/ martes 29 de mayo de 2018

Tabaco mata a 7 millones al año y uno de ellos ni siquiera lo fuma

Contiene productos químicos con efectos nocivos y cancerígenos que ponen en riesgo la salud de fumadores y aquellos que solo están expuestos al humo ajeno

El humo del tabaco contiene más de cuatro mil sustancias químicas, de los cuales al menos 250 son nocivos y más de 50 causan cáncer. La mayoría de ellas se producen en la combustión, por lo que los neumólogos alertan sobre los efectos perjudiciales de todos los tipos de tabaco (cigarrillos, puros o pipas de agua).

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el tabaco es responsable de aproximadamente siete millones de muertes cada año, de las cuales seis millones son consumidores directos y alrededor de 890 mil son fumadores expuestos al humo ajeno.

La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) destaca la incidencia del tabaco sobre la enfermedad cardiovascular y la respiratoria, que puede llegar en el peor de los casos a la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), el desarrollo de diferentes tipos de cáncer, como pulmón o laringe, o graves complicaciones cardíacas.

Composición

Las principales sustancias del humo del tabaco que producen enfermedades son la nicotina, el monóxido de carbono, alquitranes, nitrosaminas y sustancias oxidantes, alertan los especialistas.

Además, contiene gases irritantes y metales que, aunque se encuentran en dosis relativamente bajas, tienen importantes efectos perjudiciales sobre la salud del fumador y de las personas que lo rodean.

Así lo afirma el estudio de varias marcas de tabaco realizado por el investigador de la Universidad de Alicante, España, Antonio Marcilla.

Según este análisis, los cigarrillos producen diferentes cantidades de sustancias tóxicas que quedan retenidas en nuestros pulmones por la acción de los alquitranes como si fuesen los filtros de los cigarrillos.

Enfermedades

“El tabaco está relacionado con el desarrollo de enfermedades cardiovasculares y respiratorias principalmente. Los efectos de las sustancias que contiene están directamente relacionados con el desarrollo de estas patologías que causan la muerte de la mitad de los fumadores”, añade el doctor José Ignacio de Grandas.

Según los datos de la SEPAR, la nicotina aumenta la tensión arterial y la frecuencia cardíaca. Tan sólo un cigarrillo eleva entre 10 y 15 latidos por minuto.

El CO también dificulta la circulación de la sangre, estrecha los vasos sanguíneos y facilita la formación de coágulos.

El 75% de las muertes súbitas por trombosis coronarias se producen en fumadores. De Grandas señala la conocida como “enfermedad del escaparate”, derivada de los problemas de circulación en las piernas, que en los casos más graves puede obligar a una amputación.

Otros efectos

La presencia de sustancias carcinógenas relaciona el consumo de tabaco con el desarrollo del 30% de tumores malignos. Los informes demuestran que algunos tipos de cáncer están producidos directamente por el propio tabaco (pulmón, laringe, esófago, boca) y otros asociados a él (páncreas, colon, estómago, riñón, mama, cuello de útero o hígado).

Según informa el doctor Andrés Zamorano, “los fumadores tienen de dos a diez veces más posibilidades de padecer cáncer de vejiga por su contenido en 2-naftilamina y 4-aminobifenilo”. Asimismo, está demostrado que el benceno produce leucemia y cáncer cerebral y hepático.

Los expertos alertan de la presencia de estas sustancias se encuentra en todos los tipos de tabaco, y avisan de que sus efectos de toxicidad pueden aparecer independientemente del consumo. “No hay ningún consumo seguro a la hora de desarrollar enfermedades”, advierten desde la SEPAR.

El humo del tabaco contiene más de cuatro mil sustancias químicas, de los cuales al menos 250 son nocivos y más de 50 causan cáncer. La mayoría de ellas se producen en la combustión, por lo que los neumólogos alertan sobre los efectos perjudiciales de todos los tipos de tabaco (cigarrillos, puros o pipas de agua).

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el tabaco es responsable de aproximadamente siete millones de muertes cada año, de las cuales seis millones son consumidores directos y alrededor de 890 mil son fumadores expuestos al humo ajeno.

La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) destaca la incidencia del tabaco sobre la enfermedad cardiovascular y la respiratoria, que puede llegar en el peor de los casos a la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), el desarrollo de diferentes tipos de cáncer, como pulmón o laringe, o graves complicaciones cardíacas.

Composición

Las principales sustancias del humo del tabaco que producen enfermedades son la nicotina, el monóxido de carbono, alquitranes, nitrosaminas y sustancias oxidantes, alertan los especialistas.

Además, contiene gases irritantes y metales que, aunque se encuentran en dosis relativamente bajas, tienen importantes efectos perjudiciales sobre la salud del fumador y de las personas que lo rodean.

Así lo afirma el estudio de varias marcas de tabaco realizado por el investigador de la Universidad de Alicante, España, Antonio Marcilla.

Según este análisis, los cigarrillos producen diferentes cantidades de sustancias tóxicas que quedan retenidas en nuestros pulmones por la acción de los alquitranes como si fuesen los filtros de los cigarrillos.

Enfermedades

“El tabaco está relacionado con el desarrollo de enfermedades cardiovasculares y respiratorias principalmente. Los efectos de las sustancias que contiene están directamente relacionados con el desarrollo de estas patologías que causan la muerte de la mitad de los fumadores”, añade el doctor José Ignacio de Grandas.

Según los datos de la SEPAR, la nicotina aumenta la tensión arterial y la frecuencia cardíaca. Tan sólo un cigarrillo eleva entre 10 y 15 latidos por minuto.

El CO también dificulta la circulación de la sangre, estrecha los vasos sanguíneos y facilita la formación de coágulos.

El 75% de las muertes súbitas por trombosis coronarias se producen en fumadores. De Grandas señala la conocida como “enfermedad del escaparate”, derivada de los problemas de circulación en las piernas, que en los casos más graves puede obligar a una amputación.

Otros efectos

La presencia de sustancias carcinógenas relaciona el consumo de tabaco con el desarrollo del 30% de tumores malignos. Los informes demuestran que algunos tipos de cáncer están producidos directamente por el propio tabaco (pulmón, laringe, esófago, boca) y otros asociados a él (páncreas, colon, estómago, riñón, mama, cuello de útero o hígado).

Según informa el doctor Andrés Zamorano, “los fumadores tienen de dos a diez veces más posibilidades de padecer cáncer de vejiga por su contenido en 2-naftilamina y 4-aminobifenilo”. Asimismo, está demostrado que el benceno produce leucemia y cáncer cerebral y hepático.

Los expertos alertan de la presencia de estas sustancias se encuentra en todos los tipos de tabaco, y avisan de que sus efectos de toxicidad pueden aparecer independientemente del consumo. “No hay ningún consumo seguro a la hora de desarrollar enfermedades”, advierten desde la SEPAR.

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