Para el presidente de la Cámara de Comercio de Guadalajara, Raúl Uranga Lamadrid, si no se tiene el adecuado manejo de la economía y de los alimentos una vez concluido el periodo de eliminación de aranceles a los productos de la canasta básica se puede tener un rebote importante de la inflación en México y de los precios.

Dijo que, si a nivel global no hay una estabilización de los precios, “sí pudiera haber un gran rebote y eso nos preocupa; obviamente creo que el gobierno federal está en el mismo canal, muy preocupado por el tema de inflación y es algo que tampoco por decreto podemos aumentar los salarios” además es indispensable la solidaridad de todos, “de ser responsables y obviamente llamar a los comercios a tratar de hacer su mejor esfuerzo en bien de sus consumidores”.

Dijo que este programa deberá de tener una revisión a la mitad de los seis meses que decretó el Gobierno Federal de exentar del pago de aranceles la llegada de alimentos y ver cómo opera, pero también planear qué sigue después porque se corre el riesgo de tener un aumento desmedido de los precios y de la inflación, aunque con este proyecto los costos no bajarán, pero tampoco subirán.

Lo esencial para que esta propuesta federal funcione de la forma adecuada es que todos los comerciantes, desde las grandes cadenas de tiendas hasta los establecimientos de barrio o las llamadas tienditas de la esquina se sumen con voluntad y decisión de que funcione.

Dijo que estas medidas ayudarán de manera temporal en los próximos seis meses, pero es necesario que implementar otro tipo de acciones a largo plazo ya que el problema del aumento de la inflación no es exclusivo de México sino de todo el mundo.

“Es una medida temporal, mientras no haya una inversión fuerte, un plan, una política que apoye la inversión privada para modernizar cadenas productivas, temas de carreteras, el gasto de seguridad que entiendo en las empresas, puede llegar a representar un 20% del costo del producto, seguiremos teniendo esta aspirina”, indicó el líder de los comerciantes establecidos en Guadalajara.

Otro de los aspectos que se dio cuenta es que los altos precios provocaron que los patrones de consumo tengan cambios importantes porque “la gente sigue consumiendo lo básico, tortilla, frijol, todo lo que es canasta básica se sigue consumiendo, pero la gente comienza a sacrificar pequeños lujos como frutas, a lo mejor unas berries ya no se compran porque están más caras”.