La persecución de científicos, universidades y voces críticas que se da en México solo es comparable con lo que sucede en estos momentos en Nicaragua, Brasil y otros países de América, coincidieron escritores participantes en la mesa “Esperar lo inesperado”, de la bienal Mario Vargas Llosa, donde el escritor mexicano Alberto Ruy Sánchez invitó a buscar islas de luz a través de la literatura, en estos tiempos de oscuridad.
Presentes estuvieron además Rosa Montero, escritora española; el escritor venezolano Rodrigo Blanco Calderón y Karina Sainz Borgo, periodista y escritora venezolana que desde 2006 reside en España.
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Rosa Montero planteó el escenario que se vive actualmente, después de la pandemia, donde, por ejemplo, en la feria internacional de Madrid no se presentaron grandes escritores colombianos y el embajador de Colombia en España dijo que habían preferido “autores neutros”.
Luego mencionó otros ejemplos: "Que son estos demagogos de izquierda y de derecha, estos populismos de izquierda y de derecha, estos demagogos y estos populistas quieren acabar con la libertad de la literatura y la escritura. Lo estamos viendo en Nicaragua, es tremendo lo que está pasando con Sergio Ramírez y con más gente y más escritores ahí y está pasando, más soft, en la Feria del Libro de Madrid ha habido problemas con Colombia".
“Lo mismo que está pasando con Iván Duque (presidente de Colombia) también está pasando en Brasil, donde hay autores que no van a venir como Alfonso Cueto”, explicó.
Ella contó que en tiempos de la pandemia, el miedo y la incertidumbre por el aislamiento le impidieron leer durante varias semanas, pero logró corregir su libro La buena suerte, un ejercicio que la ayudó a sobrellevar esos meses.
Rodrigo Blanco por su parte comentó: “pensar en la pandemia y relacionarlo con el oficio de la escritura y con el asunto de la libertad me parece como muy pertinente, porque me parece que todo hemos experimentado nuestros límites de la libertad en la pandemia; la más evidente como el confinamiento, la mascarilla es el símbolo perfecto de esa restricción de movimientos y hábitos que definían nuestra vida antes de la pandemia”.
Afirmó que el encierro, durante los primeros meses de 2020 y el terror que se vivía con el incremento de contagios, afectó su proceso creativo y provocó que no pudiera escribir como acostumbra, en gran medida porque sentía trastocada su propia libertad.
El escritor destacó que la pandemia trajo una experiencia de vulnerabilidad y miedo colectivo, sólo comparable con las guerras mundiales que modificaron el panorama global, aunque éstas se desarrollaron en territorios específicos y no en todo el mundo.
Karina Sainz Borgo, que por primera vez participa en la bienal, por su parte destacó la palabra “inesperada” porque “hay cosas que siempre dimos por abonadas y dimos por ciertas, siempre pensamos que íbamos a enterrar a nuestros muertos, siempre pensamos que íbamos acompañar a las personas que queríamos a la hora de marcharse; en una sociedad que esconde la muerte, la disimula, donde todo mundo sale a correr y es saludable, pues resulta que no”. Pero por otro lado, destacó, “de pronto nos dieron algo que nunca tuvimos: Tiempo; la gente que no pasaba tiempo en su casa porque estaba trabajando todo el día”.
Relató que, por primera vez en su carrera, tuvo tiempo y silencio para trabajar o concluir los proyectos que tenía pendientes, pero fue ese mismo tiempo el que “dejó indefensas a las personas” ante tanta libertad para estar con sí mismas y descubrir cosas tan cercanas y casi invisibles como lo es la muerte y la salud.
El moderador de la mesa, el editor y escritor Alberto Ruy Sánchez, señaló que la idea de portar el cubrebocas está íntimamente ligada con la idea de la muerte, aunque en países como México no hubo una política pública clara que ha afectado la libertad y la capacidad de pensarnos.
El escritor mexicano Alberto Ruy Sánchez habló sobre las personas libres que en tiempos autoritarios prefieren ser esclavos, como los antivacunas y aquellos que prefieren ser siervos.
“Todos los Amlovers se identifican con la parte acusadora del tirano, ya sea con Trump o con Putin” y así, dijo, “nacen los negacionistas”.
Luego destacó la importancia de la lectura y los libros en estos tiempos: "El lema de lo que nosotros hacemos es sumar al placer de contemplar, el placer de comprender. Esa es una de las responsabilidades de la literatura y la luminosidad de lo que hacemos en medio de esta oscuridad, tiene que estar ligado a ese esfuerzo de comprender. Tenemos que ligar el espanto, el asombro que tenemos ante lo malo y lo bueno que nos rodea con la obligación, el esfuerzo de comprender".
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