A sus cinco meses de vida, Jesús Gabriel fue víctima de linchamiento y tortura. Fue mordido en ojos, orejas y dedos de las manos hasta arrancarle las uñas, tiene fractura de costillas, de pelvis y de piernas, presenta trauma craneoencefálico y además de ser drogado por sus posibles agresores: papá y mamá. La historia de este pequeño fue narrada con dolor y desesperación por una familiar que pidió el anonimato y pide justicia ante la atrocidad cometida en contra de Jesús Gabriel, así fue bautizado en la cama de un hospital; el nombre tiene una combinación “crucifixión y fuerza”.
Temen que regrese a la cuna donde ha sido agredido desde su nacimiento. A pesar de la denuncia interpuesta y de diagnósticos médicos de maltrato infantil, el Ministerio Público está por entregarlo a sus posibles agresores Erick N. y Julieta N.
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En los ojos se mira una tristeza profunda y de desesperación, las manos están inquietas al momento de la entrevista, no da su nombre pero sí su rostro y su voz para relatar una de las historias más inquietantes en su familia y para la sociedad. Jesús Gabriel fue trasladado del hospital San Javier al Antiguo Hospital Civil de Guadalajara
“Fray Antonio Alcalde” con diagnóstico y reporte de maltrato infantil y trauma craneoencefálico. “El bebé llegó al hospital con saturación de 33, fractura de siete costillas, le arrancaron sus uñas, moretones en cara y mordeduras en cara, ojos y orejas ¿Quién se los hizo? yo pienso que es el papá, pienso que también la mamá forma parte de esto, pero por lo menos en omisión lo hizo. Estamos destrozados”, narra la mujer. Al llegar el bebé al hospital privado y ser evaluado el personal dio parte al Ministerio Público y a Ciudad Niñez: “Interrogaron al papá y a la mamá, pero ella siempre se mantuvo con frases de 'yo no vi','no sé nada'. Como en una situación de aislamiento a los cuatro días el niño fue trasladado al Hospital Civil viejo”.
Desde hace 40 días Jesús Gabriel duerme en una cama del hospital con custodia, solo recibe visitas de la familia. Su estado de salud es delicado con riesgo de presentar una incapacidad, hace unos días fue operado de un pulmón. “Tiene fractura, su pierna derecha no la puede mover, tiene pus en su cadera, tiene fractura de pelvis porque tenía septicemia el bebé, una de las costillas perforó el pulmón, le hicieron una operación porque tenía pus y le iban hacer una punción en su cadera para sacarle el pus, estamos en espera”.
La familia denuncia una serie de omisiones e irregularidades por parte de las instituciones encargadas de proteger y garantizar los derechos de las niñas, niños y adolescentes y prevenir la violencia; en el caso de Jesús Gabriel al no estar registrado, el DIF Zapopan llamó a la mamá y al papá para formalizar el registro sin notificar a la abuela materna que está a cargo de la custodia temporal.
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“El DIF los llamó cuando hay una denuncia en contra de ellos para registrar al bebé, además de que la mamá del niño está denunciando y es víctima de violencia como la presentan ante el agresor sin ni siquiera decirle a quien está bajo la custodia del bebé y como el ministerio público no lo detuvo”. El hermano mayor de Jesús Gabriel, quien tiene un año y seis meses de edad, también está bajo custodia de la familia materna y al parecer también presenta violencia psicológica.
“Tememos que nos quiten a los niños, es una situación muy delicada y difícil. Están diciendo ahora que es un niño de cristal por eso son las fracturas y le pasa todo, pero hay diagnósticos médicos de los hospitales. Tememos por la vida del bebé, lo van a matar”, fue el grito desesperado de la mujer que palideció al enterarse que Jesús Gabriel saldrá del hospital para regresar a la cuna en donde ha sido violentado. A nivel nacional Jalisco ocupa los primeros lugares con mayor número de casos de maltrato infantil. La cifra es alarmante, llegan a la cama de un hospital “prácticamente previo a fallecer”, expresó una trabajadora social.
Cada dos días una niña, un niño o un adolescente llega al hospital por maltrato físico y sexual. Jesús Gabriel ha recorridodos hospitales por el grave dolor que presenta en su cuerpo. De acuerdo con datos de salud, lesiones y causas de violencia de la Secretaría de Salud Federal en el 2020, fueron atendidos en un hospital de Jalisco 657 menores de edad para el 2021 la cifra se elevó a 669 colocando la entidad en el noveno lugar a nivel nacional.
Entre los hospitales que más reciben, identifican y atienden a víctimas de maltrato infantil son las unidades de alta especialidad del Hospital Civil de Guadalajara (HCG) Fray Antonio Alcalde y Juan I. Menchaca que del año pasado a la fecha se han atendido a casi 1400 pacientes.
En el hospital donde está Jesús Gabriel actualmente hay seis niñas, niños y adolescente hospitalizados en proceso de investigación por maltrato infantil, de estos tres son por maltrato fetal, uno por traumatismo craneoencefálico, uno por omisión de cuidados y una adolescente de 14 años hospitalizada en el servicio de obstetricia, quien es madre de familia.
La condición de salud de estos pacientes es estable y en espera de resoluciones por parte de la Fiscalía del Estado.
Entérate:
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El encargado del Servicio de Medicina Legal Pediatría secretario técnico del Comité de Apoyo Integral al Menor Maltratado, doctor Everardo Rodríguez Franco indicó que en el 2022 fueron atendidos 450 menores y a cinco meses de que concluya el año la cifra podría ser similar, a la fecha van 300. Estas cifras podrían aumentar, sentencia el especialista.
Hace falta denunciar los casos que se registran en las cuatro paredes del hogar. “Los cambios que ha habido a nivel social, la degradación del sistema político, público, social que lleva a que cada vez haya menos ingresos a nivel familiar, las cuestiones de drogadicción, al alcoholismo son situaciones también que no nada más es el ambiente familiar, sino que el ambiente social lo provoca y falta de una cultura de la denuncia”, son algunas situaciones que pueden contribuir a que el problema del maltrato infantil persista.
Los tipos de violencia más registradas en ambas unidades hospitalarias de alta especialidad es la omisión de cuidados, de tipo sexual, física y maltrato fetal.
La historia de Jesús Gabriel es un reflejo de lo que pasa con cientos de niñas, niños y adolescentes de Jalisco que son hospitalizados por sufrir violencia en el hogar, algunos en riesgo de regresar a sus casas a seguir siendo maltratados.
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