A unos días de la celebración de la llegada de la primavera, los visitantes de la zona arqueológica del Ixtepete, en Zapopan, señalan que hace falta mantenimiento, vigilancia, limpieza y vigilancia, otros indican que sí hay atención y vigilancia, pero lo importante es estar en contacto con la naturaleza ese día tan importante en el ámbito cósmico.
“Venía cada año pero por la pandemia ya no pudimos regresar, pero antes de la pandemia sí estaba muy bonito, había bastante gente, muchos puestos, era bonito, estaban los señores de los penachos que llegaban y te ponían las manos para la buena energía y no sé si hoy por no ser el 21 de marzo no haya gente”, dijo.
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A tres días de se lleve a cabo el equinoccio de primavera, el lugar está sólo, es poca la gente que acude ya sea para comenzar a cargar energía o para un rato de esparcimiento, además de que el sitio luce abandonado y con poco mantenimiento.
“No es como en Teotihuacán, todos vestidos de blanco, aquí nos venimos con lo que hay pero está descuidado y medio, ya tiene muchos años que no veo que le hagan nada, no entiendo porque en Zapopan no hacen, es muy rico”, pero no se ve reflejado en el mantenimiento hay zonas en las que el pasto está quemado, quedan las cenizas y todo negro, con algo de basura en determinados sitios.
Algunos consideran que hace falta más vigilancia de la policía, otros visitantes como es el caso del señor Néstor Reyes menciona que sí hay recorridos de las patrulla, poca pero si se ven, la mayor parte del espacio de la zona arqueológica sí está limpia, se hacen las quemas de pasto, pero otros como la señora Lilia, cada uno da su punto de vista y lo que vive en cada visita, pero sí coinciden en que es necesario mayor presencia de las autoridades.
Algunas personas señalan que hace como tres semanas podaron la hierba, pero no se hizo nada, el sitio no tiene encargado, no se ve un riego constante, el 21 de marzo no los dejan realizar ceremonia en la parte superior de la pirámide porque dicen que se hunde, pero en los alrededores la actividad es constantes, se tocan los caracoles, las flautas, cascabeles, se hace reverencia a los cuatro elementos (tierra, aire, agua y fuego), las limpias con hierbas, se cargan con la energía solar y renuevan las vibras.
Néstor Reyes tradicionalmente iba el 21 de marzo para entregar algo de energía y equilibrio a “nuestros hermanos” pero con el cambio de fechas de descanso no podrán ir ese día este año.
Lo que hace ese día cuando acude a la zona arqueológica es preparar para recibir la energía de los primeros rayos del sol y estar en sintonía con la naturaleza, ya que la tierra está bastante cerca del sol, a diferencia del invierno.
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