La Comisaría de Seguridad Ciudadana de Guadalajara separó de sus cargos e investiga a dos policías señalados de golpear a un joven y robarle dinero a otro en el Parque Rojo.
La Comisaría de Seguridad informó que se trata de Ángel René “N”, de 38 años y Alonso Emanuel “N”, de 22 años, señalados por dicha agresión y abuso de autoridad.
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La dependencia detalló que los elementos ya fueron separados de sus funciones operativas en calle mientras se lleva a cabo la investigación.
“Se encuentran bajo proceso de investigación por parte de la Fiscalía del Estado, Asuntos Internos y la Dirección Jurídica: Ángel René “N”, de 38 años y Alonso Emanuel “N”, de 22 años, señalados por presunta agresión y abuso de autoridad en contra de un ciudadano el pasado miércoles 27 de diciembre en la Colonia Americana. Cabe señalar que, mientras se desarrolla la investigación, ambos elementos activos fueron separados de sus funciones de patrullaje en las calles”.
La mañana del miércoles 27 de diciembre, José de Jesús, estaba reunido con unos amigos en el Parque Rojo, ubicado en Avenida Federalismo y Juárez, cuando llegaron los patrulleros de la unidad GDL-037 para hacerles una revisión, sin motivo alguno.
En la inspección a uno de los muchachos de nombre Carlos, le hallaron una pipa y a Jesús una porción de marihuana, lo que motivó que los esposaran y al ver que Carlos tenía cuatro mil pesos en su cartera, se los quitaron.
No conforme con ello, a Jesús le quitaron todas sus pertenencias, lo golpearon y lo llevaron hasta la estación España de la Línea 1 del Tren Ligero.
Antes de eso y después de quitarle los cuatro mil pesos a Carlos, también le exigieron 20 mil pesos para que liberaran y dejaran de golpear a Jesús.
“A mi me empezaron a golpear, después de que soltaron a Carlos, durante como media hora, cuarenta minutos, no se, me quitaron mi llave, mi tenis, todo me quitaron y me bajaron, me dijeron que corriera que no volteara porque me iban a disparar, era cerquita de las torres en España, el tren era a una cuadra justamente”.
Una personas que vieron a Jesús golpeado y sin calzado, le dieron dinero para que pudiera tomar el tren de regreso a casa, pero el personal de seguridad de la estación le negó el acceso.
Las personas que le habían dado el dinero, al darse cuenta de ello, llamaron al 911 para pedir ayuda. Poco después llegó una patrulla y una ambulancia que lo llevaron a la Cruz Verde para que recibiera atención médica.
Mientras que Jesús estaba encamado en la Cruz Verde, llegó uno de los policías agresores para obligarlo a firmar su narración de los hechos, misma que había sido alterada, diciendo que sus amigos lo habían golpeado.
Después llegó el comandante de la zona, quien le cuestionó lo ocurrido. Y aunque en primera instancia Jesús tenía miedo de decir la verdad por las amenazas recibidas por el policía que estaba presente, terminó relatando la verdad ya que el comandante se dio cuenta que además de los golpes en el rostro, el joven tenía huellas de grilletes en las manos.
El comandante ordenó que el policía y su compañero fueran desarmados y puestos a disposición del Área de Asuntos Internos para su investigación.
Jesús indicó que una vez que su estado de salud lo permita, presentará la denuncia ante el Agente del Ministerio Público.