Con un poco de ironía, el arzobispo de Guadalajara, José Francisco Robles Ortega parafraseó al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien ha reiterado que el país requiere “abrazos, no balazos”.
En entrevista posterior a la misa dominical en la catedral tapatía, el cardenal dijo que en el país la inseguridad no da tregua y la intención del mandatario federal quedó alejada de la realidad.
Prueba de ello es lo que ocurre en Jalisco y Colima, dos estados que a diario reportan asesinatos y hechos violentos.
Te recomendamos:
“Corresponde a las autoridades de nivel federal, nivel estatal y nivel municipal prevenir y en todo caso cuando ya se dieron los hechos, esclarecerlos y hacer valer la justicia, de otra manera no va a ser posible que esto cese, porque lo que se está viviendo son balazos y no abrazos, puros balazos”.
Citó el caso particular de Mazamitla, en Jalisco, donde recientemente se han registrado hechos atribuibles a la delincuencia organizada y también a la situación de inseguridad que vive el estado de Colima.
“Tristemente en Mazamitla se dieron los últimos eventos, pero tenemos tristemente eventos en todas partes… Estoy encargado de la diócesis de Colima porque no hay obispo y me doy cuenta de todo lo que está viviendo Colima y los límites de Jalisco con Colima, Jalisco con Michoacán, con Zacatecas, con Nayarit, Colima con Michoacán, como que las fronteras son puntos muy álgidos, muy críticos en los que se está viviendo una alta inseguridad”.