Su amor de padre llevó al señor Raúl Garrido a buscar incansablemente a su hijo Hugo, quien fue desaparecido e inhumado clandestinamente junto con su amigo de la infancia Javier por integrantes de una banda de delincuentes dedicados a la extorsión y al robo de casas en Chulavista, en Tlajomulco de Zúñiga.
Ese mismo amor hoy lo hace buscar justicia y participar en la investigación para esclarecer el hecho, para que su hijo y él puedan descansar y los responsables paguen. Desde su desaparición el 11 de diciembre de 2022 el señor Garrido se dedicó a buscar a Hugo. Esa noche él le llamó y le dijo que iba con Javier a llevar a dos amigas a su casa en Tlajomulco, pero que en el trayecto en la zona de Chulavista comenzaron a dispararles.
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Asustado por la situación que vivía su hijo se trasladó a la zona pero no dio con él porque la ubicación que Hugo le envió era incorrecta. El calvario apenas iniciaba. Ambas familias comenzaron a buscarlos.
Raúl Garrido tuvo la fortuna de encontrar a un informante en la zona que se había enterado de lo que esa noche pasaron Hugo y Javier.
“Nos empezaron a contactar vecinos y el informante que me estaba dando información desde ese día contactó a mi espo- sa diciéndole que él tenía información, pero ya sabes que en esos casos es lo que quieren extorsionar. Él me dijo 'yo conozco al asesino de tu hijo'. Nos costó trabajo creerle”, comentó el señor en una entrevista para EL OCCIDENTAL.
Fue la luz que necesitaba el padre de Hugo para continuar la búsqueda aunque sabía que posiblemente no encontraría a su hijo vivo y así fue.
“Tres veces fuimos a buscar en la casa donde estaban y no los encontramos. Luego fue la Fiscalía también, tampoco los encontró. Lo que me parece increíble es que desafortunadamente confié en la institución y en un colectivo creyendo que tenían experiencia. El informante dijo que estaban en el baño y la prueba era que se estaba tirando el agua porque ellos mismos la rompieron cuando estaban excavando”, manifestó.
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El 30 de marzo los propios padres de los inseparables amigos los encontraron enterrados en el baño de una casa de Villa Fontana Aqua etapa 7, tal como lo había advertido el informante con el que ahora lleva una buena relación de amistad.
“La verdad si él no me hubiera estado pasando tanta información yo no hubiera logrado nada. Él tenía hartazgo por lo que pasaba con esa banda”.
Durante la entrevista también reveló cuándo supo que su hijo estaba muerto.
“Cuando me habló y supe que estaban tirándole yo pensé que los van a robar y ya. Una cosa es que te roben la mano armada, y otra cosa es que te roben ya haciendo detonaciones, porque yo conozco esos rumbos, la gente está bien jodida.
Entonces ellos llegaron, el carro de mi hijo no era un gran carrazo pero en ese funcionamiento sí. Iba con la idea de que encontraría algo complicado”.
Fue el robo del auto, el móvil por el que Hugo Garrido y Javier Gutiérrez fueron asesinados.
Familias deben participar en la investigación
Al inicio de la investigación que comenzó la Fiscalía estatal un agente del ministerio público le comentó que debía investigar también y aportar información ya que era complicado que a ellos como elementos que se presentan armados ante un testigo, es difícil que les aporten información por temor. Eso no le cayó bien al señor Raúl, pero después lo entendió.
“Sí es cierto que es más fácil que le informen a uno que a la Fiscalía, eso ya me queda más que claro. Cuesta dinero, esfuerzo y tiempo pero los resultados se dan. Eso y no dejar de exigirle a las autoridades”. Se involucró y con la información que le seguía aportando “su contacto”, prácticamente integró la carpeta de investigación ya que sabía que se enfrentaba a un grupo de delincuentes comunes, de quinta categoría, como él les llama.
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Pese a que participaba de manera activa en la investigación, también fue insistente con la Fiscalía nunca dejó de ir a exigir justicia para su hijo, por lo que recomienda a quienes viven una situación similar a la suya, que nunca quiten el dedo del renglón.
“No dejar de ir a la Fiscalía cuando menos dos veces a la semana. Yo voy a la Fiscalía, la veo sola. Yo no veo gente exigiendo, yo no veo gente pidiendo que hagan su trabajo, nadie. Están acostumbrados a que nadie les exige y cuando alguien viene y les exige se molestan”.
Su persistencia y la información que aportó hizo que al menos el presunto autor intelectual del doble homicidio y desaparición ya fue capturado y vinculado a proceso por los delitos de desaparición cometida por particulares.
Ahora sugiere a las familias de personas desaparecidas que colaboren y apoyen a la Fiscalía con información, porque en su caso tuvo resultados positivos su involucramiento.
“Primero sugerir que se aseguren de que no están peleando contra un cártel, porque eso es contraproducente. Yo tuve la confianza y la seguridad de que nunca pertenecieron a un cártel estos maleantes, porque el informante me lo dijo”.
Modus operandi de la banda
La banda compuesta al menos por 15 sujetos operaba mediante la renta de casas- habitación.
Una vez que los inquilinos se instalaban, el grupo delictivo comenzaba a hacerles amenazas para que abandonaran la finca, pero que no se llevaran ningún mueble, porque prácticamente vivían de su venta de las pertenencias de las familias que llegaban a vivir a la zona.
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