La Fase 3 durará seis semanas, con grandes retos como aplanar la curva ascendente lo más pronto posible, evitar saturación de hospitales y unidades de cuidados intensivos y disminuir el número de fallecimientos, coinciden expertos de UdeG.
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Así lo expresó el director de la División de Disciplinas Clínicas, del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), e integrante de la Sala de Situación en Salud, doctor Héctor Raúl Pérez Gómez, quien dijo que en esta fase los casos confirmados se pueden duplicar cada cuatro o cinco días.
Para México sus grandes retos, en esta Fase 3, son: Cortar cadenas de transmisión para lograr el aplanamiento de la curva ascendente lo antes posible, evitar la saturación de hospitales y unidades de cuidados intensivos, disminuir el número de fallecimientos, así como fortalecer las medidas de contención y mitigación.
“Uno de los mayores retos es evitar la saturación de hospitales, clínicas y unidades de cuidados intensivos, así como disminuir al máximo el número de fallecimientos; esto se puede lograr detectando oportunamente los casos que van a tener un comportamiento grave, actuar médicamente de forma rápida en estos pacientes para evitar que evolucionen a las fases críticas de la enfermedad”, declaró.
Explicó el especialista que otro de los desafíos es que los fármacos y protocolos que se encuentran en estudio en estos momentos a nivel internacional puedan tener una liberación rápida por parte de las agencias nacionales e internacionales, para poder contar con fármacos nuevos que están resultando promisorios en los ensayos clínicos o estudios de investigación.
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“Luego ocurre que para cuando concluyen estos estudios, esos fármacos tardan mucho tiempo en estar disponibles en todas las regiones del mundo, por retraso en su autorización por parte de las agencias regulatorias, por el retraso en la producción a gran escala de estos productos, su distribución, y que no haya especulación por parte de la industria farmacéutica para que los profesionales de la salud contemos oportunamente con las herramientas terapéuticas que han venido mostrando utilidad para el tratamiento de los casos graves”, apuntó Pérez Gómez.
Explicó que la fase tres de esta pandemia ha sido definida en general por instancias internacionales, en especial por la Organización Mundial de la Salud, como la fase en la que el número de casos en un país se cuentan por miles y se trata de casos que se presentan comunitarios y ya no se puede identificar con claridad dónde se provocó el contagio.
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“Otra característica es que el número de contagios que ocurren se presentan como brotes en diferentes regiones, estados, municipios, cuya magnitud puede ser tal que generen un número de contagios exponenciales, lo que implica el riesgo de que se saturen los espacios asistenciales”, subrayó.
En la fase tres, además de medidas de contención, que incluyen la sana distancia, lavarse las manos, mantener limpias las superficies con las que se tiene contacto y quedarse en casa, como lo fue en otras fases, en ésta se incluyen las medidas de mitigación.
“Se establecen mayores restricciones para lograr aislamiento social; la utilización más generalizada y obligatoria de cubrebocas en espacios públicos, que me parece una buena medida, pertinente, que se está aceptando cada vez más por agencias internacionales”, expresó.
Finalmente, en cuanto a la duración de esta etapa, precisó que se calcula que pueden ser seis semanas y se espera que la parte crítica pueda estar localizada entre los días 5 y 15 de mayo.
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“Es importante que se realicen, a nivel nacional, un mayor número de exámenes, diagnósticos y pruebas de laboratorio como ya ocurre en Jalisco, para aislar oportunamente a las personas positivas como una medida de mitigación”.