En 2023 México romperá el récord en producción de alimentos y continuará como líder mundial, afirmó Víctor Villalobos Arámbula, titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) federal, de visita por Jalisco.
“Este año vamos a romper el récord de los 300 millones de toneladas de alimentos, una alta proporción gracias estrategia que ha desarrollado el país, somos un país megadiverso y abocado a una oferta de una gran cantidad de productos todo el año”.
Destacó que se pasó del lugar 12 al lugar 11 a nivel mundial por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) por sus siglas en inglés y en el séptimo lugar como exportador a 191 países a nivel mundial.
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Habló también sobre el fortalecimiento del peso ante el dólar y cómo ahora está por debajo de los 17 pesos, y aunque eso afecta las remesas y las ganancias en exportaciones, es momento para que quienes se dedican a la agroindustria compren insumos o maquinaria que normalmente se paga en dólares.
Recordó que en 2022 la balanza comercial agropecuaria y agroindustrial tuvo un superávit de cinco mil 806 millones de dólares y hasta mayo pasado lo mantiene con cuatro mil 118 millones de dólares, lo que refleja que es el motor de la economía mexicana.
Respecto al cultivo de agave y luego de señalamientos de impacto ambiental, dijo que están atentos en el incremento de superficie, asegurando que no hay riesgo, pero están capacitando a productores para lograr una estabilización.
“El cultivo se ha venido estableciendo en suelos pobres de temporal, generalmente en suelos de laderas que no compite con otros cultivos, sin embargo y dada la gran demanda que han venido surgiendo en términos del consumo del tequila a nivel mundial, sí empieza a haber una competencia por las tierras para otros cultivos, lo cual estamos recomendando que no sea así”.
Dijo que por ahora la demanda de agaves es la necesaria y no visualizan más dentro de los estados con Denominación de Origen para la producción de tequila, el líder de ellos Jalisco, así como algunos de sus estados colindantes.
“Nos queda claro que no se está deforestando, porque se está cultivando en suelos que han estado históricamente destinados para cultivo de agave. Son suelos pobres, son suelos de laderas, son suelos que no compiten en términos generales con los cultivos”.
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