La brigadista en Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet), Perla Sofía Pérez Calvario, con dos años de pertenecer a este sector que sofoca incendios en todas las áreas verdes de la entidad, se ha enfrentado a todo tipo de situaciones desde las ligeras hasta las de alto riesgo como la del año pasado en el Bosque de La Primavera.
A Perlaa acompañan siempre a la hora de combatir los incendios el respeto y la adrenalina.
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Por extraño que parezca, ser brigadista es una actividad que le divierte, pero también le tiene mucho respecto al momento de entrar en acción para combatir un incendio forestal, en donde ha sentido el temor de ser envuelta a las candentes llamas emanadas de la naturaleza que se quema.
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“En el 2019 entré a una brigada que era un proyecto de una brigada femenina, ahí fue como empecé, ya llevo dos temporadas de incendios y la verdad que para mi es un mundo diferente el conocerlo, saber qué eran los incendios forestales, su combate y me di cuenta de cómo es este ambiente, hay situaciones que me han llevado al máximo”, dijo.
Mientras narra su experiencia se puede imaginar su participación en la parte más alta de un cerro, con comunicaciones limitadas, agua escasa para hidratarse, tener calor, ver cómo avanzan poco a poco las llamas, sofocarse por las altas temperaturas y el humo denso en ocasiones pero todas “han sido experiencias interesantes".
Ella se interesó cuando vio la convocatoria para conformar la brigada, pero en especial el contar con el apoyo de su familia fue básico para incorporarse a una actividad que le gusta desempeñar en el cuidado del medio ambiente y sobre todo contar con el respaldo de su mamá para trabajar, quien le dice que si ya se divirtió un poco que deje esa actividad de alto riesgo, pero si no quiere hacerlo respetará su decisión.
El incendió de mayor riesgo en el que ha participado en este corto tiempo de ser brigadista fue sin duda el de Las Canoas en el Bosque de La Primavera, el cual duró varios días y ahí enfrentó de todo tipo de situaciones en especial los vientos intensos que la puso en peligro.
Pero la adrenalina que genera el estar en acción y ver cómo avanza el fuego les da momentos en los que no piensan en tener miedo y “hay momentos en los que sí, pero es importante mantenerse concentrados en el trabajo, mantener la calma y no entrar en pánico porque eso hace cometer errores”.
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