Guadalajara se convirtió en la ciudad del “shopping” y prueba de ello es la cantidad de centros comerciales que todos los días lucen llenos y en fines de semana largos como el que acaba de pasar, reciben a miles de visitantes.
Y es que la ciudad ofrece marcas exclusivas en algunas de sus plazas, como Andares, donde se establecieron las tiendas de mayor prestigio de todo el occidente del país, lo que atrae a tapatíos, pero también a quienes desde el interior del Estado o de estados vecinos buscan prendas o accesorios que solo ahí venden.
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Está también la plaza La Perla, con apenas un año de funcionamiento, que igualmente atrae cada vez a más visitantes en sus tiendas departamentales, su cine y la cantidad de negocios alrededor.
Ambos centros comerciales podrían considerarse los de moda en la ciudad, pues además de las compras, son muchos los establecimientos donde se vende desde un helado o una dona para disfrutar junto a sus jardines o fuentes, hasta la mejor gastronomía nacional y extranjera.
Sin embargo, así como han crecido los centros comerciales que ofrecen otro tipo de experiencias o entretenimiento a sus visitantes, como una cancha de basquetbol para que los visitantes disfruten de unas retas o shows musicales para disfrutar de la tarde en familia, también otros se apagaron en los últimos años.
Tal es el caso de plaza Pabellón, ubicada a unos metros de Andares y donde ya son pocos los negocios que sobreviven, entre ellos el cine, algunos juegos infantiles y pocas tiendas de ropa, la mayoría con ofertas o lo que se conoce como outlet.
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Está también Ciudadela, que pese a algunas remodelaciones y el intento por asemejarse a los centros comerciales de Estados Unidos, igualmente recibe cada vez menos clientes.
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