/ martes 6 de febrero de 2024

Los Hechos | Las Estaciones de la Vida

Con la venia y la altísima comprensión de nuestro estimado director Javier Valle Chávez, el día de hoy vamos a ponernos románticos.

Aprovechando la estela espiritual que nos envuelve tras las fiestas religiosas de la Virgen de Guadalupe, Navidad, Año Nuevo, Día de Reyes y la Candelaria, nos olvidaremos un poco de todo lo triste que sucede en este agitado mundo, para referirnos al valor literario y poético que palpita dentro de las canciones populares. Y en particular la metáfora que se basa en las Estaciones del Año y las traslada a la vida del Hombre y la Mujer.

Está por ejemplo, la canción titulada “Hilos de Plata”, cuya interesante letra está escrita como ustedes saben de la forma siguiente: “Cuando aparezcan los hilos de plata de tu juventud/ como la luna cuando se retrata en el agua azul/ entonces nadie podrá robarme tu cariño/ ni tus locuras han de volverme a atormentar”. Con lo cual se quiere decir que una chica inquieta e indomable, podría tornarse más apacible cuando peine canas y su vitalidad seguramente vaya en descenso. Lo cual representa una esperanza para el hombre que la quiere.

Y sigue la canción: “Entonces alma con alma iremos por el mundo/ sin más testigos de nuestro amor que el corazón”. He aquí otra sabia experiencia basada en el amor, pues ya en la edad madura habrá quedado atrás el tiempo de la fogosidad y en lugar de vivir sensualmente cuerpo a cuerpo, el uno con la otra, la convivencia de la pareja pasará a ser “alma con alma”, o sea de emotividad espiritual, cuando su funden las dos almas en una sola.

Sin salirnos del tema, podemos darnos cuenta además de que las Estaciones de la Vida son algo similar a las Estaciones del Año. Porque en la Primavera –la de los 20 años, como dice otra canción- todo es belleza y alegría para los chicos; en el Verano el calor invade a los jóvenes a causa de la atracción física; en el Otoño las hojas caen, y así desciende un poco la vitalidad de las personas, que empiezan a madurar al ritmo que caen las hojas de los árboles; y en el Invierno, donde como con la nieve, el pelo es completamente blanco y las cosas parecen enfriarse un poco. Aunque –y esto es bueno recordarlo- el calor del hogar puede conservarse indefinidamente con la fusión de las almas, al apoyarse y quererse el uno al otro.

Otra comparación que se puede hacer es con la pieza “Sweet Carolina”, que se canta en Inglés pero que pasando al Español habla de un joven y una jovencita (Carolina) que se conocieron en Primavera y luego ésta se convirtió en Verano. Es decir, que del esplendor de la primera Estación del Año, o sea la Primavera, pasaron al calor de la Segunda, o sea la del Verano. La relación entrambos fue cambiando de color y de intensidad: “Me tocas tú; te toco yo” dice la letra.

Vemos pues finalmente, después de esta traslación que hemos explicado, que buena parte de la canción popular tiene más valor poético y literario que el que muchos imaginan.

Lo que nos invita a decir ¡Salud!.. con una taza de café, caliente como el Verano, que nos ayuda a llevar con primaveral alegría y serenidad otoñal, el frío invernal que aún se siente en estos días.

Con la venia y la altísima comprensión de nuestro estimado director Javier Valle Chávez, el día de hoy vamos a ponernos románticos.

Aprovechando la estela espiritual que nos envuelve tras las fiestas religiosas de la Virgen de Guadalupe, Navidad, Año Nuevo, Día de Reyes y la Candelaria, nos olvidaremos un poco de todo lo triste que sucede en este agitado mundo, para referirnos al valor literario y poético que palpita dentro de las canciones populares. Y en particular la metáfora que se basa en las Estaciones del Año y las traslada a la vida del Hombre y la Mujer.

Está por ejemplo, la canción titulada “Hilos de Plata”, cuya interesante letra está escrita como ustedes saben de la forma siguiente: “Cuando aparezcan los hilos de plata de tu juventud/ como la luna cuando se retrata en el agua azul/ entonces nadie podrá robarme tu cariño/ ni tus locuras han de volverme a atormentar”. Con lo cual se quiere decir que una chica inquieta e indomable, podría tornarse más apacible cuando peine canas y su vitalidad seguramente vaya en descenso. Lo cual representa una esperanza para el hombre que la quiere.

Y sigue la canción: “Entonces alma con alma iremos por el mundo/ sin más testigos de nuestro amor que el corazón”. He aquí otra sabia experiencia basada en el amor, pues ya en la edad madura habrá quedado atrás el tiempo de la fogosidad y en lugar de vivir sensualmente cuerpo a cuerpo, el uno con la otra, la convivencia de la pareja pasará a ser “alma con alma”, o sea de emotividad espiritual, cuando su funden las dos almas en una sola.

Sin salirnos del tema, podemos darnos cuenta además de que las Estaciones de la Vida son algo similar a las Estaciones del Año. Porque en la Primavera –la de los 20 años, como dice otra canción- todo es belleza y alegría para los chicos; en el Verano el calor invade a los jóvenes a causa de la atracción física; en el Otoño las hojas caen, y así desciende un poco la vitalidad de las personas, que empiezan a madurar al ritmo que caen las hojas de los árboles; y en el Invierno, donde como con la nieve, el pelo es completamente blanco y las cosas parecen enfriarse un poco. Aunque –y esto es bueno recordarlo- el calor del hogar puede conservarse indefinidamente con la fusión de las almas, al apoyarse y quererse el uno al otro.

Otra comparación que se puede hacer es con la pieza “Sweet Carolina”, que se canta en Inglés pero que pasando al Español habla de un joven y una jovencita (Carolina) que se conocieron en Primavera y luego ésta se convirtió en Verano. Es decir, que del esplendor de la primera Estación del Año, o sea la Primavera, pasaron al calor de la Segunda, o sea la del Verano. La relación entrambos fue cambiando de color y de intensidad: “Me tocas tú; te toco yo” dice la letra.

Vemos pues finalmente, después de esta traslación que hemos explicado, que buena parte de la canción popular tiene más valor poético y literario que el que muchos imaginan.

Lo que nos invita a decir ¡Salud!.. con una taza de café, caliente como el Verano, que nos ayuda a llevar con primaveral alegría y serenidad otoñal, el frío invernal que aún se siente en estos días.