/ viernes 18 de agosto de 2023

'Estamos hasta la madre'

“Estamos hasta la madre”, esas fueron las palabras de mi tía cuando contesté el teléfono el lunes pasado, su tono de voz se escuchaba triste, conmocionada, molesta, indignada; ella se refería a la información que le había llegado a través de diferentes redes sociales con respecto a los jóvenes desaparecidos en el municipio de Lagos de Moreno, misma que se sumaba a otros tantos casos de similar naturaleza y sí, no pude estar más de acuerdo con ella.

Esta semana al igual que muchas otras, estos últimos años, hemos recibido lamentables noticias de que más personas mueren a mano de la delincuencia, mujeres a causa de violencia feminicida, jóvenes desaparecidos, asesinatos a plena luz del día en el centro de la ciudad. Estas noticias se nos presentan de manera constante, todos los días escuchamos en la radio, vemos en la televisión o leemos en las redes sociales sobre sucesos horribles, delitos crueles y situaciones que antes parecían inimaginables.

¿Saben qué es lo peor de todo esto? que nos estamos acostumbrando y que, como sociedad hemos normalizado la violencia a tal grado que los atentados ya no tienen limites, actos de brutalidad y salvajismo que atentan de manera horrible contra mujeres, hombres y jóvenes, nos han insensibilizado; llegamos a un punto en donde pareciera que somos indiferentes ante el dolor ajeno, las violencias en sus múltiples facetas nos han rebasado.

Los motivos detrás de la violencia son cada vez más incomprensibles, vienen de una falta de lógica y de empatía que nos ha hecho olvidar que somos humanos. El más mínimo error o disturbio es ahora excusa para arrebatarle la vida a una persona, pero no debemos permitir que mañana lo siga siendo.

¡Tenemos que actuar ya! Gobierno en sus tres niveles, academia, sociedad civil y sector empresarial, sin excepción, debemos responder a las voces de miles de víctimas directas e indirectas, por ellas y por todas y todos nosotros; debemos anteponer nuestra solidaridad, nuestra empatía, nuestra civilidad, ser capaces de trabajar unidos bajo una causa común: nuestra seguridad, nuestra libertad.

Todos los que han sido terriblemente asesinados y desaparecidos eran hijas, hijos, amigos, hermanas, tíos, madres y padres, no deben ser un número más en la historia trágica de nuestro estado, personas que se les ha arrebatado la oportunidad de seguir construyendo sus sueños, de disfrutar a sus seres queridos, de tener una vida.

Ocultar información o quedarse callados frente a estos crueles sucesos es continuar con el problema, es abonar a la deshumanización y la indiferencia, por eso como sociedad atendamos el llamado, unir nuestras fuerzas y luchar contra la violencia y quienes la generan, junto a los tres niveles de gobierno hagamos un alto y reflexionemos, atendamos y seamos participes de la solución.

Porque ganar esta lucha significará que podamos nuevamente salir libres a la calle, sin preocuparnos por saber a dónde van nuestros familiares o si los mismos volverán a casa. Hoy no podemos salir tranquilos y a esto le sumamos la indiferencia de las autoridades que, lejos de ser parte de la solución, revictimizan o responden con un chiste frente a un cuestionamiento sobre lo ocurrido en Lagos de Moreno o que, fijan postura días después para entre ellos aventarse la bolita, es no querer ver el tamaño del problema que estamos viviendo todas y todos como sociedad y ser insensibles ante el sufrimiento de madres, padres, hermanos. La inseguridad no distingue colores, no es relevante quién gobierna, lo realmente importante es la seriedad y la responsabilidad al gobernar y la atención, empatía y solidaridad que se da a las víctimas y a sus familias; tristemente hoy en México las autoridades prefieren callar y hacer como si nada pasara. No podemos seguir así, la sociedad y las familias merecen respeto, atención y sobre todo, merecen autoridades que actúen con la altura que el problema exige y que garanticen seguridad a la ciudadanía, que es algo que hace mucho se dejó de hacer.

Diputada Local, Partido Acción Nacional.

