Hace cientos de años el trastorno de salud mental ha sido motivo de preocupación mundial ya que se han visto afectadas miles de personas cada año, lo que ha sido factor para que solo pocas personas hayan recibido un tratamiento adecuado.
Psicológicamente se ha detectado que una de las señales más comunes de una crisis emocional, es un cambio y un comportamiento extraño en la persona, no poder dormir placenteramente, se vuelve poco tolerante llegando a la irritabilidad, no le importa su apariencia personal, comienza a perder peso, constantemente tiene problemas en su rendimiento laboral, cae en depresión y no le interesan las relaciones sociales.
Ahora bien, hay ocasiones que estos cambios se presentan de un modo repentino y que son muy marcados, en algunos otros casos estos cambios de conducta pueden ser poco a poco, que casi no es notorio pasando por desapercibidos. Es sugerible que ante esta sospecha de cambio ya sea de un ser querido o de alguien cercano a su entorno, es importante la comunicación para ofrecerle la ayuda que él o ella necesita, desde luego no ser alarmista y mantener la calma escuchando con atención, ofreciendo un apoyo incondicional sin emitirle un juicio y buscar una ayuda profesional.
La comunicación atrae la atención de la persona que padece esos cambios y les ayuda a manejar la crisis emocional por la que está pasando, aunque es claro que la mejor ayuda es la profesional ya que es precisamente ahí cuando se toma y se diagnostica completa y eficazmente un problema de salud mental. Un psicólogo es el profesionista que tiene la formación especializada que lo hace experto en la comprensión y la intervención de problemas emocionales y de conducta, utiliza diversas técnicas enseñando los recursos de cómo manejar el estrés de la persona y la de su entorno capacitándolos para saber cómo actuar en estos casos.
En otro orden de ideas, cuando un pariente o familiar cercano presente aquel padecimiento, es importante darle una pronta atención ya que podría ser complicado en la tardía, con la orientación del profesionista de la salud mental, podría darse el caso de encontrarse en el supuesto de un trastorno bipolar que es una enfermedad grave que afecta a los sentimientos, pensamientos, estado de ánimo y al funcionamiento general de la persona que lo padece.
Según la Organización Mundial de la Salud, estima que aproximadamente 60 millones de personas en el mundo tienen este trastorno colocándose, así como la sexta causa de discapacidad en el mundo; el trastorno bipolar conocido anteriormente como maniaco depresivo, es una enfermedad crónica y recurrente, caracterizada por cambios abruptos en su estado de ánimo y de actividad, también, por la alternancia de momentos maniacos y depresivos por separados por periodos de ánimo normal.
Es oportuno precisar que los primeros síntomas de este ya mencionado trastorno, pueden surgir en cualquier momento ya sea en la infancia, adolescencia tardía o principios de la edad adulta, en la actualidad, con estudios científicos y psicológicos, se desconoce la causa exacta de esta enfermedad, aún, sin embargo, algunos estudios han mostrado la evidencia del peso que tienen los factores genéticos y ambientales como riesgo para el desarrollo para llegar a esa fase maniaca incluyendo los siguientes signos y síntomas: conducir un vehículo en forma temeraria, mostrar una felicidad extrema, pensamientos acelerados, exceso de confianza y falsas creencias en torno a sus capacidades, conductas imprudentes, entre otras.
Finalmente, el papel fundamental que desempeña el psicólogo, es ayudar a las personas con trastorno mental y otras más el trastorno bipolar, que reconozcan y sepan cómo manejar los síntomas de la enfermedad, a que cambien la negatividad por positividad en su pensamiento, les puede indicar rutinas diarias, como el baile, que vean programas de televisión o películas que le causen risa y no angustias, que mejore las relaciones familiares y con amigos.
Estimado lector, usted tiene la mejor opinión.
* Rector General del Centro Universitario UTEG
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