Presentan las primeras dos quejas ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco, ciudadanos que no portaban cubrebocas y que se resistieron a acatar el ordenamiento, al grado de terminar detenidos por policías municipales. No quedaron muy conformes con pasar 36 horas de arresto. Se calcula que son unos 80 arrestos hasta ahora.
El primer visitador de la CEDHJ, Eduardo Sosa Márquez, “lo estamos analizando dentro de los expedientes, porque no se quejan sobre la medida, es decir, nadie está cuestionando el uso de cubrebocas, el problema se ha suscitado en las detenciones que se tradujeron en quejas ante la CEDHJ, porque al momento en que se les apercibió en la vía pública para que utilizaran el cubre bocas y de esa manera se protegieran así mismos y nos protegieran al resto de los que transitamos en la vía pública, estas personas se pusieron agresivas; al menos así lo reportan boletas de detención de las cuáles hemos obtenido una fotocopia y hemos incorporado a las quejas que se han presentado”.
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Las dos quejas presentadas hasta el momento versan sobre los actos de molestia que dicen los usuarios fueron producidas por policías del Estado y policías de Tlaquepaque, respectivamente.
Informó el primer visitador que se dictaron medidas cautelares y se hicieron algunas puntualizaciones tanto al gobernador como a los presidentes municipales, cuando se publicó el respectivo decreto y era para capacitaran al personal para que no se dieran ese tipo de situaciones.
También se les pidió que las medidas fueran graduales y antes de detener a personas, se les hicieran los apercibimientos correspondientes. Recomendaron “que el último de los recursos fuera la privación de la libertad, en este caso en la modalidad de arresto administrativo”.
Lamentó el primer visitador que la controversia sean las medidas de protección, cuando estas deberían en automático un acto de responsabilidad y la gente le falta al respeto a las autoridades, al menos es l que señala la boleta.
Finalmente condenó cualquier insulto, de cualquier autoridad en contra de los particulares, “no es tiempo de ofendernos, no es tiempo de faltarnos al respeto; es tiempo de tomarnos la mano simbólicamente, de mirarnos a los ojos y juntos construir un mejor escenario de convivencia en medio de la pandemia”, todo, dijo, para la construcción de soluciones, que necesitamos como sociedad, respetuosa de los derechos humanos, y construir así un nuevo modelo de convivencia.
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