Motivada por festejar su cumpleaños 38, Gloria María Jiménez Duhart, originaria de Guadalajara planeó hace un mes su viaje a Medio Oriente y algunos países europeos. Es cristiana y le ilusionaba seguir los pasos de Jesús, incluso pretendía bautizarse en el río Jordán, pero el tour que tanto deseó se convirtió en una pesadilla, incluso aseguró que es lo peor que le ha pasado. Por sus propios medios pudo ponerse a salvo, actualmente se encuentra en Estambul, Turquía desde donde compartió con EL OCCIDENTAL lo que vivió.
El sábado llegó a Tel Aviv, Israel procedente de Egipto. Apenas pudo hacer unos recorridos guiados cuando estalló el conflicto. Previo a su llegada hubo un primer ataque, luego hubo más. Pasó horas de angustia y estuvo refugiada en el hotel, a unos metros de un búnker al que le fue imposible llegar por el alto grado de peligrosidad.
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"No nos dejaban salir, porque los terroristas están en Israel y no saben dónde están, están escondidos y podían estar en cualquier lugar y luego se ponen bombas, se suicidan y matan a mucha gente. Luego los ataques aéreos y la tercera, que los militares de Israel no querían a nadie en las calles porque les estorbamos".
Narró que hubo momentos en que el silencio en la ciudad era abrumador, al no saber lo que pasaba. No entendía si la falta de sonido anunciaba algo bueno o lo peor.
"Me puse en un estado hiper alerta. Iba haciendo planes, mi mente estaba en supervivencia. Entré como en un estado más salvaje de protegerme y yo buscaba todo lo que había en el cuarto, pensaba para qué me iba a servir".
Su cercanía con el aeropuerto le permitió salir en uno de esos momentos, en compañía de otras personas. Pudo comprar un boleto de avión porque viajaba sola.
La nave tardó mucho en poder salir de Tel Aviv, volaba en círculo y eso aumentaba su tensión y la presión de ser posible blanco de un ataque.
"Yo decía, hasta que no esté con el pie en el suelo fuera de Israel, no me voy a sentir segura, temblaba. Ayer en el aeropuerto no me sentía segura a pesar de que decían que era el lugar más seguro que había. Estaba aterrada".
Gloria, quien cumplió años el 5 de octubre, en su itinerario planeaba llegar a Estambul el miércoles, pero la guerra adelantó el plan. Una de sus dos hermanas le ayudó a conseguir una habitación en un hotel para que se alojara. Al llegar a esa ciudad turca supo que uno de los misiles cayó cerca del aeropuerto de Tel Aviv.
Durante la entrevista telefónica, en la que Gloria Estaba en su cuarto de hotel en Estambul, relató que estaba ilusionada con el viaje.
"Estaba muy contenta. Tenía muchos planes, al único lugar que pude ir fue al Nazareth y al río Jordán, pero mi plan era bautizarme en el río Jordán (donde fue bautizado Jesús), lo cual ya no sucedió, pero sí me metí al agua. Al día siguiente del río iba a ir a Jerusalén, a Galilea, a Belén. Soy cristiana, entonces me hacía mucha ilusión decir 'estuve en los lugares donde Jesús estuvo'. Como sea estuve en algunas partes"
Pese a ello, considera que la experiencia que tuvo fue como una película de terror.
"Es lo peor que me ha pasado en la vida. He pasado por muchas cosas, el año pasado murió mi hermano, mi papá, pero esto es lo más aterrador que he vivido en toda mi vida".
Ahora batalla con las secuelas traumáticas, como lo es el ruido de sirenas, de vehículos de emergencia que la ponen tensa.
Recordó que en el momento de mayor tensión le preocupaba su hijo, su mamá, su familia y no terminar como ya pasó, como un trofeo de terroristas. Ahora a salvó se reavivó su deseo por ver a sus seres queridos.
Tenía mucho miedo decía 'tengo un hijo y a lo mejor ya no lo voy a volver a ver, pobrecita de mi mamá, ellos qué pueden hacer desde México, qué estrés, qué angustiante para ellos ver que no pueden hacer nada' porque el problema no era que me mandaran dinero, el problema era cómo te saco de ahí. Ahora muero por ver a mi mamá, a mi hijo, abrazarlos y besuquearlos".
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Confesó que continuará con el viaje, aún le falta llegar a Grecia e Italia. Consideró que recorrer el mundo le dará la tranquilidad que necesita después de esa amarga experiencia, pero mucho dependerá de que pueda lidiar con las secuelas. También analizará si regresa a Israel para completar el recorrido que tanto soñó.
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Hace seis meses vive en Dublín, Irlanda ya que fue a tomar un curso de inglés que tenía pagado desde la pandemia. Desde ahí salió para viajar durante 26 días. Tras vivir su peor pesadilla, espera regresar a México en los primeros días de noviembre, para continuar dando cursos de extensiones de pestañas y empoderamiento de la mujer, en Guadalajara y Aguascalientes.
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