Las mujeres privadas de la libertad del Reclusorio Femenil de Puente Grande festejaron este 10 de mayo, con diversas actividades preparadas por la dirección de Prevención y Reinserción Social, además de que recibieron la visita de sus familias.
Una de ellas es Herminia, quien lleva 11 años en prisión y tiene una niña de un año y 6 meses de edad.
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La decisión de tener una hija la tomó después de 4 años de pensarlo porque sabía que no era el mejor lugar para tener un bebé.
"Cuando yo decido tener a mi hija duré cuatro años para decidir tenerla; pasa el tiempo, se pasa el tiempo aquí entonces tú no puedes esperar o hacerte la ilusión de cuando salga porque aún no sabes cuándo va a pasar eso. Entonces no puedes bloquear tu sueño, seguir tus sueños y tú tienes que seguir a lo que tú quieres yo quería una hija y pues gracias a Dios me dio una mujer como yo quería".
Con el apoyo de diferentes patrocinadores, tuvieron regalos, juegos, clases de yoga y meditación, competencias deportivas y una comida, así lo explicó el director de Prevención y Reinserción Social, José Antonio Pérez Juárez.
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"Sí al aire libre, tuvieron ya competencias deportivas de voleibol, de fútbol rápido; estuvieron muy activas en el tema de la yoga, de la meditación. Tenemos actividades, como lo dije, de talleres de capacitación en temas de salud de la mujer, de trabajo en el área psicológica, a través del proyecto de constelaciones y la comida que se ofrecer es distinta, la comida ordinaria el día de hoy con apoyo que tuvimos de personas generosas se les sirve carnitas".
Por la mañana los mismos coros de las internas se encargaron de llevar las mañanitas a cada uno de los dormitorios.
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