En 2019 la presidenta municipal de Manzanillo, Colima, Griselda Martínez Martínez, fue objeto de un atentado cuyo caso asume que no le han resuelto y le ha impedido regresar a su casa.
La edil aseguró que la impunidad prevalece en Colima y el atentado fue perpetrado por personas que incomodó con el trabajo que ha realizado en el puerto colimense.
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La alcaldesa que emanó de filas de Morena y fue reelecta en el pasado proceso electoral pidió a las autoridades de procuración de justicia, castigar a los autores materiales e intelectuales que le intentaron privar de la vida a balazos mientras se trasladaba en su camioneta en el año 2019.
Agregó que desde esa fecha no ha regresado a vivir a su hogar, ya que tras el atentado vivió en la Región Naval, luego en el Ayuntamiento.
"Hace dos meses tuvimos que salir de las instalaciones del ayuntamiento, y hoy paradójicamente estoy viviendo en un refugio para mujeres que viven violencia", dijo.
Martínez Martínez consideró que los ataques a su persona son porque no la pueden “comprar” y tampoco por prestarse a servir a intereses.
Agregó que otro motivo es porque detuvo la práctica de la minería ilegal en Manzanillo, además de la prohibición de otros proyectos de miles de millones de pesos que dañan el medio ambiente.
“Hemos presentado denuncias por corrupción en Manzanillo y que siguen en las carpetas en la Fiscalía (General del Estado). El problema de Manzanillo y Colima es el alto nivel de impunidad, y nadie está exento de sufrir un tipo de violencia y que no tenga acceso a la justicia”.
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