo.

Como presidente electo viajó a Europa y les expresó a los productores de energía de gas y petróleo que tenía mayoría en el Congreso y les iba a cumplir para hacer la reforma a la Constitución y entregar al sector porque romperá el paradigma y ya no tener monopolios de estado como la CFE y PEMEX.

En contraste, López Obrador en campaña nos dio a conocer su “Proyecto Alternativa de Nación” y en este nos habla de que hay qué construir nuevas refinerías, que se explote más el petróleo y se transforme en gasolina porque se exporta petróleo y luego lo importan en gasolina, lo que es contrario al desarrollo del país; de la misma manera entregar la producción de energía eólica a empresas internacionales, subsidiándoles parte de su producción para que nos la vendan más cara que en Estado Unidos, eso es traición a los mexicanos.

Estas empresas extranjeras tienen a la CFE en desaparición directa, por ello hay que revisar los contratos de productores de energía que le cuestan a la CFE 412 mil millones de pesos por subsidios. Estos contratos se dieron al amparo de la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica y no cumplen con el requisito de rentabilidad para el gobierno federal establecido en los Arts. 74 fracción IV de la Constitución, Art. 32 de la Ley Federal de Presupuesto Hacendario y el 18 de la Ley Federal de Deuda Pública, por estas razones de fondo, el presidente López Obrador envío al Congreso la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica para incrementar la producción de la hidroeléctrica que es energía limpia y está el ejemplo en todas las presas, como Laguna Verde, la geotérmica, la solar y eólica, y al aprobar el Congreso la reforma a la Ley, los despachos de las empresas internacionales reaccionaron como se esperaba, para ellos no es posible que AMLO les quite los privilegios, subsidios, canonjías y hasta el derecho Constitucional que Peña Nieto les dio y que plasmaron en sus contratos leoninos, antisociales y traidores a la Patria, y le dicen al juez: mira es un derecho Constitucional que otros le redactaron a Peña Nieto.

La Constitución es la ley suprema que los tres poderes deben cumplir siempre a favor del pueblo, pero es el Presidente de la República, el Poder Ejecutivo el que tiene la responsabilidad de su observancia y cumplimiento y, si esta Ley Suprema tiene elementos que un poder puede usar en contra del bien supremo de la nación, tiene el derecho de proponer su reforma como está pasando con la Ley de Energía Eléctrica.

Nos toca apoyar con todo a López Obrador con esta propuesta de rescatar a la CFE que fue creada por Lázaro Cárdenas y rescatar la luz eléctrica que fue nacionalizada por López Mateos que no tuvieron tanta presión de organismos cúpula empresariales ni internacionales extranjeras que no existían, sí fueron presionados por los gobiernos respectivos pero imperó la fuerza de la razón y el derecho constitucional del pueblo mexicano y vamos por la CFE.

mvrfundacion@gpovillamex.com

fundacion_clcs@gpovillamex.com