Es un hecho, México tendrá una mujer al frente de la presidencia en 2024. El panorama que se avecina deja en claro que nuestro país tendrá la sensibilidad y capacidad de una mujer al frente de la política y la administración pública de las y los mexicanos y esa mujer será Xóchitl Gálvez.
Ha llegado el momento de construir, de enfrentar los retos difíciles con valentía y sin escusas ni lamentos. Ha llegado el momento de demostrar que la capacidad de una mujer vendrá a darle un nuevo rostro a la política en México y con ello, mejores resultados a las acciones que le urgen al país, para sacarlo del atolladero al que lo ha llevado la mal llamada y fracasada 4T. No es momento de especulaciones ni de arrogancias políticas, es momento de generar propuestas y discursos propositivos y convincentes.
Xóchitl ha logrado despertar el interés de millones de mexicanos. Esto quedó demostrado en el proceso para elegir a quien coordinará el Frente Amplio por México, en donde además, las diferentes fuerzas políticas que lo integran, así como quienes participaron en la contienda, dieron muestra de civilidad y congruencia hacia lo que de manera libre y decidida, fue el sentir de los ciudadanos.
Caso contrario a lo que vivió el partido Morena, donde el típico dedazo se dejó ver claramente, al grado de que uno de los contrincantes del proceso interno manifestó que la elección, no había sido la correcta y que la imposición de la ganadora había empañado la elección, por ello, pidió que se repitiera dicho proceso. La elección de Morena y los lacayos del presidente era una crónica anunciada. El dedazo siempre existió y ya se había proclamado desde Palacio Nacional, sería de tontos e ingenuos no creerlo así. Morena orquestó -como todo en su administración- un circo para de nueva cuenta, querer "engañar" al pueblo.
De paso, la proclama repetitiva cada mañana era de que el Frente Amplio por México, era corrupto, que no hizo las cosas correctas y que había imposición, cuando lo que verdaderamente hubo fue congruencia, análisis, oficio político y aceptación de lo que las y los mexicanos manifestaron, muy lejos de orquestar el dedazo como quedó manifestado abiertamente en Morena, pero como bien dice el dicho "La zorra nunca se ve su cola" e insisto, el temor llegó al Palacio, porque la marca X apareció por decisión ciudadana para recordarles que están reprobados como gobierno.
Los ciudadanos y la hoy coordinadora del Frente Amplio por México ha dejado en claro que México necesita un cambio urgente, que las políticas públicas no han funcionado, que el gobierno retrograda desvió el camino hacia el fracaso de la economía, la seguridad, el bienestar social, la salud y educación. La concordia, el razonamiento y la capacidad se ven representadas en una mujer como Xóchitl Gálvez y con ello, se podrá enderezar el camino hacia el crecimiento social, humano y económico que el país se merece.
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