El Secretario de Seguridad del Estado, Juan Bosco Pacheco, señaló que aún no regresan toda las familias de los poblados de Zipoco, El Carrizo, Los Plátanos y Petacala, en el municipio de Santa María del Oro, que abandonaron sus viviendas a consecuencia de los enfrentamientos registrados entre grupos delictivos el pasado mes de enero y del ataque con minas artesanales, que cobró la vida de un militar y dejó cuatro más heridos.
Señaló que constantemente los elementos del escuadrón Antiexplosivos Tedax de la Policía del Estado realizan revisiones en los caminos rurales de esta localidad para garantizar la seguridad de los habitantes.
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"No creo que hayan regresado todos. Una gran parte ha retornado. Lo que sí puedo asegurarles es que hay presencia de Policía Estatal, de Guardia Nacional y de Ejército Mexicano en el lugar. Y estarán ahí hasta nueva orden para a fin de que normalicen las cosas. Son constantes las verificaciones a diario. El equipo de TEDAX con el Ejército Mexicano realizan verificaciones en todos los contornos y apoyan a la gente. No solamente en actividades de seguridad sino en cualquier otro tipo de acciones para que se sientan tranquilas y puedan trabajar".
La Secretaría de la Defensa Nacional ha localizado al menos 30 minas artesanales en las brechas aledañas en el municipio de Santa María del Oro, en los límites con Michoacán, desde el pasado 20 de enero, fecha en la que una unidad militar fue atacada con uno de estos artefactos, con el saldo ya descrito.
El 13 de febrero de este año, el general Crisóforo Martínez Parra, comandante de la Decimoquinta Zona Militar, señaló que todos los artefactos habían sido destruidos inmediatamente después de su detección.
Agregó que durante los recorridos, los efectivos castrenses han encontrado campamentos que eran utilizados por grupos delictivos.
Martínez Parra indicó que el personal militar ha brindado acompañamiento a los habitantes de estas comunidades para que puedan regresar de forma segura por los caminos que ya fueron despejados de minas artesanales plantadas por grupos de la delincuencia organizada.
El día 24 de enero, el padre José Luis Segura Barragán, que reside en La Loma, Jalisco y cuya parroquia pertenece a la Diócesis de Apatzingán, señaló a través de un video publicado en sus redes sociales que los enfrentamientos entre grupos criminales rivales han desplazado a esa cantidad de familias, que serían unas 150 familias, menos de medio millar de personas.
"El día 12 de enero expulsaron a la gente de Zipoco, El Carrizo, Panales, Petacala y quizá Los Plátanos. En concreto decían que eran 150 familias, unas 500 personas, pero por otros informes estadísticos quizás sean menos de 500 personas. Lo de las familias sí, porque en aquellos cerros, la pandemia y la violencia diezmó a las comunidades y la gente joven se fue, entonces se quedaron los ancianos a cuidar las casas la mayoría".
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