/ viernes 9 de agosto de 2019

Línea 3 y todo lo que falta

En los últimos días se han dado a conocer pendientes o fallas por corregir en la culminación de la obra de transporte colectivo más larga y grande en la historia de nuestra ciudad, si las vías, si la fortaleza de las estructuras o si en algunos dispositivos de seguridad existen pendientes, deberán resolverse a la brevedad sin olvidar que se trata de la obra de transporte colectivo mas grande en la historia de Jalisco.Y en ningún caso se han referido, desde el Gobierno del Estado, a los factores sociales y complementarios más transcendentes e inherentes a esa nueva vía multitudinaria y, como bien se ha documentado en experiencias exitosas presentadas ante la comunidad académica del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño de la Universidad de Guadalajara, por ejemplo la restauración y rehabilitación del territorio ciudadano logrado luego de la edificación de los espacios para la celebración de los juegos olímpicos de Londres en el 2012.

Una exitosa restauración en la que nos ilustraron los arquitectos de origen británico involucrados en ese proyecto, y en visita en la máxima Casa de Estudios de Jalisco hace apenas dos años.

De esa experiencia urbanística se infiere la importancia de alcanzar no solo la recuperación del espacio comunitario donde se involucren los municipios de Zapopan, Guadalajara, Tlaquepaque y Tonalá, y donde además viven millones de habitantes del área metropolitana que, serán todos beneficiarios.

Es decir, los seis millones de habitantes de esta ciudad de Guadalajara en un padecimiento común generador de otros males; como el lógico entendimiento de padecer un crecimiento del parque vehicular mayor a 350 automóviles por día ante la ausencia de un transporte masivo eficiente, moderno y decoroso.

Las consecuencias complementarias son comprencibles en el imaginario de cualquier profesional de la arquitectura o el urbanismo, de la economía, o bien de la promoción cultural y la salud pública, empezando por el diseño de los más largos parques urbanos con plantas verdes, espacio público incluyente, ciclovías y conectividad universal, pero además, con una reactivación comunitaria donde el factor económico sea accesible para los habitantes, visitantes y pasajeros eventuales o usuarios de una vía de conectividad cuyo principal propósito deberá ser la reactivación igualitaria del uso de la ciudad, en términos económicos y sociales, además de paisajísticos con un impacto notable en el medio ambiente y por lo tanto en una mejoría evidente de la salud publica para toda la ciudad.

Otros factores técnico-urbanísticos tendrán que ver con el rediseño de las rutas colectoras de un nuevo modelo de transporte colectivo público, que incluya la reconversión tecnológica integral de unidades de transporte automáticas; prepago y el necesario subsidio a los principales usuarios y detentores de la producción social mayoritaria, principalmente estudiantes de todos los niveles, empleados y trabajadores, personas con discapacidad motora, silentes e invidentes y en fin, todos los grupos vulnerables requirientes de mayor atención del estado mexicano.

Académico del CUAAD, Universidad de Guadalajara

carlosm_orozco@hotmail.com