Por su manos han pasado 80 generaciones de estudiantes de Jalisco y a lo largo de 40 años han visto cómo poco a poco la educación se ha transformado no en sus métodos sino en la forma en la que estudiantes aprenden; ya no memorizan, sólo copian, pero lo que más lamentan es que la figura del docente al grupo comenzó a perder el respeto y los menores no tienen los valores de antes, ahora son hasta retadores con ellos.
Alma Rosa Chávez Hernández, profesora de la Escuela Valentín Gómez Farías en Loma Dorada, Tonalá, lleva 42 años impartiendo clases en los que vio los cambios, afrontó los retos que implicó el paso del aprendizaje en el pizarrón a las tablets, los celulares y las computadoras en los que los alumnos dejan de razonar y sólo se dedican a trabajar con los aparatos electrónicos.
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Uno de los principales cambios es que hace 40 años los menores leían, memorizaban los conocimientos, se generaban un panorama completo de la lectura y desde hace 10 años a la fecha todo eso cambió, empezando por la forma de enseñar las matemáticas y ahora ya todo se hace en los aparatos electrónicos y “se hacen flojos los niños para trabajar mentalmente”.
En toda su trayectoria vio cómo cambió el trato de los educandos hacia los docentes. "Anteriormente los padres de familia le daban toda la autoridad al maestro para que el niño aprendiera o aprendiera, había padres que nos los encargaban y en el transcurso del tiempo cambia la educación, nuevos conocimientos como la sexualidad, área con la que los padres de familia no estaban de acuerdo, hoy en día es diferente y uno tiene que cuidar cada palabra que se dice porque será usada en tu contra”.
Con el tema de los derechos humanos de los alumnos ahora ya no tienen ese respeto ante lo que el maestro dice, la autoridad que representan dentro del aula.
"Se dice mucho que nosotros la hemos perdido pero no estoy de acuerdo y yo trabajo mucho en los valores, el respeto.
Pero hoy en día están como muy consentidos, hay algunos que no quieren trabajar y están acostumbrados a que papá o mamá haga las cosas, no son responsables y los padres ya nos ven como la nana, no les interesa si aprenden o no, lo que quieren es que los cuiden”.
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Mientras que la maestra Patricia Leonor Hernández Legazpi, con 40 años enseñando y quien da clases en la escuela federal Melchor Ocampo, considera que se ha dado un cambio radical. “Los estudiantes de hace 40 años era diferentes; sin tecnologías memorizaban, tenían muchas bases morales y los padres de familia estaban más al pendiente de los educandos lo cual no sucede en la actualidad”.
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Pero el cambio más radical observado es la forma en la que sus estudiantes ya no los ven como una figura de autoridad, de respeto, con un valor incalculable".
Enseñan a 80 generaciones
Por su manos han pasado 80 generaciones de estudiantes de Jalisco y a lo largo de 40 años han visto cómo poco a poco la educación se ha transformado no en sus métodos sino en la forma en la que estudiantes aprenden; ya no memorizan, sólo copian, pero lo que más lamentan es que la figura del docente al grupo comenzó a perder el respeto y los menores no tienen los valores de antes, ahora son hasta retadores con ellos.
Alma Rosa Chávez Hernández, profesora de la Escuela Valentín Gómez Farías en Loma Dorada, Tonalá, lleva 42 años impartiendo clases en los que vio los cambios, afrontó los retos que implicó el paso del aprendizaje en el pizarrón a las tablets, los celulares y las computadoras en los que los alumnos dejan de razonar y sólo se dedican a trabajar con los aparatos electrónicos. Uno de los principales cambios es que hace 40 años los menores leían, memorizaban los conocimientos, se generaban un panorama completo de la lectura y desde hace 10 años a la fecha todo eso cambió, empezando por la forma de enseñar las matemáticas y ahora ya todo se hace en los aparatos electrónicos y “se hacen flojos los niños para trabajar mentalmente”.
En toda su trayectoria vio cómo cambió el trato de los educandos hacia los docentes. "Anteriormente los padres de familia le daban toda la autoridad al maestro para que el niño aprendiera o aprendiera, había padres que nos los encargaban y en el transcurso del tiempo cambia la educación, nuevos conocimientos como la sexualidad, área con la que los padres de familia no estaban de acuerdo, hoy en día es diferente y uno tiene que cuidar cada palabra que se dice porque será usada en tu contra”.
Con el tema de los derechos humanos de los alumnos ahora ya no tienen ese respeto ante lo que el maestro dice, la autoridad que representan dentro del aula.
"Se dice mucho que nosotros la hemos perdido pero no estoy de acuerdo y yo trabajo mucho en los valores, el respeto. Pero hoy en día están como muy consentidos, hay algunos que no quieren trabajar y están acostumbrados a que papá o mamá haga las cosas, no son responsables y los padres ya nos ven como la nana, no les interesa si aprenden o no, lo que quieren es que los cuiden”.
Mientras que la maestra Patricia Leonor Hernández Legazpi, con 40 años enseñando y quien da clases en la escuela federal Melchor Ocampo, considera que se ha dado un cambio radical. “Los estudiantes de hace 40 años era diferentes; sin tecnologías memorizaban, tenían muchas bases morales y los padres de familia estaban más al pendiente de los educandos lo cual no sucede en la actualidad”.
Pero el cambio más radical observado es la forma en la que sus estudiantes ya no los ven como una figura de autoridad, de respeto, con un valor incalculable".
Con información de Víctor Ramírez / El Occidental