Debido a las múltiples crisis que ha generado la pandemia de Covid-19, desde la sanitaria, la social o hasta la económica, lo que se tiene que hacer ahora es no caer en pánico y establecer medidas de contención, a fin de que en un futuro las cadenas de suministro no se vean severamente afectadas.
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Como parte de la charla en torno al "Impacto de la logística por el Covid-19 y cómo mitigar los riesgos en la cadena de suministro", el consultor Luis Masse Torres habló sobre la importancia por adaptarse a una nueva realidad y generar una mayor planeación para evitar escenarios más complicados.
Tras dar un recuento de todo lo que ha suscitado la pandemia desde el año pasado que comenzó, el experto abordó que se vienen tiempos complicados para las cadenas de suministros, pues ante el cese de actividades -a fin de evitar la propagación del virus- la oferta y la demanda se han alterado drásticamente, suscitando problemas como desabasto de ciertos productos, así como cambios de hábitos de consumo.
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"No debemos caer en pánico, lo peor que podemos hacer es eso, de bajar la cortina, de sacar inventario, de hacer cosas que después podamos arrepentirnos, por eso lo primero es establecer medidas de contención; crear comités de crisis, y que estén representadas todas las áreas de las empresas".
Dijo que ante estos casos es crucial definir acciones concretas e inmediatas para las principales áreas de la cadena de suministro, pues entre más planeación más fácil será estar preparado ante cualquier eventualidad como la ocasionada por la pandemia.
También, señaló que se deben identificar nuevas realidades de logísticas, para poder tener la capacidad de adaptarse a otros escenarios que permitan que todas estas cadenas sigan operando de alguna u otra manera.
"Lo primero que se tiene que hacer es crear cadenas de suministro resilientes, flexibles y adaptables. Aprender en el vuelo. Si tengo estructuras muy rígidas, muy departamentalizadas o estructuradas, ver de qué manera las puedo hacer más capaces de adaptarse a la nueva realidad, de manera rápida y sin romperse".
Agregó que esto debe ir acompañado de un riguroso monitoreo a los tres flujos esenciales de la empresa: los bienes y servicios, y cómo es su comportamiento en el mercado; la información, para saber cómo actuar ante este tipo de situaciones; y los recursos monetarios.