/ martes 21 de noviembre de 2023

Los Hechos | ¡Derechazo…! ¿A la quijada?

El ascenso al poder en Argentina, de un político de derecha, ha recrudecido el enfrentamiento que se registra actualmente entre las principales candidatas a la presidencia de la república en México y buena parte de sus seguidores, ya que los grupos valorados como conservadores, aprovechan para echar sus campanas al vuelo, afirmando que la buena hora de ellos ha llegado; mientras que los nacionalistas de la llamada izquierda, señalan con índice de fuego, que son esos elementos a los que hay que combatir.

Por otro lado, pero dentro de la misma perspectiva, los hechos parecen favorecer la suposición que en columna anterior habíamos hecho, en el sentido que con la próxima transmisión de poderes en nuestro país, podría tal vez repetirse la historia de Lázaro Cárdenas y Avila Camacho. Que no fue otra cosa sino el ablandamiento de lo que fue el régimen del general, con la llegada de don Manuel, que resultó más manejable respecto a los intereses de los poderosos.

O sea que en cierta forma, la recuperación del neoliberalismo podría posiblemente darse aquí en el país, cuando menos en alguna medida. Con lo que se vería que el avance de lo que se conoce como izquierda, ha sido efímero a nivel histórico. Llamaradas de petate, diría un dicho popular irónico.

Pero esto desde luego no es ninguna novedad, pues aunque un poco escondido, parece estar siempre vigente aquel lema de “América para los Americanos”, que no sólo tiene valores geográficos, sino sobre todo políticos y económicos.

Debemos asimismo considerar que en Argentina había hasta ahora un régimen si no abiertamente de izquierda, si un poco resistente a la derechización absoluta. Pero con las elecciones se dio un bandazo y las cosas habrán de cambiar considerablemente. O en un descuido, hasta radicalmente.

Y vaya que el presidente electo Milei ha dado señales bastante evidentes acerca de su filiación, al censurar en días pasados la actuación nada menos que del Papa Francisco, también de origen argentino, por mostrarse a veces un poco reticente a los lineamientos neoliberales.

Sin olvidar que también hace unos meses, Su Santidad había sido envuelto en rumores de retiro, después de que había hecho comentarios en defensa de los desprotegidos, económica y políticamente hablando.

O sea que por muchos lados, la reafirmación del estilo ideológico derechista parece recobrar la fuerza que durante muchos decenios ha mantenido en la región.

Y no es que las mayorías de la población latinoamericana renieguen de lo que es esta forma de vida, sino que lo que piden, es que el dominio de los poderosos no sea extremoso y haya un equilibrio más humano.

El Destino Manifiesto podría existir. Pero sería deseable que fuera en términos de más comprensión y convivencia. Cuando menos eso es lo que opinan los observadores pragmáticos.

El ascenso al poder en Argentina, de un político de derecha, ha recrudecido el enfrentamiento que se registra actualmente entre las principales candidatas a la presidencia de la república en México y buena parte de sus seguidores, ya que los grupos valorados como conservadores, aprovechan para echar sus campanas al vuelo, afirmando que la buena hora de ellos ha llegado; mientras que los nacionalistas de la llamada izquierda, señalan con índice de fuego, que son esos elementos a los que hay que combatir.

Por otro lado, pero dentro de la misma perspectiva, los hechos parecen favorecer la suposición que en columna anterior habíamos hecho, en el sentido que con la próxima transmisión de poderes en nuestro país, podría tal vez repetirse la historia de Lázaro Cárdenas y Avila Camacho. Que no fue otra cosa sino el ablandamiento de lo que fue el régimen del general, con la llegada de don Manuel, que resultó más manejable respecto a los intereses de los poderosos.

O sea que en cierta forma, la recuperación del neoliberalismo podría posiblemente darse aquí en el país, cuando menos en alguna medida. Con lo que se vería que el avance de lo que se conoce como izquierda, ha sido efímero a nivel histórico. Llamaradas de petate, diría un dicho popular irónico.

Pero esto desde luego no es ninguna novedad, pues aunque un poco escondido, parece estar siempre vigente aquel lema de “América para los Americanos”, que no sólo tiene valores geográficos, sino sobre todo políticos y económicos.

Debemos asimismo considerar que en Argentina había hasta ahora un régimen si no abiertamente de izquierda, si un poco resistente a la derechización absoluta. Pero con las elecciones se dio un bandazo y las cosas habrán de cambiar considerablemente. O en un descuido, hasta radicalmente.

Y vaya que el presidente electo Milei ha dado señales bastante evidentes acerca de su filiación, al censurar en días pasados la actuación nada menos que del Papa Francisco, también de origen argentino, por mostrarse a veces un poco reticente a los lineamientos neoliberales.

Sin olvidar que también hace unos meses, Su Santidad había sido envuelto en rumores de retiro, después de que había hecho comentarios en defensa de los desprotegidos, económica y políticamente hablando.

O sea que por muchos lados, la reafirmación del estilo ideológico derechista parece recobrar la fuerza que durante muchos decenios ha mantenido en la región.

Y no es que las mayorías de la población latinoamericana renieguen de lo que es esta forma de vida, sino que lo que piden, es que el dominio de los poderosos no sea extremoso y haya un equilibrio más humano.

El Destino Manifiesto podría existir. Pero sería deseable que fuera en términos de más comprensión y convivencia. Cuando menos eso es lo que opinan los observadores pragmáticos.