Asumir un gran reto demuestra la capacidad y la fortaleza de una persona, enfrentarse a grandes retos fortalece el carácter para superar adversidades y sobre todo, establece el criterio para entender la necesidad de contribuir con el desarrollo social y humano. Solamente quien asume un reto de manera libre y desinteresada, logrará que las cosas cambien, que se logre una sociedad más ordenada y una vida con mejores oportunidades para todos.
Así asumió el reto Xóchitl Gálvez, de manera desinteresada, libre y con el apoyo de la sociedad que pide un cambio político en México, esto ante la creciente inseguridad, la falta de medicamentos, el incremento de la pobreza, la corrupción y el deterioro de las instituciones entre otros muchos retrocesos que se viven en el actual sexenio. México necesita un gobierno capaz de enfrentar los retos globales que se viven actualmente y que demandan capacidad más que populismo, honestidad más que mentiras y preparación más que ignorancia.
Quienes aspiran a gobernar un país como el nuestro, deben demostrar (entre muchas cosas más) capacidad y conocimiento sobre los temas esenciales, por mencionar algunos: la economía, mercados internacionales, la recaudación, la política exterior e interior, la inversión tanto extranjera como nacional, el buen manejo e implementación de los programas sociales que se requieran para combatir la desigualdad y la pobreza las cuales, han incrementado de manera considerable en la actual administración federal. Todo ello, sin desatender los temas primordiales que deben estar en la agenda diaria de un presidente de México como Salud, Seguridad, Educación, Desarrollo Social, solo por mencionar algunos.
La preparación de quienes aspiran a representar y administrar a un país, debe quedar plasmada de manera clara en su forma de actuar y de comunicarse. Un aspirante a gobernar México, no debe rehuir de los temas básicos que competen el quehacer diario de un gobernante, la tolerancia y el respeto son características que deben estar presentes a diario. Un candidato(a) debe tener la capacidad de tomar decisiones de manera personal y libre, de entender que la política se debe hacer con convicción y voluntad, nunca por encargo y ambición.
Iniciaron las precampañas y ya se tienen precandidatos únicos, lo que es cierto es que entre esas opciones, existe quien va por imposición y con la consigna de seguir perpetuando un gobierno guinda, que lejos de haber dado resultados retrocedió en gran medida el desarrollo del país. Por otro lado existe la propuesta (también impuesta) de un precandidato arrogante que se promueve como "nuevo" pero ha dejado entrever que sus formas son de lo más arcaicas ya que obedece a los intereses del régimen actual.
Y también está Xóchitl Gálvez, quien ha demostrado capacidad y conocimientos, que no la influyen intereses oscuros y sus propuestas se sustentan con datos reales (no otros datos), que ha logrado despertar la esperanza de millones de mexicanos que reclaman una mejor calidad de vida ante el desastroso panorama que enfrentamos como Nación. El tiempo y la inteligencia, habrán de hacer que el precandidato con más capacidad logre darle un rumbo diferente a la actual política y retomar el camino para construir un mejor país.
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