Twitter @mirellemontes

“Estamos hasta la madre”, esas fueron las palabras de mi tía cuando contesté el teléfono el lunes pasado, su tono de voz se escuchaba triste, conmocionada, molesta, indignada; ella se refería a la información que le había llegado a través de diferentes redes sociales con respecto a los jóvenes desaparecidos en el municipio de Lagos de Moreno, misma que se sumaba a otros tantos casos de similar naturaleza y sí, no pude estar más de acuerdo con ella.

Esta semana al igual que muchas otras, estos últimos años, hemos recibido lamentables noticias de que más personas mueren a mano de la delincuencia, mujeres a causa de violencia feminicida, jóvenes desaparecidos, asesinatos a plena luz del día en el centro de la ciudad. Estas noticias se nos presentan de manera constante, todos los días escuchamos en la radio, vemos en la televisión o leemos en las redes sociales sobre sucesos horribles, delitos crueles y situaciones que antes parecían inimaginables.

¿Saben qué es lo peor de todo esto? que nos estamos acostumbrando y que, como sociedad hemos normalizado la violencia a tal grado que los atentados ya no tienen limites, actos de brutalidad y salvajismo que atentan de manera horrible contra mujeres, hombres y jóvenes, nos han insensibilizado; llegamos a un punto en donde pareciera que somos indiferentes ante el dolor ajeno, las violencias en sus múltiples facetas nos han rebasado.

Los motivos detrás de la violencia son cada vez más incomprensibles, vienen de una falta de lógica y de empatía que nos ha hecho olvidar que somos humanos. El más mínimo error o disturbio es ahora excusa para arrebatarle la vida a una persona, pero no debemos permitir que mañana lo siga siendo.

¡Tenemos que actuar ya! Gobierno en sus tres niveles, academia, sociedad civil y sector empresarial, sin excepción, debemos responder a las voces de miles de víctimas directas e indirectas, por ellas y por todas y todos nosotros; debemos anteponer nuestra solidaridad, nuestra empatía, nuestra civilidad, ser capaces de trabajar unidos bajo una causa común: nuestra seguridad, nuestra libertad.

Todos los que han sido terriblemente asesinados y desaparecidos eran hijas, hijos, amigos, hermanas, tíos, madres y padres, no deben ser un número más en la historia trágica de nuestro estado, personas que se les ha arrebatado la oportunidad de seguir construyendo sus sueños, de disfrutar a sus seres queridos, de tener una vida.

Ocultar información o quedarse callados frente a estos crueles sucesos es continuar con el problema, es abonar a la deshumanización y la indiferencia, por eso como sociedad atendamos el llamado, unir nuestras fuerzas y luchar contra la violencia y quienes la generan, junto a los tres niveles de gobierno hagamos un alto y reflexionemos, atendamos y seamos participes de la solución.

Porque ganar esta lucha significará que podamos nuevamente salir libres a la calle, sin preocuparnos por saber a dónde van nuestros familiares o si los mismos volverán a casa. Hoy no podemos salir tranquilos y a esto le sumamos la indiferencia de las autoridades que, lejos de ser parte de la solución, revictimizan o responden con un chiste frente a un cuestionamiento sobre lo ocurrido en Lagos de Moreno o que, fijan postura días después para entre ellos aventarse la bolita, es no querer ver el tamaño del problema que estamos viviendo todas y todos como sociedad y ser insensibles ante el sufrimiento de madres, padres, hermanos. La inseguridad no distingue colores, no es relevante quién gobierna, lo realmente importante es la seriedad y la responsabilidad al gobernar y la atención, empatía y solidaridad que se da a las víctimas y a sus familias; tristemente hoy en México las autoridades prefieren callar y hacer como si nada pasara. No podemos seguir así, la sociedad y las familias merecen respeto, atención y sobre todo, merecen autoridades que actúen con la altura que el problema exige y que garanticen seguridad a la ciudadanía, que es algo que hace mucho se dejó de hacer.

Diputada Local, Partido Acción Nacional.

Twitter @mirellemontes