Son 16 aspirantes a una candidatura los que han sido asesinados en lo que va del actual proceso electoral, de acuerdo con un reporte del Laboratorio Electoral que es dirigido por Arturo Espinosa Selis, especialista en derecho electoral.
El reporte presentado este día cuenta los hechos que ocurrieron desde el 4 de junio de 2023, fecha en la que arrancaron los procesos adelantados de los partidos para elegir a sus candidatas a la presidencia, hasta el 7 de febrero y los resultados muestran que ocho de los aspirantes asesinados tenían afiliación con Morena; 12 al PRI, PAN y PRD, con cuatro cada uno; tres a Movimiento Ciudadano y uno al Partido Verde.
Las víctimas que enumera el reporte son Javier Torres, excandidato a la presidencia municipal de Chiautla, Puebla, y que buscaba nuevamente competir por la alcaldía; Moisés Tomás Juárez Abarca, secretario de Diversidad Sexual del PRD en Guerrero; Alejandro Lanuza Hernández, regidor del PAN en Salvatierra Guanajuato.
Wilman Monje Morales, exalcalde de Gutiérrez Zamora, Veracruz: Miguel Ángel Cruz Robles, exlider del PRI en Villa del Carbón, Estado de México, y que aspiraba a la presidencia de dicho municipio; Dagoberto García Rivera, dirigente de Morena en Maravatío, Michoacán; Jaime Damaso Solis, aspirante a la presidencia municipal de Zilatla, Guerrero; Ricardo Taja Ramírez, aspirante a diputado federal por Morena en Guerrero; Alfredo Giovani Lezama Ramírez, regidor de Cuautla, Morelos.
David Rey González Moreno, aspirante a alcalde de Suchiate, Chiapas; Sergio Hueso, aspirante a la presidencia municipal de Almería, Jalisco; Miriam Noemi Ríos Ríos, comisionada de Movimiento Ciudadano en Michoacán; Samantha Carolina Gómez Fonseca, aspirante al Senado de la República por Morena; Marcelino Ruiz Esteban, exalcalde de Atlixtac, Guerrero; Porfirio Hernández, precandidato a la alcaldía de Jalpan, Puebla; y Jaime Vera, precandidato a la alcaldía de Mascota, Jalisco.
El reporte indica que, en el periodo antes mencionado, se han registrado 50 casos de violencia electoral, de los cuales 33 corresponden a personas que fueron asesinadas sin que necesariamente buscarán una candidatura.
Durante la presentación del reporte, Arturo Espinosa advirtió que el proceso electoral de 2024 se encamina a ser el más violento en la historia de México, debido a la injerencia del crimen organizado.
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“Les adelanto que 2024 va para ser el proceso más violento en la historia; creemos que la violencia va a ir creciendo en la medida en que empiecen las campañas y en los periodos de definición de las candidaturas. El crimen organizado busca temer injerencia, creemos que es una lucha por el poder y por la injerencia que se pueda tener en los gobiernos y en las representaciones”, dijo.
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