El especialista en Medicina Reproductiva y miembro de la Sociedad Americana y Europea de Reproducción Humana, Saúl Ruiz Muñoz, advierte a las parejas de pseudo médicos y clínicas de fertilidad.
Indicó que el riesgo es latente tanto económico como la promesa de lograr un embarazo y lograr tasas altas de éxito para la madre y el bebé.
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“Hay pacientes que se desgastan mucho emocionalmente, económicamente, simplemente porque no acudieron con un médico que sí tenga las credenciales para ejercer este tipo de tratamientos de reproducción asistida”.
Estás pseudo clínicas de fertilidad, dijo dan falsa esperanzas a mujeres y hombres, el personal carece entrenamiento especializado y de certificación oficial avalado por organismos y asociaciones oficiales.
“Es muy importante que todas estas parejas que sufren de infertilidad revisen bien quién está detrás del escritorio, quién es ese médico obviamente a nivel institucional que la clínica tenga sus permisos adecuados de Cofepris, que estén avalados por la Red Latinoamericana de Reproducción Asistida, es decir, que tengan todo lo necesario para hacer todo este tipo de procedimientos”.
Ruiz Muñoz, también director de Biofertility Center detalló que más del 15 por ciento de las parejas tienen problemas de fertilidad, mientras que a nivel mundial se estima que 186 millones de personas se ven afectadas.
El especialista en Medicina Reproductiva alertó a la población en general y a las parejas sobre este tipo de pseudo clínicas o pseudo especialistas que se promocionan a través de las redes sociales como clínicas de fertilidad.
Agregó que estos supuestos espacios carecen de registro sanitario, el entrenamiento adecuado o de instalaciones para realizar algún tipo de procedimiento invasivo, por lo que la probabilidad de éxito en el tratamiento podría ser nula y en algunos casos hasta poner en riesgo la capacidad reproductiva de los pacientes y la vida del embrión.
“Lo único que pasa es que retrasan a las parejas en sus tratamientos, y llega un momento en el que estos dejan de funcionar; sobretodo si hablamos de mujeres mayores de 35 años, y lo que debió ser un tratamiento sencillo, se vuelve muy complicado al grado de que algunas ya no son candidatas para ciertos procedimientos”, advirtió Ruiz Muñoz.