Por allá del 2017 los primeros 'percheros comunitarios' se instalaron con la esperanza de que tuvieran la suficiente aceptación del público para incentivar la cultura de la donación, y hoy seis años después no solo siguen presentes, sino que se han convertido en un referente que ayuda a cientos al año y uno de los exponentes más característicos de la agrupación ciudadana Proa 31.
De empezar con un par, su labor altruista los ha llevado a fabricar y colocar 670 percheros que en la actualidad pueden ser encontrados en los 125 municipios de Jalisco, así como en Tecate, Baja California.
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Los percheros comunitarios comenzaron como una iniciativa invernal para que quien quisiera donar pudiera dejar alguna prenda abrigadora a disposición del necesitado, sin embargo, su impacto ha sido tal que son continuamente recurridos con comida que personas de paso aprovechan.
Entre todos ellos destaca uno, el colocado a las afueras del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF), por su gran concurrencia, ya que entre las donaciones de los mismos empleados del lugar, quien así lo necesite sabe que ahí puede encontrar algo que les pueda hacer más fácil su travesía.
"Hace unos días pasé por Semefo y vi que se le habían caído unos palitos al perchero y me regresé con mi marido para arreglarlo. El policía de guardia nos preguntó que si lo íbamos a quitar porque nos dijo que hacía mucha falta, ya que viene mucha gente de los que cruzan del tren y también familiares de desaparecidos, que de pronto llueve o hace frío y no tienen con qué cubrirse. Los empleados cuelgan cosas y la gente las toma, le preguntan al guardia y toman solo una cosa", narra Renata Ramírez de Proa 31.
Una situación similar pasa con el del Hospital Civil Viejo y el del puente de 8 de Julio y Lázaro Cárdenas frente a la Clínica 46 del IMSS (el primero que se colocó formalmente), donde concurren también cientos. Y es su ‘popularidad’ lo que tiene a sus creadores contentos y satisfechos, pues si bien ellos lo iniciaron, en realidad es la propia gente la que los mantiene con cosas de provecho para los demás.
"Nuestra intención no es hacer y poner todos los percheros, nuestra intención es inspirar a que la gente genere bondad en sus comunidades. Y conforme los ves funcionar te das cuenta que en la gente se genera una conciencia colectiva de la necesidad que tenemos unos de otros y eso es muy padre porque no sabes a quién ayudas, porque no importa que te den las gracias, simplemente es hacer buenas acciones".
Traspasan fronteras
Los primeros percheros se colocaron en el Área Metropolitana de Guadalajara, no obstante, se dieron cuenta que al interior del estado había más necesidad y es por ello que poco a poco se empezaron a extender. El movimiento fue tal que, unos años después, del gobierno municipal de Tecate, Baja California, los buscaron para replicar la idea y así ayudar a quien menos tiene.
"El Instituto de la Juventud de Tecate nos buscó y les enviamos tres. Pero además replicaron e hicieron sus propios percheros un poco más pequeños que están mandado a las comunidades; nosotros les enviamos el prototipo y de ahí se ayudaron. Cuando nos buscaron nos dijeron que como hace mucho frío (para finales de año) y hay mucho paso de migrantes, querían implementar el proyecto".
En noviembre próximo enviarán otros tres para el norte del país, pero también se irán tres más a Cancún, Quintana Roo donde un restaurante los buscó para fomentar la misma idea altruista. Sin embargo, y por si no fuera poco, tienen en puerta 70 percheros que entregarán este mismo año a los siete estados que colindan con Jalisco, es decir, Nayarit, Zacatecas, Aguascalientes, Guanajuato, San Luis Potosí, Colima y Michoacán. En este último el 29 de octubre incluso harán la primera entrega oficial. Al finalizar este 2022 tendrán presencia en un tercio del país.
Entre amigos y familia
El vocacionamiento social de estos percheros ha sido gracias al trabajo de familia y amigos que, año con año, comienzan su cruzada para conseguir las donaciones en material para la generación de más y nuevos percheros, en la búsqueda de reemplazar alguno en mal estado o simplemente expandirlo a otro punto.
"En este proyecto ciudadano sin la gente no podríamos hacer nada. Sin el apoyo de ellos que son los que nos van marcando la pauta. Nunca pensamos que terminaríamos dando incluso despensas y que la gente nos llamara para donarnos o pedirnos, y pues simplemente somos un canal. Si la gente quiere dar, nosotros buscamos a dónde".
A lo largo de estos cinco años han realizado sinfín de campañas de donación para apoyar a familias de escasos recursos durante la pandemia o quienes se han visto afectados, en fechas más recientes, por las fuertes lluvias en la ciudad. Y aunque el trabajo es titánico no han optado por establecerse como asociación civil -para recibir apoyos-, pues su intención es ser precisamente un puente meramente ciudadano.
Con esto en mente, siempre están abiertos a recibir todo tipo de ayuda, pues su objetivo es llegar eventualmente a todo el país y generar así una red comunitaria en la que la conciencia de la donación sea una práctica todavía más común en favor de quienes menos tienen.
