El fraccionamiento Geovillas La Arbolada, en Tlajomulco de Zúñiga, amaneció completamente inundado por la tormenta que se registró la madrugada de este jueves. Al fondo, personal de Protección Civil del municipio sigue trabajando con equipo especial para extraer el agua de las viviendas.
La lluvia comenzó alrededor de las 6 de la tarde del miércoles pero fue ya entrada la noche que el agua comenzó a elevarse en las calles del fraccionamiento, donde los vehículos quedaron cubiertos por el agua y posteriormente las casas se inundaron.
Hasta el mediodía el agua seguía estancada con niveles aproximados de un metro en la vía pública y en algunas casas como en la de Alejandro Dueñas, donde el agua cubría sus muebles y el refrigerador estaba flotando.
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“Como a las once de la noche, la barbilla que tengo ahí fue rebasada y se empezó a meter pero por todos lados, los tinacos, los tanques de gas empezaron a flotar, el refrigerador y todo, y mi coche lo tuve que sacar y está ahí todo lleno de agua”.
Blanca y su esposo se fueron a dormir a casa de su mamá y la mañana de este jueves regresaron para ver que podían rescatar de todos sus enseres, ya que todo estaba bajo el agua.
También llegaron para revisar a sus mascotas que se quedaron en la segunda planta.
"Nos tuvimos que ir a dormir con mis papás porque sí, está muy feo, o sea, era imposible entrar, era imposible quedarse aquí. Más o menos un metro, ahorita nos dicen que está metro y medio, no sabemos ahorita, lo que vamos a ir a checar, porque pues tenemos ahí mascotitas y nuestras cosas, pues ya todo se comprometió ahí".
Cuando el agua entró a las casas, los moradores se refugiaron en la segunda planta en donde esperaron toda la noche y gran parte de la mañana a que bajara el nivel.
“Este, nos subimos al segundo nivel. Todas esas casas son de dos niveles. En el segundo nivel, el primer nivel está todo inundado. El refrigerador, pues, ya se dio vuelta, los muebles flotando”, detalló Jorge Gutiérrez.
Lo mismo ocurrió en la casa de Ernesto Villa, en donde el agua subió más de un metro. A consecuencia de ello todas sus muebles se echaron a perder. Él salió de casa cerca de las 11 de la mañana para ir a trabajar y el agua seguía estancada.
“Si está todavía inundado allá adentro también, así como aquí afuera, igual allá adentro. Un metro y cacho más o menos, pues ahorita ya todos nuestros muebles están cubiertos de agua. Todo quedó ahí medio flotando.
Las personas caminaban a paso lento con el agua por arriba de las rodillas, para salir del fraccionamiento. Los que tuvieron mejor suerte, donde el agua no rebasó los 10 centímetros, estuvieron sacando el agua con cubetas y tratando de rescatar algunas de sus pertenencias.
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